El corte Gres: los giros del aviÃģn

“Giros, fotografías de distintos lugares, fotogrÃĄficamente tan distantes”, solía decir Fito PÃĄez hace muchos aÃąos, y eso es un poco lo que pasÃģ en la Argentina.

Por un lado, tenÃĐs hospitales en los cuales se estÃĄ invirtiendo despuÃĐs de cincuenta aÃąos de una enorme desinversiÃģn, al menos en provincia de Buenos Aires.

Y por el otro tenÃĐs una carta de un ex ministro que puede causar un enorme cimbronazo en toda la gestiÃģn de Alberto FernÃĄndez, porque va a demorar la realizaciÃģn del gasoducto NÃĐstor Kirchner. Esto va a lograr que se demore la llegada de dÃģlares y la reactivaciÃģn industrial, por la falta de energía histÃģrica que sufre el país, desde hace ya muchos aÃąos. En este contexto, una renuncia de un propio le causa al gobierno de Alberto mÃĄs daÃąo que la de algunos funcionarios cercanos a otro sector de la coaliciÃģn.

Mientras tanto, algunos se suben al aviÃģn con la intenciÃģn de calmar los daÃąos colaterales de esta renuncia. Cuando hablo de “calmar daÃąos colaterales”, hablo de tranquilizar el estado de ÃĄnimo de Sergio Massa que pretendía que JosÃĐ Ignacio el “Vasco” De Mendiguren fuera quien ocupara la cartera que finalmente va a integrar el “pichichi” Daniel Scioli.

Esto no pasÃģ. El presidente tomÃģ otra decisiÃģn, de forma (por supuesto) inconsulta para con cualquiera de los otros sectores de la coaliciÃģn, que parecen ya tener los sonidos del silencio.

Muchos hablan hoy de la lejana posibilidad de que Alberto FernÃĄndez sea candidato a presidente. Varios referentes, por caso Emilio PÃĐrsico, ya declaran en OFF y en ON (hoy que estÃĄn tan de moda) que si no puede ser el actual mandatario, habrÃĄ que buscar otro referente.

En este contexto, discutimos periodismo “profesional y militante” que tanto los preocupa y desespera a cierto segmento de la oposiciÃģn cuando ven con los colmillos largos la posibilidad de ser gobierno. Se relamen entre sí endureciendo posiciones.

Esto parece estar muy claro, viendo las declaraciones de las Últimas horas de la ex ministra de Seguridad de la ALIANZA, y la persona mÃĄs cercana a la Embajada de los Estados Unidos en nuestro país. No, no hablo de Elisa CarriÃģ, hablo de Patricia Bullrich. Hoy la nueva princesa del poder de los Estados Unidos es Bullrich para los poderes concentrados hegemÃģnicos del país del norte.

Mientras tanto, Alberto viaja a la Cumbre de las AmÃĐricas para ser la voz de los ausentes (o al menos eso es lo que declamÃģ antes de subir al famoso aviÃģn de la concordia).

Mientras los lugares estÃĄn fotogrÃĄficamente tan distantes, como decíamos al principio de esta columna, en el país seguimos discutiendo las cosas indiscutibles: Mauricio Macri discute a HipÃģlito Irigoyen, a Juan Domingo PerÃģn y a Evita. CuestiÃģn que no debería ser puesta ni siquiera en una mesa de discusiÃģn, por lo que estos tres dirigentes han aportado al mundo de la política

Macri, con su claridad intelectual ya acostumbrada, los pone en revisiÃģn y discusiÃģn a favor de un razonamiento que poco podemos comprender pero como dicen muchos “Mauricio es Macri” y esto suele ocurrir cada vez mÃĄs seguido, y cada vez mÃĄs profundamente.

Para cerrar esta pequeÃąa reflexiÃģn para los amigos de PRIMEREANDO, lo primero que tengo para decir (valga el juego de palabras), es que no hay construcciÃģn de ciudadanía sin un proyecto de país. No hay país sin futuro. No hay futuro sin dignidad. Y para esa dignidad lo primero que necesitamos es una dirigencia que este a la altura, preparada para los grandes desafíos.  

Si la discusiÃģn es Irigoyen, PerÃģn o Evita, estamos complicados. Creo que nuestra coaliciÃģn deberÃĄ estar a la altura para mejorar una política bastante abaratada.  

Por Jorge Gres, para PRIMEREANDO LAS NOTICIAS

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