Volverán a fabricarse computadoras en Tierra del Fuego

Nuevo gobierno, nuevos tiempos. Ante el cambio de escenario económico, volverán a producirse computadoras en Tierra del Fuego, una política que el macrismo había discontinuado. “Los fabricantes se volvieron importadores”, aseguraron desde Casa Rosada. Se espera que el sector pueda tomar a 4500 personas. 

“Siempre se pensó que, sacando los derechos de importación, iba a generar un efecto virtuoso en la economía y los precios. Fue un fracaso. El Gobierno dejó de recaudar estos derechos, se perdieron 6.000 puestos de trabajo, los precios son escandalosos y la importación insume dólares”, afirmó Luis Galli, presidente de la Newsan, sobre la política macrista. Otro fracaso de Cambiemos. Ahora, la empresa invirtió 1,5 millones de dólares para reiniciar la línea de producción de computadoras en Tierra del Fuego, y empleará a 100 personas.

“Por ahora comenzamos a fabricar las computadoras del plan educativo”, aclaró Galli. “Nos encantaría volver a producir las de consumo, porque mi visión es que Argentina necesita industria para generar puestos de trabajo calificados, pero no hay industria que pueda competir contra un producto final con arancel 0%”, agregó.

En la misma línea, la inversión en la compañía BGH, de más de 1 millón de dólares, también apunta a que vuelva la fabricación local de consumo masivo. “La producción hoy es para un programa con impacto social, para que los chicos tengan acceso a la escuela. Pero la inversión fue importante, porque apostamos a que la producción tenga continuidad, ir a la fábrica y ver de vuelta todo el movimiento es muy gratificante”, contó Juan Ponelli, CEO de Positivo BGH, que contrató 150 nuevos empleados. 

Las empresas aspiran a abastecer a un mercado interno, con fuerte potencial. “En 2020 se vendieron 300 mil computadoras, es la mitad que en Chile”, aseguró Ponelli. Por otro lado, los empresarios afirmaron que es difícil que la producción pueda exportarse. “No es competitivo el costo de fabricación argentina, pero lo que si exportamos es el know how. Tenemos fábricas en Latinoamérica y África, y la competitividad surge de los servicios en la economía del conocimiento, no en el hardware”, explicó Ponelli. Pese a no volverse una industria exportadora, desde el Gobierno consideran que “son menos los dólares que salen por importar partes, que un producto final”.

Sobre la tecnología utilizada, Galli aseguró que “se mira despectivamente al proceso de ensamble en Tierra del Fuego”. Sin embargo, explicó que el proceso es el conocido como “CKD”: “Tenemos unos robots que hacen toda la inserción automática de la placa electrónica. En todo el mundo las industrias son terminales, que significa que se terminan en país, ya no existe eso de fabricar los componentes, lo que haces es el ensamblado final, no es que pones la etiqueta”, concluyó. Se respiran nuevos tiempos en la industria argentina. 

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