El proyecto de presupuesto presentado por Milei otorga amplios recursos a las áreas dirigidas por Karina Milei y Santiago Caputo.
El debate sobre el presupuesto 2025 acentúa aún más las contradicciones del gobierno de Javier Milei, que prioriza áreas vinculadas a su círculo cercano mientras recorta recursos esenciales para la educación, la salud y las provincias. Los ajustes propuestos en el presupuesto revelan una estrategia fiscal que favorece a ciertos sectores, como la Secretaría General de la Presidencia comandada por Karina Milei y la SIDE de Santiago Caputo, que verán incrementos significativos de más del 100%, mientras que áreas fundamentales como la educación pública y las jubilaciones sufrirán reducciones o aumentos mínimos que no compensan la inflación.
El presupuesto 2025, que ha generado malestar en las provincias, fue rechazado por varios gobernadores, incluyendo aliados del gobierno, quienes critican la falta de diálogo y el incumplimiento de promesas. Estos mandatarios, enfrentados a la presión de ajustar fiscalmente sus distritos debido a la disminución de fondos para la obra pública, el transporte y la coparticipación, también cuestionan el veto de Milei a la ley de financiamiento educativo. Este veto es un reflejo de la contradicción entre el discurso de austeridad y las decisiones presupuestarias, que sacrifican el acceso a la educación pública en favor de partidas que benefician directamente a los sectores más cercanos al poder.
El presupuesto 2025 destina solo $3,8 billones a las 62 universidades del país, la mitad de lo solicitado por el Consejo Interuniversitario Nacional, lo que amenaza el funcionamiento básico de estas instituciones. Esta reducción choca con el incremento desmesurado de recursos a otras áreas, lo que deja en evidencia una gestión que por decisión política parece privilegiar el control policial de la sociedad, mientras desatiende la inversión en el futuro del país, representado por la educación y la salud.
El conflicto se intensifica con los pedidos de los gobernadores y la oposición, quienes exigen una redistribución justa de los fondos hacia las universidades, jubilaciones y provincias. A medida que se discute el presupuesto, la oposición ha señalado que parte de los recursos que se destinarán a estos sectores provendrán de recortes a las áreas privilegiadas por Milei, como la SIDE y la Secretaría General de la Presidencia. Así, el debate del presupuesto 2025 expone la profunda tensión entre los intereses particulares del gobierno y las necesidades urgentes de la población, en especial de los sectores más vulnerables.