Proponen a Evo Morales para el premio Nobel de la Paz
El presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales Ayma, es uno de los candidatos para recibir el Premio Nobel de la Paz 2020.
La postulación del mandatario de la nación altiplánica-amazónica fue realizada por Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz 1980), quien realizó este martes la propuesta ante el Comité la candidatura al Premio Nobel de la Paz.
La noticia trascendio a través las cuentas sociales de Pérez Esquivel, quien luego de argumentar los motivos para la postulación de Evo Morales, relató los avances económicos, políticos, sociales y económicos realizados en Bolivia bajo sus años de presidencia.
Si al ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama se le otorgó el Premio por ganar las elecciones en una sociedad racista, a pesar de ser afroamericano, Evo lo merece por ganarlas en su país, a pesar de ser indígena, y cumplir además lo prometido.
Carta de postulación
Es para mi un honor presentar ante el Comité la candidatura al Premio Nobel de la Paz para Evo Morales Ayma, dirigente sindical, líder social, primer Presidente Indígena del América Latina, que logró implementar programas exitosos de lucha contra la pobreza, contra la desigualdad, contra el cambio climático y, por ende, en favor de la Paz.
No es simple la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de estructura social impedía por más de 200 años que un indígena fuese Presidente de un país cuya población es mayoritariamente indígena?
Bolivia tiene a casi dos tercios de sus habitantes que se autoidentifican como parte de una identidad colectiva indígena, pero sus estructuras estaban definidas por el hecho de que la movilidad social dependía del color de piel, del idioma materno y del apellido del individuo. Así, se promovían antivalores sustentados en el racismo y en la discriminación en contra de la mayoría indígena.
En una sociedad como la boliviana, para las élites, el término “indio” era considerado como un insulto y los idiomas nativos eran en la práctica proscritos. La pobreza estaba íntimamente ligada a la condición étnica. En ese ambiente, se desarrolló la lucha política y sindical de Evo Morales Ayma. Siempre utilizando los medios pacíficos de las vías democráticas.
Hace 14 años, Bolivia era el país más pobre de Suramérica, el país más desigual, con una bajísima esperanza de vida y dependiente de la cooperación internacional hasta para pagar los salarios de los médicos y maestros.
Ahora, Bolivia crece al doble de sus vecinos. Su PIB superó el 5% anual y el promedio del resto de países es 2%.
En 2006, el PIB era de 9 mil millones de dólares y ahora es de 40 mil millones. El PIB percápita era de 1.000 dólares y subió a 3.500.
Bolivia tiene la tasa de desempleo más baja de la región.
Bolivia era el país que más golpes de Estado registraba en su historia, durante esos 14 años hubo estabilidad política.
Bolivia fue declarada territorio libre de analfabetismo por la UNESCO.
Se creo un sistema de salud pública, estableciendo un sistema de acceso universal a la salud. Se realizaron más de 16 millones de consultas médicas, se redujo la desnutrición infantil a la mitad.
El subsidio universal prenatal atendió a más de 2 millones de madres, niñas y niños.
Con el bono Juancito Pinto, diseñado para la erradicación del trabajo infantil y de la deserción escolar, más de 900 mil estudiantes de casi 14 mil escuelas fueron beneficiados.
1 millón 300 mil personas de la tercera edad recibieron la pensión básica universal durante estos últimos años.
Se construyó un sistema político en que las mujeres tienen una representación igualitaria y paritaria. Más del 50% de los órganos legislativos está compuesto por mujeres.
En 1995, solamente el 9% de las mujeres eran propietarias de tierras; actualmente un 45% de las mujeres son propietarias. En 2005, una cada diez mujeres sufrían con el desempleo; hoy esta cantidad se ha reducido a la mitad.
Además, el trabajo infantil ha sido reducido en un 80% en Bolivia.
El salario mínimo se incrementó de 440 bolivianos en 2005 a 2.122 bolivianos actualmente.
En 2006, 3,3 millones de personas recibían más del ingreso promedio; en 2019, esa cifra se incrementó a 6 millones y medio de personas.
Se universalizó el acceso al agua, telecomunicaciones y a la energía eléctrica. Reconocidos como derechos.
La extrema pobreza se redujo de una manera impresionante. De 38% a 15% en 14 años.
La brecha de género también se redujo sustancialemente. Ahora, según el Foro Económico y Social, Bolivia está en el puesto número 17 del mundo, por encima de muchos países desarrollados.
En síntesis, según la Organización de Naciones Unidas, en 2019, Bolivia ha sido calificado por primera vez como un país de Desarrollo Humano Alto.
Se habla mucho de un milagro económico. Esos sorprendentes resultados son producto de la lucha del pueblo boliviano y del liderazgo de Evo Morales.
La lucha contra la pobreza y desigualdad han hecho de Bolivia un país que estaba construyendo una paz sostenible y duradera.
Estos cambios estrucuturales afectan intereses de élites que no quieren que cambien las cosas. A lo largo de 14 años, esas élites intentaron derrocar al gobierno legítimo y legal de Evo Morales en varias oportunidades.
Esos intentos finalmente se consumaron el 10 de noviembre de 2019. Las Fuerzas Armadas y la Policía forzaron la renuncia del Presidente y así consumaron un golpe de Estado.
Evo Morales prefirió renunciar para evitar que se produjera un enfrentamiento. Logró salvar la vida gracias a la generosidad del gobierno de México que le otorgó asilo y un avión que, después de muchas dificultadoes, logró sacarlo de Bolivia.
Lamentablemente, el gobierno golpista perpetró masacres y actualmente ha desatado una persecusión sistemática en contra de exautoridades del gobierno depuesto.
Asimismo, el gobierno de facto ha empezado a tomar medidas económicas que pretenden destruir el modelo económico que sacó de la pobreza a tanta gente.
Son estas y otras razones que me impulsan a presentar esta candidatura. Estoy convencido que el Premio Nobel de la Paz para Evo Morales Ayma será un justo reconocimiento y un acicate a la lucha por la inclusión, por la erradicación de la pobreza y por el desarrollo sostenible.