Previsible: la justicia se negó a detener a los referentes de Revolución Federal, la organización filomacrista
Lo había pedido CFK.
El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi rechazó todos los pedidos que le formuló la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en relación con la presunta vinculación de la agrupación de ultraderecha Revolución Federal con el intento de magnicidio en su contra.
La vicepresidenta pidió la detención de Jonathan Morel, Sosa y Guerra, integrantes de Revolución Federal, por medio de sus abogados. “De las conversaciones descubiertas entre estos integrantes de Revolución Federal surge que planeaban juntar dinero para contratar un sicario. El dinero se encontró y el sicario está preso”, afirmó la expresidenta.
El juez Martínez de Giorgi no dio lugar al pedido y resolvió: “En lo atinente a los pedidos de detención de Jonathan Morel, Gastón Guerra y Leonardo Sosa, cuya libertad ambulatoria ya ha sido decidida por la Cámara del fuero y sin que se advierta la modificación posterior de su comportamiento procesal en un sentido que altere los fundamentos del Superior, no ha lugar”.
Revolución Federal no es una organización de ultraderecha cualquiera. Tiene vínculos con la familia Caputo, íntimamente vinculada a Mauricio Macri. Se sabe que fue una empresa de esa familia la que le pagó Morel una suma millonaria para “hacer muebles”. Morel tiene una pequeña carpintería y casi no sabe del oficio. ¿Por qué empresarios grandes lo contratarían? Nadie contesta. ¿Esa plata iría para financiar tareas “militantes” de la organización?