Encuesta: la mayoría de los argentinos rechaza el ajuste de Milei a los jubilados
Según un estudio de la consultora CEOP, dos de cada tres argentinos está en desacuerdo con el veto a la nueva fórmula previsional y sostiene que se debe priorizar a los jubilados y no el déficit fiscal cero.
La paciencia parece acabarse. Una enorme mayoría, dos de cada tres argentinos, está en desacuerdo con el veto a la nueva fórmula previsional y sostiene que se debe priorizar a los jubilados, no el déficit fiscal cero. Pero eso está en sintonía con lo que está pasando en casi todos los hogares. Prácticamente, nueve de cada diez ciudadanos dicen que no llega a fin de mes o que tiene dificultades para llegar al día 30 o 31. Por lo tanto, casi el 40 por ciento compra sólo los medicamentos imprescindibles; el 50 por ciento consume mucho menos carne o directamente dejó de consumir carne, más de la mitad restringió el uso de luz y gas; dejó de usar cable o se pasó a un plan más accesible y bajó la frecuencia de utilización del transporte público, los taxis o aplicaciones. Y, los que tienen, redujeron drásticamente el uso de su auto. El 44 por ciento afirma que no soporta más el ajuste y otro 20 por ciento sostiene que aguanta entre uno y seis meses más, o sea, se sienten al límite. El malestar, la temperatura del enojo está subiendo de nivel semana a semana y no sólo afectan a los que se autodenominan opositores, sino a los que se consideran independientes e incluso a una parte de los que se sienten cercanos al gobierno.
Las conclusiones surgen del trabajo del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), la consultora que dirige Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1.486 ciudadanos, respetando las proporciones por edad, sexo, nivel económico-social y lugares de residencia. La muestra se constituyó con usuarios de las grandes plataformas de internet -Facebook, Instagram y otras-, a los que se les formularon las preguntas, siempre respetando las proporciones existentes en la sociedad.
Con los jubilados no
Entre los consultores está el dicho de que “los jubilados no tienen gran capacidad de movilización, pero toda la sociedad empatiza con ellos”. El mejor ejemplo es el golpe casi decisivo que recibió el gobierno de Mauricio Macri cuando produjo una fuerte quita en jubilaciones y pensiones en diciembre de 2017. Venía de ganar las elecciones dos meses antes y entró en un declive del que no se pudo recuperar.
Con los jubilados no parece ser la frase que subyace en las opiniones. Los argentinos están convencidos que a los jubilados hay que protegerlos y cuidarlos. Ojo, este es un desafío importante para Javier Milei: el costo político que puede llegar a tener el veto a la ley que mejora los magros haberes jubilatorios, es muy alto. El desacuerdo con esa medida pega en dos segmentos, incluye a los independientes y parte de los propios mileistas periféricos, o sea a los que no son del núcleo duro. Además, la represión a los jubilados, arrojándoles gases urticantes en los rostros, causa estupor”.
Y los medicamentos también
El azote no sólo golpea a unas jubilaciones y pensiones bajísimas, que sufrieron el recorte del 8,1 por ciento que la ley pretende devolverles, sino que el ajuste pega también en los medicamentos. Uno de cada tres consultados (33,6 por ciento) sostuvo que compra solo los medicamentos más importantes e imprescindibles y hay un cuatro por ciento que directamente no puede comprar más medicamentos. Está claro que es una decisión más que difícil, porque la salud es prioridad en todas las familias.