Insultos y golpes de puño marcaron una sesión en la que se intentaba limitar los superpoderes de Javier Milei. Martín Menem la levantó para frenar el debate.
La sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados, que había comenzado con la aprobación de la emergencia para Bahía Blanca, terminó en un escándalo cargado de gritos, empujones y hasta golpes de puño entre legisladores del oficialismo y sus aliados. El detonante fue la decisión del presidente de la Cámara, Martín Menem, de impedir el tratamiento de dos emplazamientos impulsados por el bloque de Unión por la Patria (UP).
En medio del caos que reinaba en las inmediaciones del Congreso por la brutal represión contra jubilados, puertas adentro del recinto se vivieron escenas de tensión cuando la diputada Victoria Toloza Paz presentó dos iniciativas: la normalización de la Comisión de Juicio Político con Marcela Pagano como titular y la derogación de las facultades delegadas que el Congreso le otorgó a Javier Milei en la Ley Bases. Ambas propuestas despertaron la furia del bloque libertario, que intentó boicotear la votación.
Sin embargo, un grupo de exlibertarios, liderado por Oscar Zago, junto a las diputadas oficialistas Pagano y Rocío Bonacci, decidieron permanecer en sus bancas para habilitar el debate, desatando la ira del resto del bloque de La Libertad Avanza (LLA). Entre gritos e insultos, los libertarios exigieron que se levantaran para impedir el quórum. Ante la negativa, las diputadas fueron agredidas con agua. “Nos tiraron agua por pedirles que se levanten, esto es imperdonable”, denunció la diputada Celeste Ponce en redes sociales.
El escándalo escaló cuando Zago y el diputado libertario Lisandro Almirón se enfrentaron a golpes en los pasillos del Congreso. Almirón responde directamente a Martín Menem, quien se opone a que Pagano asuma la titularidad de la Comisión de Juicio Político.
La reacción de Menem fue inmediata: paralizó la sesión bajo el argumento de la falta de quórum, aunque el tablero registraba 128 presentes. Aprovechando la confusión, Menem dio por concluida la sesión y abandonó el recinto, desatando la indignación de los diputados de UP, entre ellos Máximo Kirchner, Carlos Castagneto e Itai Hagman, quienes le reclamaron que permitiera continuar con el debate.
La escena dejó en evidencia el desorden que domina al bloque oficialista y el escaso margen de maniobra que tiene el gobierno para frenar el debate parlamentario sin recurrir a maniobras desesperadas.