"A Gustavo lo puse en AFI porque es el más tramposo de mis amigos", aseguró Mauricio Macri para explicar por qué Arribas había sido designado en la Agencia Federal de Inteligencia, aunque no tuviera ningún tipo de experiencia en el tema. ¿Lo puso ahí para hacer trampa?
Según investiga la Justicia en diferentes causas, el ex titular de la AFI y su ex segunda Silvia Majdalani habrían sido los máximos responsables de llevar adelante todo un entramado mafioso destinado a espiar a opositores políticos del macrismo.
Ahora, el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla decidió los procesamientos de Arribas y Majdalani en la causa por espionaje político coordinado por las máximas autoridades del organismo en la provincia de Buenos Aires. Fueron embargados en la suma de $20.000.000. El espionaje ilegal se habría desplegado en todo el país. Un escándalo.
Para el juez de Dolores, “no sólo que existía una directiva de carácter general” que les ordenaba a los agentes realizar inteligencia ilegal “emanada de la máxima autoridad del organismo”, sino “también que se dispusieron órdenes concretas para investigar ilegalmente a las agrupaciones, movimientos y actividades contrarias a los intereses políticos o electorales de la entonces gestión de gobierno, que fijaba los parámetros específicos de producción de información que era de interés recopilar”.
El llamado “Proyecto AMBA” consistió en la instalación de seis bases de inteligencia en el conurbano bonaerense, a las que se sumaron otras tres bases ubicadas en las principales ciudades de la provincia. Ahora, falta determinar las responsabilidad políticas de ese espionaje ilegal: ¿para quienes espiaban desde la AFI? ¿Mauricio Macri y María Eugenia Vidal podían no saber?