Industria del calzado en crisis: Puma inició una primera tanda de despidos y se teme por nuevos recortes

En las últimas horas, Puma, una de las firmas más emblemáticas del sector, despidió a 23 de sus trabajadores en la planta que posee en La Rioja.

La crisis en la industria del calzado comienza a traducirse en despidos masivos, afectando a cientos de trabajadores y poniendo en jaque la estabilidad de fábricas en todo el país. En las últimas horas, Puma inició una primera tanda de cesantías en su planta de La Rioja, dejando a 23 operarios sin empleo. Lo preocupante es que este podría ser solo el comienzo de una ola de despidos que se intensificaría en los próximos meses, en medio del deterioro económico y productivo del país.

Despidos tras las vacaciones: un golpe inesperado

Varios de los trabajadores despedidos recibieron la noticia al regresar de sus vacaciones, reflejando la incertidumbre que atraviesa el sector. Según fuentes sindicales, el temor a nuevos recortes crece a medida que la producción se resiente y las empresas enfrentan un escenario cada vez más adverso.

El desplome del consumo interno, la dificultad para exportar debido a un tipo de cambio que resta competitividad y la caída de la rentabilidad han dejado a las fábricas en una situación crítica. En este contexto, las empresas comienzan a reducir personal como medida de ajuste, mientras los gremios advierten que la crisis podría extenderse aún más.

De la expansión a la crisis: el caso Puma

Hace apenas tres años, Puma celebraba la incorporación de nuevas líneas de producción en su planta de La Rioja, alcanzando un récord de fabricación de dos millones de zapatillas anuales y empleando a 500 trabajadores. Hoy, la situación es diametralmente opuesta: la empresa enfrenta despidos y ajustes, poniendo en duda la estabilidad de la fábrica y la continuidad de su operación a largo plazo.

Un sector en riesgo: más cierres y despidos

El caso de Puma no es aislado. En Coronel Suárez, la fábrica de Dass—proveedora de Adidas y Nike—cerró en los últimos meses, dejando en la calle a 360 trabajadores. En Chivilcoy, Bicontinentar despidió a 130 de sus 170 empleados, marcando otro duro golpe para la industria.

La Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) advierte que la crisis está lejos de resolverse y que, sin medidas concretas para reactivar el sector, los despidos seguirán aumentando. A pesar de que los trabajadores cesanteados han recibido indemnizaciones, el gremio no ha logrado frenar el achicamiento de las plantillas ni evitar el cierre de fábricas.

Menos consumo, menos producción, más despidos

El derrumbe del poder adquisitivo, la inflación y el aumento en los costos de producción han provocado una fuerte caída en las ventas. Como consecuencia, muchas fábricas han reducido turnos, paralizado parcialmente la producción o directamente cerrado sus puertas.

El panorama para la industria del calzado es desolador y, de no haber un cambio en las condiciones económicas y productivas, los despidos podrían multiplicarse en los próximos meses, dejando a miles de trabajadores sin empleo y profundizando la crisis del sector.

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