Según la encuesta de D’Alessio/Berensztein, la aprobación a la gestión cayó 11 puntos entre los propios votantes de La Libertad Avanza.

La más reciente encuesta de D’Alessio/Berensztein ha arrojado datos alarmantes para el gobierno de Javier Milei, mostrando un crecimiento significativo del descontento entre sus propios votantes. A medida que avanza su mandato, las políticas de ajuste económico y las decisiones unilaterales, como el uso creciente de decretos, comienzan a generar cada vez más dudas entre quienes inicialmente lo apoyaron. Esta situación podría tener un impacto directo en las elecciones legislativas de 2025, consideradas un termómetro social crucial para el futuro político del país.

La encuesta revela que la aprobación de la gestión de Milei cayó 11 puntos entre los votantes de La Libertad Avanza, lo que indica una tendencia preocupante. Esta pérdida de confianza refleja el malestar creciente ante las políticas del gobierno, especialmente aquellas relacionadas con el ajuste económico y la incertidumbre sobre el futuro.

El gobierno de Milei enfrenta una desaprobación del 54% y una aprobación del 45%, según la encuesta realizada entre el 27 y el 30 de septiembre de 2024. Entre los votantes de su propio espacio político, La Libertad Avanza, la aprobación se ha reducido al 72%, tres puntos menos que el mes anterior, lo que refuerza la idea de que cada vez más personas empiezan a cuestionar las promesas de cambio del presidente.

Entre los temas que más preocupan a los argentinos se destacan la inseguridad (68%), la incertidumbre económica (66%) y la inflación (60%). Aunque algunos votantes de Milei mantienen expectativas optimistas sobre la economía futura, con un 77% creyendo que mejorará en el próximo año, el número de arrepentidos sigue en aumento, especialmente debido a factores como el aumento de tarifas, la falta de recuperación salarial y el alza constante de los precios.

Uno de los aspectos más llamativos es que, mientras el presidente recurre cada vez más a gobernar por decreto, lo que algunos perciben como un gesto de debilidad, otros líderes dentro de su espacio, como Victoria Villarruel y Patricia Bullrich, mantienen una alta imagen positiva. Villarruel lidera con un 52% de imagen favorable, superando al propio presidente, lo que podría alimentar tensiones internas dentro de La Libertad Avanza.

El creciente número de arrepentidos entre los votantes de Milei y el debilitamiento de su imagen pública ponen en evidencia un gobierno que, lejos de consolidarse, enfrenta serias dificultades para mantener la confianza de quienes lo llevaron al poder.

Toyota lanzó un nuevo plan de retiros voluntarios con el que busca reducir 120 empleos y se prepara para recortar uno de los turnos de producción.

Toyota Argentina enfrenta una profunda crisis en medio de las medidas económicas del gobierno, lo que ha llevado a la automotriz a anunciar un nuevo plan de retiros voluntarios. Esta vez, la reducción afectará a 120 empleados fuera de convenio, en su mayoría jefes y personal de staff, representando el 7% de su plantilla en esa categoría. La empresa ya había implementado un primer plan de retiros en abril, cuando eliminó 400 puestos de operarios bajo convenio en su planta de Zárate.

Estos recortes son consecuencia directa de la caída en la demanda, especialmente en los mercados de exportación, lo que ha obligado a Toyota a ajustar su producción. La empresa proyecta una fabricación de 160,000 unidades para 2024, una cifra significativamente menor a los 180,000 vehículos producidos en 2023. Esta reducción también pone en duda la continuidad del tercer turno de producción, implementado tras un acuerdo con sindicatos y proveedores. Ahora, la empresa estudia volver a operar solo con dos turnos a partir de enero de 2025.

La crisis que atraviesa Toyota refleja un problema mayor que afecta a todo el sector automotriz argentino, golpeado por la caída en la demanda externa y la incertidumbre económica interna. Las medidas de ajuste buscan evitar conflictos laborales, negociando con los gremios para minimizar el impacto del cierre del turno. Sin embargo, la presión desde Brasil para acelerar los recortes complica aún más la situación, mientras se intenta que la transición se realice a partir de febrero o marzo de 2025.

La combinación de recortes de personal, caída en la producción y reducción de turnos pone de manifiesto la severa crisis que enfrenta el sector automotriz en Argentina, exacerbada por las medidas económicas del gobierno y la disminución de la demanda en mercados clave.

El proyecto de presupuesto presentado por Milei otorga amplios recursos a las áreas dirigidas por Karina Milei y Santiago Caputo.

El debate sobre el presupuesto 2025 acentúa aún más las contradicciones del gobierno de Javier Milei, que prioriza áreas vinculadas a su círculo cercano mientras recorta recursos esenciales para la educación, la salud y las provincias. Los ajustes propuestos en el presupuesto revelan una estrategia fiscal que favorece a ciertos sectores, como la Secretaría General de la Presidencia comandada por Karina Milei y la SIDE de Santiago Caputo, que verán incrementos significativos de más del 100%, mientras que áreas fundamentales como la educación pública y las jubilaciones sufrirán reducciones o aumentos mínimos que no compensan la inflación.

El presupuesto 2025, que ha generado malestar en las provincias, fue rechazado por varios gobernadores, incluyendo aliados del gobierno, quienes critican la falta de diálogo y el incumplimiento de promesas. Estos mandatarios, enfrentados a la presión de ajustar fiscalmente sus distritos debido a la disminución de fondos para la obra pública, el transporte y la coparticipación, también cuestionan el veto de Milei a la ley de financiamiento educativo. Este veto es un reflejo de la contradicción entre el discurso de austeridad y las decisiones presupuestarias, que sacrifican el acceso a la educación pública en favor de partidas que benefician directamente a los sectores más cercanos al poder.

El presupuesto 2025 destina solo $3,8 billones a las 62 universidades del país, la mitad de lo solicitado por el Consejo Interuniversitario Nacional, lo que amenaza el funcionamiento básico de estas instituciones. Esta reducción choca con el incremento desmesurado de recursos a otras áreas, lo que deja en evidencia una gestión que por decisión política parece privilegiar el control policial de la sociedad, mientras desatiende la inversión en el futuro del país, representado por la educación y la salud.

El conflicto se intensifica con los pedidos de los gobernadores y la oposición, quienes exigen una redistribución justa de los fondos hacia las universidades, jubilaciones y provincias. A medida que se discute el presupuesto, la oposición ha señalado que parte de los recursos que se destinarán a estos sectores provendrán de recortes a las áreas privilegiadas por Milei, como la SIDE y la Secretaría General de la Presidencia. Así, el debate del presupuesto 2025 expone la profunda tensión entre los intereses particulares del gobierno y las necesidades urgentes de la población, en especial de los sectores más vulnerables.