Israel atacó a Irán y Trump amenaza con más devastación

El conflicto en Medio Oriente escaló de forma dramática este viernes, luego de que Israel lanzara un ataque militar directo contra instalaciones nucleares y objetivos estratégicos en territorio iraní.

La operación, calificada por el primer ministro Benjamín Netanyahu como un “ataque preventivo”, marca un punto de no retorno en la tensión regional, y podría desencadenar una cadena de represalias con efectos imprevisibles en toda la región.

En respuesta inmediata, Irán activó su capacidad de defensa y lanzó más de 100 drones hacia territorio israelí, en lo que las autoridades militares iraníes describieron como la “primera ofensiva” y una señal clara de que “todas las líneas rojas han sido cruzadas”.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que todos sus sistemas de defensa están activos para interceptar las amenazas aéreas, mientras que en el país se ha declarado estado de emergencia. Las sirenas antiaéreas suenan en varias ciudades, y la población civil se encuentra en máxima alerta.

El ministro de Defensa israelí afirmó que el operativo militar —bautizado como Operación León Ascendente— “durará tantos días como sea necesario” y tiene como objetivo neutralizar lo que Tel Aviv considera una amenaza existencial: el avance del programa nuclear iraní. “Irán podría producir un arma nuclear en cuestión de días si no se le detiene”, advirtió un alto funcionario israelí, aunque sin dar mayores evidencias.

La ofensiva ocurre en un momento de total estancamiento en las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán, lo que agudiza la incertidumbre global. Si bien Estados Unidos negó cualquier participación en el ataque, el presidente Donald Trump expresó su apoyo a Israel y lanzó una advertencia directa a Irán: “Ya ha habido gran muerte y destrucción, pero los próximos ataques serán aún más brutales si no se alcanza un acuerdo nuclear”.

Desde la Casa Blanca, el secretario de Estado Marco Rubio reiteró que la acción fue unilateral por parte de Israel y que la prioridad de su país es proteger al personal estadounidense en la región. “No participamos en los ataques y advertimos que Irán no debe amenazar los intereses ni al personal de EE.UU.”, afirmó.

El nuevo capítulo del conflicto entre Israel e Irán plantea un giro crítico en la geopolítica de Medio Oriente. Las consecuencias aún son inciertas, pero analistas coinciden en que este enfrentamiento puede escalar a un conflicto regional de gran envergadura, con repercusiones internacionales en materia de seguridad, economía y diplomacia.

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