Paro total en Acindar: la empresa tuvo que dar marcha atrás con los despidos y suspensiones

La contundente movilización de los trabajadores de Acindar, encabezada por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), logró revertir el despido de 70 empleados en la planta de Villa Constitución.

La contundente movilización de los trabajadores de Acindar, encabezada por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), logró revertir el despido de 70 empleados en la planta de Villa Constitución. Esta decisión empresarial, vista como un intento de disciplinamiento tras un paro de 11 días a fines de 2024, se produjo en un contexto de marcada conflictividad laboral en la industria siderúrgica, agravada por la caída de la producción y ajustes estructurales.

La empresa había justificado los despidos bajo el pretexto de “acumulación de medidas disciplinarias”, derivadas de la participación de los trabajadores en asambleas y medidas gremiales. Sin embargo, la reacción sindical fue inmediata: toda la planta paralizó sus actividades en un acto de solidaridad que obligó a la compañía a dar marcha atrás.

“La empresa quiso amedrentar a los trabajadores, pero la unidad de la planta demostró que no se tolerarán intentos de disciplinamiento”, señaló Pablo González, secretario general de la UOM Villa Constitución.

Una industria en crisis

El conflicto ocurre en medio de una situación crítica para el sector siderúrgico. La paralización de obras públicas por parte del gobierno nacional en 2024 provocó un desplome de la demanda de acero, llevando a Acindar a implementar suspensiones con pagos del 75% del salario en meses recientes. La empresa ahora busca extender este esquema hasta marzo de 2025 con recortes salariales aún más severos, lo que ha tensado las negociaciones con el gremio.

Entre las propuestas empresariales, se encuentran la reducción de plantillas, modificaciones en las metodologías de trabajo y ajustes en los regímenes de turnos y feriados, medidas que, según la UOM, vulneran derechos laborales adquiridos.

Además, la paritaria sigue empantanada: mientras los trabajadores reclaman la aplicación del aumento salarial acordado a mediados de 2024 y un nuevo ajuste hasta marzo, la empresa presiona por mayores concesiones laborales.

Un arranque conflictivo para 2025

El caso de Acindar refleja un inicio de año marcado por tensiones laborales en diferentes sectores industriales. En el cordón agroexportador, los trabajadores aceiteros mantienen paralizadas las plantas de Vicentin por el incumplimiento del pago de gratificaciones pactadas, mientras que en el frigorífico Euro SA, la conciliación obligatoria apenas logró una tregua tras el despido de más de 70 empleados.

La resolución del conflicto en Villa Constitución destaca la capacidad de los trabajadores para enfrentar estrategias empresariales destinadas a debilitar la organización sindical, reafirmando el papel fundamental de la movilización colectiva en la defensa de derechos laborales en un contexto de crisis.

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