MIEDO A LA EXTREMA DERECHA.
Se trata de Ana Fernández que se subió al Subte a contar su historia y pedir que no voten a Javier Milei. Se trata de la nieta de Esther Ballestrino de Careaga, una de las Madres de Plaza de Mayo, que fue arrojada al mar en uno de los vuelos de la muerte organizados por la dictadura. Para Milei, se trató de “excesos”. La Libertad Avanza reivindica lo realizado por la dictadura militar.
“Yo nací en Suecia cuándo acá en Argentina había una dictadura y a mi mamá la secuestraron cuándo tenía 16 años y estaba embarazada de mi”, comenzó en su relato Ana, que pidió disculpas de antemano por los nervios. Durante el recorrido de la Línea A del Subte, la mujer contó que en un campo de concentración a su mamá “la despojaron de todo incluso su nombre” y que fue “brutalmente torturada”.
“Mi abuela salió a buscarla y se encontró con otras madres que hoy se conocen como Madres de Plaza de Mayo. Junto a otras dos madres y dos monjas francesas, fue secuestrada, llevada a la ESMA y arrojada con vida al mar”, reveló Ana sobre la historia de su abuela, Esther Ballestrino de Careaga, que fue arrojada en uno de los vuelos de la muerte junto a Azucena Villaflor, María Eugenia Ponce de Bianco, Alice Domon y Léonie Duquet.
Cada vez son más los relatos de personas que comparten su miedo por el ascenso de la extrema derecha de Javier Milei y Victoria Villarruel. Ocurre que la extrema derecha reivindica la última dictadura. “Fue una guerra justa, con excesos”, aseguró Milei en el debate presidencial. Es la misma línea que tuvieron los dictadores en los juicios. De hecho, Villarruel se reunía en la cárcel con Jorge Videla y nadie sabe de qué hablaron. Con la llegada de la extrema derecha a Rosada, podrían quedar en libertad todos los represores. De allí el miedo de muchos ciudadanos.