A 55 años del Plan de Ocupaciones de Fábricas de la CGT y 50 del Cordobazo
*Por Maximiliano Arecco.
El Plan de Lucha de la CGT de 1963/64 fue uno de los planes de lucha más importantes y audaces de la historia de los trabajadores de Argentina. Reclamando, como cuenta el historiador Alejandro Schneider, el respeto a la Constitución Nacional, libertad a los presos políticos, participación de los trabajadores en la dirección de las empresas, fijación de precios máximos para los artículos de primera necesidad, reforma agraria, salario mínimo vital y móvil y la búsqueda de la solución a los problemas económicos y sociales que sufrían los trabajadores y el pueblo. El plan incluyó distintas acciones en varias etapas iniciando en 1963 con una semana de protesta con paros, movilizaciones y huelga general.
La segunda etapa, siguiendo con Schneider, reconocida como Plan de Ocupaciones de Fábricas de 1964, consistió en una serie de ocupaciones de plantas fabriles y lugares de trabajo de forma coordinada y planificadas secretamente por la CGT que dividió el territorio nacional en ocho regiones geográficas. Las ocupaciones se realizaron los días 21, 27 y 29 de mayo; 2, 3, 5, 18 y 24 de junio, ocupando establecimientos de muchos distritos del país, en los que participaron trabajadores y trabajadoras textiles, metalúrgicos, ferroviarios, químicos, mecánicos, navales, aeronáuticos, portuarios, aceiteros, fideeros, entre otros.
Como rescata el historiador Daniel James, esta segunda etapa demostró una gran capacidad de organización y disciplina del movimiento obrero que, según información de la CGT, ocupó más de 11.000 establecimientos con la participación de más de 3.900.000 trabajadores/as.
Luego de esta segunda etapa continuaron la tercera y cuarta, que consistieron en cabildos abiertos, movilizaciones, acciones de protesta y una huelga general de 48hs en diciembre.
Durante las distintas etapas no faltaron enfrentamientos con la policía y las patronales, denuncias penales contra los activistas y la CGT, amenazas de quita de personería a los gremios, trabajadores detenidos, toma de rehenes, piquetes, etc.
El plan de lucha frenó los despidos, consiguió la ley de salario mínimo, aumentos salariales, fijó precios máximos, frenó la posibilidad inmediata de un nuevo golpe de estado y permitió el desarrollo de una generación de jóvenes militantes obreros/as (en muchos casos activistas sindicales) que se pusieron al frente de los reclamos del conjunto de la población, transformándose en activistas políticos que reconocían la importancia de luchar y la posibilidad de cambiar las cosas, pasando de lo gremial a lo político, generando y construyendo esa fuerza y esa confianza que realizaría pocos años después las gestas históricas como el Cordobazo y el Rosariazo, entre otras.
¿Por qué un plan de lucha en la actualidad?
Hace dos semanas, el 14 de mayo, el Consejo Directivo de la CGT convocó para el 29 del corriente, a un nuevo paro general contra las políticas de Macri. Lamentablemente, la medida de fuerza decretada por la central no se enmarca en un plan de lucha que le de continuidad y busque una salida a la preocupante situación del país, los/as trabajadores/as y el pueblo.
Este quinto paro general de la CGT se da semanas después del importante paro y movilización (del cual la conducción de la central no participó) convocados por la mayoría de las regionales de la CGT, el Frente Sindical, la Corriente Federal de Trabajadores y las CTAs, con la adhesión de los sindicatos de camioneros, bancarios, subte, curtidores, metalmecánicos, docentes, estales, peajes, gráficos, canillitas, etc. Esta huelga fue muy importante porque además participaron muchas corrientes internas de sindicatos que decidieron parar y movilizarse más allá de que su conducción no adhirió.
*Trabajador en la Química Praxair (Pacheco). Sociólogo – Docente UBA y UNPAZ. El artículo fue levantado del sitio Agencia de Noticias Red Acción.