En solo siete meses, la Ciudad ha registrado al menos cuatro derrumbes de edificios, resultando en víctimas fatales y heridos. El incidente más reciente ocurrió este lunes en la calle Cramer al 1600, en el barrio de Colegiales.
Esta semana, un nuevo derrumbe, que tuvo lugar en un PH en remodelación, dejó a un obrero herido y a otro atrapado bajo los escombros durante varias horas antes de ser rescatado y trasladado al Hospital Pirovano. El hecho sucedió poco antes de las 13 horas, cuando cedió una losa de la obra.
En ese momento, seis obreros estaban trabajando en el lugar; dos quedaron atrapados. Un hombre de 64 años sufrió un neumotórax y un joven de 21 años fue rescatado tras casi cuatro horas. Ambos, junto con otros cuatro trabajadores, están fuera de peligro.
Un relevamiento reciente indica que actualmente hay más de 5.500 edificios en riesgo de colapso en la ciudad. “Actualizamos los informes conforme recibimos denuncias. Hace seis meses hablábamos de 5.200 edificios en peligro, 5.400 en marzo, y ahora son 5.500″, declaró Javier Miglino, presidente de la Asociación Civil Defendamos Buenos Aires, a Tiempo Argentino.
Varias organizaciones sociales y especializadas en infraestructura urbana aseguran que estos derrumbes se habían denunciado repetidamente y podrían haberse evitado. Daniel Giglio, arquitecto e integrante de Colegiales Participa y Decide, señaló a dicho medio: “Este derrumbe debe contextualizarse porque hemos venido advirtiendo sobre la posibilidad de estos incidentes desde hace más de dos años. El Código de Planeamiento Urbano vigente hasta 2018 permitía construcciones de baja densidad de dos o tres pisos en estas zonas. Hoy, se permiten edificaciones de nueve a diez pisos. Cerca del sitio del reciente derrumbe en Colegiales, hay una construcción en un lote que con el código anterior permitía 410 metros cuadrados y con el actual permite 1.468, un incremento del 358%”.
La agrupación Colegiales Participa y Decide sostiene que las nuevas edificaciones están causando daños a las construcciones existentes. “Las medianeras están sufriendo, se generan descalces y movimientos de suelos. Hemos pedido al Gobierno de la Ciudad que detenga la superconstructibilidad en Colegiales, que frene el nuevo código urbanístico y que genere condiciones para que los vecinos puedan vivir en paz en un barrio de casas bajas, sin estos inconvenientes y deterioros”, concluye Giglio.
Fuente: Nueva Ciudad