El presidente defiende un modelo económico basado en teorías del siglo XIX que ignoran la complejidad de las economías modernas. Su visión del equilibrio general y la inflación no solo es errónea: es peligrosa. Detrás de su discurso técnico se esconde una política económica que profundiza la desigualdad, el ajuste y la crisis social.
El presidente es un defensor acérrimo de modelos teóricos neoclásicos como el Equilibrio General (EG) , que remontan a Walras y otros clásicos del siglo XIX. Sin embargo, su visión no solo es anacrónica, sino profundamente ingenua, dogmática e incompatible con la complejidad de las economías modernas.
¿Qué dice Milei sobre el equilibrio general?
En una serie de tweets publicados el 9 de abril de 2023, Milei explicó su visión del equilibrio general walrasiano , afirmando que:
“En este contexto no se determinan los precios absolutos, sino los precios relativos ‘P(A)/P(B)’ o su inverso”.

Además, argumentó que:
“Por ello en una economía de trueque no hay inflación sino cambio de precios relativos. Y si inflación es suba de todos los precios, es porque existe dinero que pierde valor”.
Estas afirmaciones son técnicamente ciertas dentro de su marco teórico, pero totalmente inútiles en la práctica.

La falacia del modelo de equilibrio general
Milei basa gran parte de su discurso económico en conceptos abstractos de equilibrio general, ignorando que estos modelos parten de supuestos irreales:
- Agentes racionales y mercados siempre en equilibrio : En la vida real, los seres humanos toman decisiones irracionales, existen rigideces salariales, desempleo involuntario y crisis sistémicas. Ninguna de estas cosas contempla Milei a la hora de analizar la situación económica del país ya que confía demasiado en las teorías escritas.
- El dinero como mero numerario : Para Milei, el dinero es solo una herramienta contable, sin rol activo en la economía. Esto contradice décadas de teoría monetaria y experiencia histórica. Además, auspicia una libertad de monedas que en la práctica el propio presidente no cumple, ya que desde que asumió intercede en el mercado de cambios.
- Ausencia de instituciones, poder corporativo y desigualdad : El EG ignora por completo estructuras sociales, políticas y de poder que afectan profundamente la dinámica económica, y los andares geopolíticos de la historia. Sus premisas se sostienen en un mundo ficticio donde la competencia es “perfecta” y nadie toma atajos ilegales a la hora de llevar adelante las finanzas.
¿Dónde falla Milei? Evidencia empírica
La visión de Milei no solo es ideológica, sino que choca frontalmente con la realidad argentina y global. Sus afirmaciones sobre el equilibrio general, la inflación y el rol del Estado parten de un marco teórico cerrado, que desconoce décadas de evidencia empírica, crisis reales y transformaciones estructurales de las economías modernas.
Milei sostiene que la inflación se reduce a un problema de emisión monetaria, ignorando que los procesos inflacionarios son multidimensionales y dependen de factores como el tipo de cambio, el déficit fiscal, la salida de capitales, la dolarización implícita, la inercia inflacionaria y el poder de mercado. Reducir todo fenómeno económico a variables microeconómicas o monetarias es simplificar hasta el punto de perder toda capacidad explicativa.
El país que trajo Milei: ajuste brutal y caos social
Desde que asumió la presidencia en diciembre de 2023, Javier Milei aplicó un paquete de medidas basado en su visión economicista liberal clásica: recorte del gasto público, eliminación de subsidios, despidos masivos en el sector estatal, reforma laboral regresiva y un proyecto de ley para abolir el Banco Central. Sin embargo, los resultados han sido contundentes:
- La pobreza supera el 54% según datos del INDEC del primer trimestre de 2024.
- La inflación interanual supera el 200% , sin signos claros de desaceleración y con una canasta poco creíble.
- El salario real cayó drásticamente, afectando a millones de trabajadores, a la vez que el gobierno se niega a homologar paritarias, intercediendo una vez más en la economía. ¿Y la libertad de negociación entre partes?
- Se han registrado cientos de cierres de pymes, comercios y fábricas , especialmente en sectores estratégicos como la industria textil, automotriz y alimenticia.
- La economía muestra una contracción significativa, con indicadores de actividad económica en baja constante que superan los números de la pandemia, cuando la economía se frenó casi en su totalidad.
Estos resultados no son accidentes ni consecuencias externas: son el producto predecible de políticas económicas diseñadas desde un modelo teórico que prioriza el dogma ideológico por encima de la evidencia empírica.
¿Y qué dice la historia?
Argentina no es el único país de la región que ha intentado seguir recetas similares a las de Milei. Históricamente, cuando se aplican políticas de ajuste extremo, desregulación financiera y reducción drástica del rol del Estado, los resultados suelen ser desastrosos:
- En Chile (1975) , durante la dictadura militar, se aplicaron reformas neoliberales inspiradas en Milton Friedman y los “Chicago Boys”. Aunque hubo cierto crecimiento en los años posteriores, la pobreza y la desigualdad permanecieron altas, generando movimientos sociales de protesta que perduran hasta hoy.
- En Argentina (1990-2001) nuestro país implementó el régimen de convertibilidad impulsado por Domingo Cavallo, que fijaba una paridad uno a uno entre el peso y el dólar con el apoyo del Fondo Monetario Internacional. Este modelo, alineado con recetas ortodoxas similares a las defendidas por Javier Milei, buscaba estabilizar la moneda y contener la inflación, pero generó rigideces que terminaron debilitando la economía. Durante el gobierno de Fernando de la Rúa, con Federico Sturzenegger al frente del Ministerio de Economía, se profundizaron políticas de ajuste que llevaron al colapso financiero, el corralito y el default soberano más grande de la historia, dejando millones de personas en la pobreza y arruinando los ahorros de muchas familias.
- En Perú (1990-1995) , Alberto Fujimori aplicó un plan de shock neoliberal que incluyó privatizaciones, ajuste fiscal y control salarial. Los resultados fueron estancamiento económico, aumento de la pobreza y una profunda polarización social.
Según informes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, los países que logran estabilidad macroeconómica sostenida combinan políticas monetarias responsables con intervención estatal estratégica, regulaciones financieras sólidas y sistemas de protección social efectivos. No hay caso exitoso documentado de recuperación económica basada exclusivamente en recortes y liberalización extrema.
La inflación no es solo un problema de oferta monetaria
Una de las obsesiones de Milei es achacar toda inflación a la emisión monetaria. Pero esto es simplificar hasta el absurdo.
Existen varios tipos de inflación:
- Inflación por demanda : cuando la demanda supera la capacidad productiva.
- Inflación por costos : por subidas de precios internacionales, como el petróleo.
- Inflación estructural : muy común en Argentina, por débil producción local y dolarización implícita.
- Inflación importada : por devaluación y tipo de cambio flexible.
Reducir todo fenómeno inflacionario a un problema de “emisión” es ignorar variables clave como:
- Expectativas de inflación
- Déficit fiscal
- Salida de capitales
- Inercia inflacionaria
- Poder monopolístico empresarial

Conclusión: el dogma mata
Javier Milei utiliza conceptos de equilibrio general walrasiano como si fueran leyes inmutables de la física, cuando en realidad son modelos teóricos simplificados que no capturan la complejidad de las economías reales.
Su visión del dinero, la inflación y los mercados es estática, idealizada y ajena a la evidencia empírica. Apostar por políticas basadas exclusivamente en estas ideas es como pretender curar una epidemia con remedios del siglo XVIII: puede sonar lógico en un aula, pero mata en la realidad.