El gobierno de Javier Milei ha decidido poner fin a la moratoria previsional, una política que permitió a cientos de miles de argentinos poder acceder a una jubilación.
El gobierno de Javier Milei ha decidido poner fin a la moratoria previsional, una herramienta que permitió a cientos de miles de argentinos acceder a una jubilación a pesar de no contar con los 30 años de aportes exigidos. A partir del 23 de marzo de 2025, sin esos años de contribuciones, será imposible jubilarse, dejando a una gran parte de la población sin protección en la vejez.
La confirmación llegó por parte del titular de la ANSES, Mariano de los Heros, durante una exposición en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. Al ser consultado por la diputada Julia Strada sobre el destino de quienes no logren reunir los aportes necesarios, el funcionario ratificó que el Gobierno no tiene previsto prorrogar el plan. “La moratoria finaliza el 23 de marzo del año próximo y no está previsto en el presupuesto”, aseguró, dejando en claro que la eliminación del sistema es una decisión política.
Un golpe a la seguridad previsional
La moratoria previsional vigente, sancionada en 2023, permitió que hombres y mujeres en edad de jubilarse pudieran completar sus aportes mediante un plan de pagos, evitando quedar excluidos del sistema. Se estimaba que alrededor de 800.000 personas iban a poder regularizar su situación con este mecanismo. Solo en 2024, más de 313.000 personas accedieron a la jubilación gracias a este esquema, el cual ahora será eliminado sin una alternativa real para quienes quedan fuera del sistema.
Desde el Gobierno insisten en que quienes no lleguen a los 30 años de aportes podrán acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), pero esta prestación es del 80% de la jubilación mínima y no incluye beneficios clave, como la pensión por viudez.
El fin de un derecho previsional
El impacto de esta medida afectará principalmente a las mujeres, ya que muchas de ellas han trabajado en la informalidad o se han dedicado al trabajo doméstico no remunerado, lo que dificulta completar los años de aportes requeridos. También perjudicará a quienes atravesaron largos períodos de desempleo o trabajaron en condiciones precarias sin acceso a aportes jubilatorios.
La eliminación de la moratoria previsional deja en evidencia el ajuste que el Gobierno de Milei está aplicando sobre los sectores más vulnerables. Sin una vía para regularizar sus aportes, miles de personas quedarán desprotegidas en su vejez, perdiendo el derecho a una jubilación y quedando relegadas a una pensión reducida o, en el peor de los casos, sin ningún ingreso previsional.