El expresidente apuntó contra quienes abandonaron el partido y avivó la crisis dentro del PRO, que atraviesa un momento de fuerte fragmentación tras su regreso a la conducción.
Mauricio Macri volvió a encender la mecha dentro del PRO con una frase que no pasó desapercibida. “Los que tenían precio ya fueron comprados”, lanzó en una entrevista radial, en clara alusión a exdirigentes que se alejaron del partido tras su regreso a la presidencia del espacio. La declaración se dio en medio de una fuerte interna que ya provocó la renuncia de la mayoría del Consejo Directivo del PRO bonaerense, en un clima que varios sectores califican como de intervención de hecho.
El expresidente no mencionó nombres, pero sus palabras cayeron como una piedra entre quienes cuestionan su estilo de conducción. En lugar de abrir el juego para reconstruir una fuerza política desgastada, Macri parece decidido a imponer su línea con mano dura, aun a costa de profundizar las rupturas. Lo que algunos interpretan como una reafirmación de liderazgo, otros lo leen como una muestra de autoritarismo que deja afuera a quienes no responden a sus intereses.
En paralelo, el PRO enfrenta una crisis de identidad: con la alianza con La Libertad Avanza todavía a prueba y sin una figura de recambio clara, el partido navega aguas inciertas. Macri insiste en que los que se fueron “ya estaban afuera”, y que “los valiosos están adentro”, pero lo cierto es que cada vez son más las voces críticas que cuestionan el rumbo del espacio y la falta de diálogo interno.
Con esta nueva declaración, el expresidente parece cerrar definitivamente la puerta a cualquier intento de unidad con los sectores que hoy miran con recelo la concentración de poder en su figura. Y aunque no lo diga, la pregunta que sobrevuela es si su liderazgo todavía tiene el respaldo suficiente para sostener al PRO como una fuerza competitiva en el futuro cercano.