Con el objetivo de reactivar la actividad económica que fue afectada por la pandemia de coronavirus (Covid-19), el Gobierno nacional impulsó un nuevo plan para incentivar el consumo y la industria, a partir de ampliar el su financiamiento a 36 cuotas, triplicando el plazo vigente para el programa Ahora 12.
En ese sentido, la iniciativa abarcará a los productos nacionales y también incluirá a los materiales de la construcción, ya que apunta principalmente a los sectores más afectados por el nuevo virus, incluyendo a los comercios minoristas, gastronómicos y el turismo. De todas formas, el gobierno precisará en estos días los detalles de la nueva modalidad del plan.
De esa forma, el Ahora 36 permitirá que la sociedad pueda adquirir algún producto en un plazo total de 3 años, lo cual fomentará la compra de productos dentro de esos comercios minoristas y que, según el Gobierno, será “una señal para los fabricantes de productos nacionales que hoy dudan de su continuidad en el rubro”.
Paralelamente, desde Casa Rosada afirmaron que la intención de volver a repetir los buenos resultados que dejó el Ahora 12, implementado durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, fue del gobernador bonaerense Axel Kicillof y su ministro de Producción, Augusto Costa.
Así, la importancia de la financiación del consumo fue puesta de manifiesto recientemente por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete por las ventas del Día del niño. Por el plan Ahora 12 se lograron en más de 1.240 puntos de venta en todo el país y explicó el 70% de las ventas con tarjeta de crédito en cuotas.
Estas políticas forma parte del plan de 60 medidas que el Ejecutivo lanzará para volver a reactivar la economía, las cuales incluyen proyectos de ley como por ejemplo, la conformación de un Consejo Económico y Social, un nuevo marco normativo para la producción de Hidrocarburos, Medidas de Promoción para la Industria Automotriz y Autopartes, Incentivos para el sector de la Construcción.
De hecho, la filosofía es reconvertir los subsidios que entrega el Estado tanto a individuos como a sectores o a empresas en que tengan “como contrapartida la generación de empleo” en un proceso gradual. En este sentido, también se remarca que se incentivaran los controles para lograr este proceso de reconversión.