Tras la represión del 18 de diciembre el Gobierno salió a comprar más armamento para reprimir
El 19 de diciembre, tras la violenta represión y posterior cacería de militantes en las inmediaciones del Congreso, a través del portal COMPR.AR el Gobierno de Mauricio Macri licitó la adquisición de 15 millones de cartuchos de balas de goma.
El medio Tiempo Argentino reveló que el martes 19 diciembre, post cacería policial en el marco del debate de la reforma previsional en Diputados, el portal de compras del Estado Nacional (COMPR.AR ) apareció un aviso que anunciaba la puesta en marcha de una licitación privada de alcance nacional para comprar 15 millones de postas de goma de butadieno (nombre técnico del perdigón no letal) con destino a la fábrica militar de Fray Luis Beltrán, ubicada en la periferia de Rosario, provincia de Santa Fe.
Bajo el número 42/4-0007-LPR17, la licitación prevé que el contrato durará seis meses. Según las especificaciones técnicas del pliego, 10.500.000 postas deben ser provistas en febrero mientras que las restantes 4.500.000 tienen que proporcionarse en abril (ver facsímil). Como cada cartucho contiene en su interior 24 postas, 15 millones de postas de goma equivalen a 625 mil cartuchos de munición no letal. Es el tipo de armamento que se utiliza ante protestas sociales, sindicales, manifestaciones en la vía pública. No hay que descartar que a esa cifra se le deban agregar más municiones: las plantas como la de Fray Luis Beltrán suelen mantener un stock de productos terminados en disponibilidad, agrega la publicación.
A su vez, desde la fábrica de Fray Luis Beltran, que fabrica los gases lacrimógenos y depende de la Dirección General de Fabricaciones Militares (DGFM), Fernando Peyrano, secretario general de la Junta Interna de ATE en la planta de Fabricaciones Militares, aseguró que la solicitud de los gases lacrimógenos por parte del Estado Nacional ha crecido hasta llegar a una demanda récord. "Entre la mitad de 2016 y todo 2017 se produjeron 4000 disuasivos químicos (gases lacrimógenos). Eso significa un incremento al doble en la demanda de ese producto", afirmó Peyrano. "Para 2018 ya nos pidieron 7500 disuasivos químicos, y ya se llevaron 2000. En los próximos años van a tirar disuasivos químicos hasta en una misa", enfatizó.