El Poder Ejecutivo destinó $195.000 millones a beneficios impositivos para empresas Tech, con Mercado Libre como principal beneficiario.
En un contexto de ajuste fiscal que golpea a sectores clave y deja a muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) al borde del cierre, el Gobierno ha decidido otorgar exenciones impositivas por $195.000 millones a empresas del sector tecnológico, con Mercado Libre como principal beneficiaria. La medida, tomada por decreto, generó fuertes críticas debido a que prioriza a grandes corporaciones con utilidades millonarias que en muchos casos se giran al exterior, mientras otros sectores productivos se enfrentan a crecientes costos, una merma en el consumo y los efectos de la apertura importadora.
El decreto, publicado la semana pasada en simultáneo con la jornada de protestas y represión en el Congreso, amplía en un 30% el presupuesto destinado al régimen de Economía del Conocimiento en comparación con el año anterior, superando en 10 puntos la inflación proyectada. En contraste, el Presupuesto 2025 prevé aumentos mucho menores en áreas esenciales: solo un 1,7% para Capital Humano, 2,3% para Defensa y 3,6% para el Poder Judicial.
Este régimen, creado en 2019 como una evolución de la Ley de Software, otorga beneficios fiscales a empresas dedicadas a la exportación de software, biotecnología y otros servicios tecnológicos. Sin embargo, aunque su objetivo inicial era fomentar la innovación y el empleo, su implementación ha favorecido principalmente a grandes compañías. Mercado Libre, que en los últimos tres años recibió USD 250 millones en incentivos, es el mayor beneficiario. A pesar de que el Gobierno no ha transparentado la información, fuentes del sector confirman que la empresa fundada por Marcos Galperin concentra buena parte de estos subsidios. En 2024, la compañía reportó ingresos por USD 21.000 millones y una valuación de USD 105.000 millones, pero destinó solo USD 75 millones a inversiones en Argentina, una cifra similar a lo que percibe en subsidios fiscales.
El esquema ofrece dos beneficios principales: un reintegro de contribuciones patronales y una reducción del impuesto a las ganancias, que alcanza el 20% para grandes empresas y el 60% para las más pequeñas. Sin embargo, el impacto real en las pymes es limitado, ya que según datos oficiales, 76 grandes compañías concentraban en 2023 el 50% de los empleados alcanzados por el régimen y absorbieron la mitad del cupo fiscal.
Además de Mercado Libre, entre las empresas que reciben estos beneficios se encuentran Globant, Accenture, Despegar y Capgemini. En el sector financiero y sindical han surgido fuertes críticas a la medida, señalando que los subsidios terminan beneficiando a un grupo reducido de firmas con sede en el exterior o en paraísos fiscales. “Año a año, los subsidios quedan en manos de grandes corporaciones que no reinvierten en el país”, denunció Esteban Sargiotto, director del Observatorio del Trabajo Informático (OTI). Desde esta entidad también se cuestiona la falta de transparencia en la asignación de los recursos y la ausencia de un convenio colectivo para los trabajadores del sector.
Sin embargo, para muchas pymes que enfrentan costos crecientes, tasas de interés elevadas y una caída en el consumo, la medida resulta un nuevo golpe. Mientras ellas luchan por no bajar sus persianas, las grandes empresas continúan recibiendo beneficios millonarios que no necesariamente se traducen en un mayor desarrollo productivo dentro del país.