El decreto del gobierno nacional busca permitirle a Casa Rosada seguir con la fiesta de endeudamiento sin pasar por el Congres nacional. El ministro de Luis Caputo y la historia de nunca acabar: deuda, deuda y más deuda.
El decreto dispuso que “las futuras suscripciones de instrumentos de deuda pública, independientemente de su moneda de pago, se puedan realizar con instrumentos de deuda pública cualquiera sea su moneda de pago” y agregó que “dichas operaciones no estarán alcanzadas por las disposiciones del artículo 65 de la Ley de Administración Financiera”. Ante la falta de limitación de que la reestructuración genere una mejora en los plazos, intereses o capital, esto abre una puerta para que el Ejecutivo pueda realizar un eventual canje de deuda que no resulten beneficiosos para el país en esos términos. En 2025 Argentina enfrentará vencimientos de bonos globales por más de 5.000 millones de dólares.
Pasó durante la última dictadura, con la convertibilidad, con la gestión de Mauricio Macri y ahora con Milei. El liberalismo en Argentina tiene una sola receta: endeudamiento externo. Y siempre esas recetas terminan mal…