Malvinas: Milei pronunció un discurso sobre la soberanía que contradice las acciones de su gobierno
El presidente Javier Milei y la vicepresidente Victoria Villarruel compartieron este martes por la mañana un acto para conmemorar el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, a 42 años del conflicto bélico.
Durante el homenaje por el 42º aniversario de la Guerra de Malvinas, el presidente Javier Milei, ratificó el “inclaudicable reclamo de soberanía” sobre las islas, afirmó que la única manera de plantear con fuerza ese reclamo es insertando a la Argentina como “protagonista del comercio internacional”, y llamó a la sociedad a abrir una etapa de “reconciliación con las Fuerzas Armadas”.
El evento se realizó a las 10 en el cenotafio ubicado en la plaza San Martín, en el barrio porteño de Retiro. Estuvieron presentes también los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y Defensa, Luis Petri, además de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Durante su discurso, el jefe de Estado convocó a todos los partidos políticos y a la sociedad a una nueva era de reconciliación de los argentinos con las Fuerzas Armadas. “Quiero que trascienda este gobierno y que ronda homenaje sincero a nuestros héroes, dándoles a las Fuerzas Armadas el lugar de reconocimiento y apoyo que se merecen”, planteó.
El mandatario convocó además a los jefes de las tres fuerzas y a los veteranos de la Guerra de Malvinas a participar como testigos y garantes del Pacto de Mayo que pretende firmar el Gobierno con las provincias el próximo 25 de mayo, en Córdoba.
“Ustedes son motivo de orgullo y tendrán el respeto que les ha sido largamente negado”, prometió Milei ante el aplauso de los veteranos que participaron de la convocatoria.
El mensaje del Presidente incluyó además definiciones económicas. “Para que los reclamos soberanos sean escuchados y respetados, es condición necesaria que el país y su dirigencia sean respetados; nadie tomaría en serio el reclamo de defaulteadores seriales”, dijo. Ese respeto -explicó- se basa en dos condiciones esenciales: “la Nación debe ser protagonista en el comercio internacional y sus fuerzas armadas deben ser capaces de defender las fronteras frente a posibles invasiones”.
Una política contraria a la soberanía
El discurso del gobierno libertario no obstante su supuesta intención “reivindicatoria” de los veteranos de guerra y el reclamo de soberanía argentino, contrasta con la realidad de las practicas políticas impulsadas por el oficialismo que lejos de salvaguardar la soberanía nacional y tener en consideración los intereses vitales de la nación parece estar encaminada a un profundización de los lazos de dependencia y tal como lo demuestran la polémica entrega de la gestión de la vía de navegación troncal del Paraná (mal llamada Hidrovia) al ejercito de los Estados Unidos esto a pesar de que Milei sostiene que “hay que sacar al estado de todos los asuntos ya que todo lo hace mal” pero en la practica le termina entregando a la fuerza armada de un Estado extranjero el control de la estratégica ruta de navegación, bueno seria preguntarle al presidente en este punto ¿Ya que reivindica tanto a nuestras Fuerzas Armadas por que no les otorga dicha facultad a ellas en lugar de darle tal función a una potencia extranjera?, ¿A caso nuestra Armada y Ejercito junto a otras agencias estatales no pueden cumplir con dicha función como lo hacen los militares estadounidenses en su propio rio Mississippi?. A esto se suman otras medidas que debilitan la soberanía nacional como los intentos de desmantelamiento del Régimen Federal de Pesca (Ley 24.922) que le valieron el repudio unánime del sector y de varios gobernadores, a los que se suma el intento de derogar la denominada “Ley de tierras Rurales” (Ley 26.737) que habilita la extranjerización de las tierras e incluso de cursos de agua, a lo que se suman otras propuestas alocadas del espacio “libertario” tales como las del diputado Benegas Lynch de “privatizar el mar argentino”.
Por otro lado el gobierno argentino hace caso omiso a la grave situación planteada por el Reino Unido de Gran Bretaña quien amplió de manera arbitraria la posesión de inmensos espacios marítimos en el Atlántico Sudoccidental bajo el pretexto ambiental de conformar un Área Marina Protegida (AMP) estableciendo de esta manea restricciones totales a la navegación y pesca sobre casi 170.000km2 adicionales del Mar Austral.
Ante esta situación extremadamente grave y amenazante para los intereses argentinos en un área geopolíticamente relevante para el país , sorprende la pasividad e indiferencia con la que las autoridades nacionales tomaron el asunto. No solo porque las reacciones además de notoriamente tímidas fueron por lo general forzadas y tardías, si no porque además a poco de suceder dicha acción de ultraje, la propia vicepresidenta casi ni mencionó el asunto durante su reunión con la embajadora británica a inicios de marzo.
🇦🇷🇬🇧La presidente del Senado, @VickyVillarruel, recibió hoy a Kirsty Hayes, embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda Del Norte. Leé la nota completa acá: https://t.co/2POI7lWoTS pic.twitter.com/pCpsy7uBsn
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) March 5, 2024
El gobierno libertario parece seguir una política para la cuestión Malvinas basada en el retorno de la formula del “paraguas de soberanía”, artificio por el cual el reclamo en materia de soberanía queda relegado en favor de consideraciones económicas y comerciales que poco y nada benefician a la Argentina pero mucho al ocupante británico quien ve de esta manera abaratados los costos de la usurpación, tal como quedó demostrado en experiencias pasadas tanto durante el menemismo (acuerdos de Madrid de 1989) como durante el macrismo (comunicado conjunto Foradori-Duncan en 2016).
En conclusión, Milei ratificó hoy en su discurso este rumbo puramente economicista de la Política Exterior al mencionar que “el protagonismo en el comercio internacional es la condición para ser respetados”, omitiendo mencionar que el respeto y la jerarquía de un país en el sistema internacional pasan por la consolidación de una genuina estrategia nacional de desarrollo que contemple los intereses nacionales. En dicha estrategia el Estado lejos de reducirse a su mínima expresión, juega un rol destacado, articulando y alineando a los distintos sectores y actores estratégicos entre ellos a los privados en una concepción equilibrada y no excluyente que permita alcanzar el logro de los objetivos nacionales. Pero la visión minarquista del estado propuesta por el actual gobierno, guiada por la teología del libre mercado, lejos de hacer de la Argentina un actor realmente soberano, relevante y respetado, lo condenará a reducirlo a ser el protectorado de alguien mas.