José Ignacio De Mendiguren vaticinó que la sesión de hoy en la Cámara baja durará casi 20 horas dado que "se va a debatir mucho" y lamentó que el oficialismo haya rechazado la modificación del artículo 37 de la Ley de Administración Financiera que propuso el bloque del Frente Renovador.

El massismo quería poner un límite al endeudamiento y también modificar el artículo señalado para que la emisión de deuda vuelva a ser una facultad exclusiva del Congreso Nacional, después de que fuera transferido a la jurisdicción del Poder Ejecutivo en tiempos de crisis.

"Hemos trabajado con el Gobierno, sabemos que la situación es difícil porque llegamos a enredar tanto esta causa en los últimos años que siempre hay un capítulo nuevo", dijo el legislador en declaraciones a radio La Red.

Y enfatizó que el Frente Renovador busca al problema una salida "que sirva" y le de una solución integral a la deuda, que impida la posibilidad de reclamar a los bonistas que ya reestructuraron sus títulos en los canjes de 2005 y 2010, durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.

"Era muy muy remota y muy hipotética esa posibilidad, pero cabía esa duda y había que evitarla", dijo De Mengiguren sobre la eventualidad de que los bonistas reestructurados litiguen porque el pago a los fondos buitres será mejor.

"Así es", dijo el diputado al ser consultado sobre si saldrá la ley de normalización de la deuda y remarcó que "a ninguno le gusta" aprobar esta normativa porque el fallo del juez Thomas Griesa es "muy poco feliz" pero fue ratificado por la Cámara de Apelaciones de Nueva York.

Explicó el diputado que el Frente Renovador logró introducir ayer al proyecto cláusulas para que no se pague si no se resuelven antes los problemas judiciales, dando "todas las garantías posibles a lo que se firme para que sea realmente una solución definitiva".

El diputado nacional y uno de los referentes en materia económica del Frente Renovador José Ignacio De Mendiguren reclamó hoy que los candidatos presidenciales que competirán en el balotaje del próximo domingo digan "con claridad qué quieren hacer y con quiénes quieren trabajar".

El ex titular de la Unión Industrial Argentina señaló durante una entrevista en Rario América que es trascendente conocer cuáles serán los gabinetes que pondrían en funciones Daniel Scioli (FpV) y Mauricio Macri (PRO) en sus eventuales gobiernos, algo que el candidato oficialista ya dejó trascender y el candidato opositor mantiene en reserva.

"Deben decir con claridad qué quieren hacer y con quiénes quieren trabajar", enfatizó De Mendiguren, que luego aclaró: "No somos dueños de los 5 millones y medio de votos (que votaron a Sergio Massa), pero los candidatos que pretendan los votos van a tener que ser muy claros en la propuestas como lo fuimos nosotros, sino la gente que nos acompaño no nos hubiera votado y los hubiera votado a ellos".

En otro tramo de la entrevista, el dirigente industrial sostuvo que ante las crisis económicas hay que "aliarse al sector productivo, recreando los espacios de rentabilidad para que la gente vuelva a invertir" y rechazó así las recetas de ajuste.

Tras definirse como "un industrial desarrollista", subrayó que las crisis se afrontan "recortando gastos" o "facturando el doble" y recordó con pesar la época en la que como presidente de la UIA recorrió programas de televisión "con cajas llenas de productos importados como latas de choclos francesas, alimento para perros de Inglaterra", y agregó "los argentinos habíamos llegando a ese extremo negando el problema".

De Mendiguren recordó la gestión del ex presidente Eduardo Duhalde cuando ante la crisis mundial eligió establecer una alianza con el sector productivo y comparó: "La Unión Europea ante la misma crisis llamó a los ideólogos del sistema y hoy todavía paga los costos y tienen a Grecia de ajuste en ajuste y los acreedores no cobraron".

"Es como cuando la Alianza en el 2000/2001 quiso resolver la convertibilidad ajustando y llegó a decir que le sacaba la plata a los jubilados para pagarle a los acreedores y terminamos en la peor crisis social de la historia del país", graficó.

Dirigentes del sciolismo se reunieron ayer con el ex candidato a gobernador bonaerense por el de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), Felipe Solá, que aclaró que no votará en blanco en el ballottage del próximo domingo. El gesto prácticamente da por descontado su respaldo al a Daniel Scioli, luego de que en las últimas semanas expresara sus diferencias con Mauricio Macri.

A cinco días del ballottage, Solá reiteró que "para algunos peronistas es difícil votar" al jefe de Gobierno porteño. En este sentido, aclaró que si bien en el massismo "no son dueños de los votos" que cosechó UNA en octubre, su deseo era que "la Argentina del futuro tenga trabajo, producción y crezca" y manifestó que esperaba "claridad y conciencia" para el próximo domingo.

Aunque no lo explicitó con precisión, el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires expresó un claro guiño hacia Scioli: "Soy dirigente del Frente Renovador y no voy a votar en blanco".

"Todavía espero que Macri conteste sobre la devaluación y el ajuste", ironizó en relación al debate presidencial del domingo pasado.

Días atrás, Solá aseguró que "a los peronistas les cuesta mucho votar a Macri", y acerca del debate, consideró que "el más honesto de los dos fue Scioli porque no lo acusó personalmente en ningún momento" al candidato de Cambiemos.

La ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez, encabezó el almuerzo con Solá en el patio del Museo Evita, ubicado en Lafinur 2988 de esta capital, en el barrio de Palermo, con la excusa de celebrar el Día de la Militancia.

Del encuentro participaron, por el oficialismo, el diputado provincial Fernando "Chino" Navarro; el ex canciller Jorge Taiana; el ex embajador en el Vaticano Juan Pablo Cafiero y el ex secretario de Medios Enrique Albistur, mientras por el massismo se sumó el diputado y referente de la UIA José Ignacio de Mendiguren.

"Uno tiene una historia como todos ellos. Somos amigos antes que nada, nos respetamos y queremos desde hace muchos años", dijo Solá al término del almuerzo, y completó: "Este fue un encuentro deliberado, que une el pasado con el presente".

Consultado sobre el brindis con que se cerró el encuentro, aclaró que se hizo "por seguir unidos" y "que no haya brecha alguna que nos separe", tras lo cual remarcó: "Ojalá esté el peronismo unido y la Argentina".

Pese a que hasta último momento se especuló con la presencia de otros dirigentes del massismo, la mesa del almuerzo no fue ampliada, y tanto Solá como De Mendiguren ratificaron su pertenencia al bloque massista en la Cámara de Diputados, aunque destacaron el nuevo "tiempo político" que se abrirá a partir del recambio de gobierno el 10 de diciembre.

Sin embargo, según pudo saber DyN, la Casa Rosada se mostró "interesada" en que se diera a conocer el encuentro, por lo que hubo un cambio de planes respecto a la posición inicial de no difundir la reunión.

De Mendiguren indicó que con la presencia de la comitiva massista se demostraba que "la Argentina que viene es de diálogo", por lo que, pese a que podían "tener diferencias" con el oficialismo, el almuerzo inauguraba el "trabajo conjunto" de ambos espacios en el Congreso, a partir de la incorporación de Scioli de distintas propuestas de Massa.

En declaraciones a DyN, Navarro dijo "imaginarse" que tanto Solá como De Mendiguren "van a tomar la boleta de Scioli" el domingo, aunque aclaró: "Decir que lo van a votar, les corresponde a ellos, más allá de que me voy con toda la tranquilidad".

"Me encuentro mucho con votantes del Frente Renovador que están indecisos, pero la mayoría de ellos me plantea que van a votar a Scioli porque no quieren el ajuste de Macri", concluyó.

En diálogo con radio Nacional Rock, José Ignacio De Mendiguren, ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) y diputado nacional por el Frente Renovador, apuntó contra un endeudamiento de la economía como el producido en los '90, que "le dejó a Wall Street 3 mil millones en comisiones" y que llevó a "importar choclos de Francia o pomelos de Israel".

"Esa plata nunca llega sin condiciones: tenés que ajustar, pero además darles el mercado. Cuando la Argentina fue por la valorización productiva salimos de la crisis de 2001, porque si hubiéramos sucumbido a la valorización financiera tendríamos que haber dolarizado. Esto pasó hace poco tiempo", recordó.

Reconoció que "la valorización financiera" tiene "un discurso interesante para cuando el gobierno no tiene las cosas claras", porque le propone "renovar un bono, colocar deuda" y los productores tendrán "dolores de cabeza".

"No estoy en contra del crédito internacional, que quede claro, pero cuando el crédito es para financiar el endeudamiento, seguro que no lo vas a poder pagar", argumentó De Mendiguren.

Adelantó que los diputados nacionales de la fuerza que integra se van a oponer a ese tipo de propuestas económicas y volvió a insistir en la necesidad de "un cambio justo".

"Nosotros creemos que no somos los dueños de los votos. Nos siguieron porque fueron claros en las propuestas, dimos respuestas a todo, hemos dicho cómo y con quién íbamos a hacerlo. Ahora lo que hemos dicho es que los candidatos que han quedado, que sean ellos, los que tengan que convencer a los votantes que nos acompañaron por esas propuestas, que sean ellos los que los conquisten", concluyó.

"Si nosotros estamos en la segunda vuelta, (el candidato presidencial del Frente para la Victoria Daniel) Scioli pierde, y si Macri está en la segunda vuelta, Scioli gana, de manera tal que nosotros estamos convencidos que somos el mejor camino para terminar con esta etapa y empezar una nueva", afirmó envalentonado Sergio Massa.

Además, el tigrense insistió con la invitación a debatir a Macri, en la lucha por entrar en el balotaje: "Yo le pido con mucho respeto al ingeniero Macri que el domingo aprovechemos que estamos los dos invitados a un programa de televisión, y en ese programa debatamos propuestas, equipos y quién tiene la capacidad de liderar".

"Los argentinos se merecen tener la oportunidad de comparar para poder elegir, y a los argentinos decirles que aquellos que quieren terminar con estos doce años, tienen en nosotros la garantía de que si estamos en la segunda vuelta, Scioli no gana”, dijo.

Massa visitó la planta Fanaquímica junto al candidato a intendente Aníbal Asseff y los diputados Facundo Moyano y José Ignacio de Mendiguren, y afirmó: "Vamos a cambiar planes por trabajo y decirle a quien hoy está condenado y castigado en nuestra sociedad a tener solamente un plan, que vamos a hacerlo volver al mercado de trabajo".

"La Argentina del trabajo es sumar el esfuerzo de nuestros trabajadores y el esfuerzo de nuestros pequeños y medianos empresarios, para que la Argentina genere empleo y para que ese empleo nos dé la posibilidad de que la gente viva dignamente", afirmó el candidato presidencial.

Asimismo, agregó: "Creo que es fundamental, sobre todo acá en Moreno, que trabajemos seriamente en la radicación industrial, en la generación de nuevos puestos de trabajo, porque hay dos temas centrales que me plantearon los trabajadores y los empresarios".

"Uno que tiene que ver con devolverle la cultura del trabajo a Moreno, y la otra que tiene que ver con la idea de que tengamos seguridad, y para tener seguridad tenemos que tener a la gente trabajando", completó.

La disputa por el sillón de Dardo Rocha es central para los planes del massismo. Por eso el desafío que se propuso Felipe Solá, candidato a gobernador por el Frente Renovador, es conseguir una porción del millón y medio de votos que obtuvo el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, en las elecciones primarias.

El equipo de campaña del Frente Renovador trabaja sobre el “perfil compartido” de ambos candidatos oriundos del peronismo tradicional. “A Julián lo votó gente que le presta atención a la política, que busca un perfil conciliador”, analizan en el entorno de Solá. Aníbal Fernández, en cambio, jugó para el kirchnerismo duro, profundizando sus embates contra el Grupo Clarín.

Ante este análisis, consideran que el votante de Julián se inclinará por Solá, quien ya fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires entre el 2002 y el 2007.

Otro dato que alimenta esta lectura es que existen funcionarios de Daniel Scioli, en su mayoría de segunda línea, que prefieren a Felipe antes que a Aníbal, con quien incluso han compartido la tarea de gestión. Son funcionarios que respetan el trabajo que hizo Solá en su mandato, pero que están orgánicamente abocados a la campaña presidencial de Daniel Osvaldo Scioli en el Frente para la Victoria.

Ayer el diputado del Frente Renovador y Secretario de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio De Mendiguren, hizo público estos deseos del massismo. Dijo que aspira “a que Felipe Solá capte los votos que obtuvo Julián Domínguez en la interna del Frente para la Victoria y que no van a ir a Aníbal Fernández”.

"Solá es un candidato reconocido en la provincia de Buenos Aires por lo que hizo al ponerse al frente de la crisis del 2001 y eso la gente lo valora”, agregó el dirigente empresarial.

Para profundizar su armado, durante las próximas horas Felipe Solá tiene previsto varias reuniones en Capital Federal. La semana que viene volverá a la ruta y visitará el interior bonaerense con la estrategia del “contacto directo”. “Los votos no son de los intendentes ni de los dirigentes, son de la gente”, se entusiasman en el massismo, desde donde mueven sus fichas para captar parte del electorado dominguista.

Horas decisivas. El diputado nacional por el Frente Renovador José Ignacio De Mendiguren aseguró hoy que esa fuerza “sigue siendo una opción para la Presidencia de la Nación”, aunque aclaró que “si existe una opción mejor se va a adoptar hoy”.

La referencia del industrial es a la reunión que mantendrán en la jornada referentes del massismo de cara al cierre este miércoles de la inscripción de alianzas para las PASO de agosto.

“Hoy se reúnen intendentes, legisladores, concejales, espero que de ahí salga una definición. Está claro que el Frente Renovador hasta ahora es una opción para la Presidencia de la Nación. Si hay una opción mejor se va a adoptar hoy”, señaló De Mendiguren desde Ginebra, donde participa de la 104 Conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El legislador resaltó que el planteo del Frente Renovador es “la necesidad de tener una alianza amplia” y, en ese sentido, ponderó el acuerdo para que el líder de ese espacio, Sergio Massa, compita en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) con el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, por la candidatura presidencial para las elecciones de octubre.

No obstante, destacó que “se podría incorporar a algún otro candidato si es que estuviera dispuesto”.

En defensa de mantener la vigencia del massismo, el empresario industrial sostuvo que pese a no formar parte del armado político, “el Frente Renovador es un movimiento nuevo que nació hace dos años y fue fundamental para que hoy se esté desarrollando la alternancia”.

Al respecto, enfatizó que el Frente Renovador reconoce “muy bien todo lo bueno” de la actual gestión de gobierno”, que “vamos a rescatar y a perfeccionar”, dijo, porque “tenemos claro que no queremos volver a la década del ‘90”, aunque “es necesario hacer algunos cambios, los cambios justos, y sabemos lo que hace falta”.

En el marco de la agenda de encuentros de la Unión Industrial Argentina (UIA) con los precandidatos presidenciales para intercambiar propuestas, ayer fue el turno de Daniel Scioli. Al gobernador lo acompañaron a la sede industrial su ministro de la Producción, Cristian Breitenstein, el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, y el presidente del Astillero Río Santiago, Héctor Scavuzzo.

En este contexto, la UIA planteó al precandidato presidencial del Frente para la Victoria la necesidad de “calentar la inversión”, sobre la base de las “necesidades insatisfechas” que “la economía argentina aún tiene”, y se cuidó de subrayar que de ningún modo plantean “enfriar la economía ni bajar los salarios”. Por su parte, Scioli intentó mostrarse como la contracara de Mauricio Macri, candidato con el que el gobernador intenta polarizar.

Pero según confirmó el propio protagonista, el dato político más destacable de la jornada fue la oferta que Scioli le lanzó, “mitad en broma, mitad en serio” al "Vasco" José Ignacio De Mendiguren de ocupar un futuro Ministerio de Industria, una vez que sea presidente. "Los conozco desde hace años, tanto a Scioli como a Gustavo Marangoni, y me dijeron que yo sería bueno para ocupar ese cargo", admitió el industrial.

De Mendiguren ocupa una banca como diputado nacional por el Frente Renovador, con lo cual el invite oficia como llamado a un nuevo pase de vereda del raleado espacio de Sergio Massa. Sin embargo, de Mendiguren aclaró que no pertenece al "armado político de Massa". El histórico dirigente industrial y ex ministro de la Producción de Eduardo Duhalde, dijo que "sí me siento parte del equipo económico encabezado por Roberto Lavagna".

En ese sentido precisó diferencias entre los euipos económicos de Massa, Scioli y Mauricio Macri. "En la valorización productiva me deja más tranquilo (Roberto) Lavagna que Mario Blejer (asesor económico de Sciolli) o que Carlos Melconian (el ultraliberal economista PRO)". Respecto a la propuesta de Scioli en sí, dijo que falta mucho y que optó no tomarla como un ofrecimiento formal. Al menos por ahora.

Dirigentes del massismo bonaerense se reunieron anteanoche en un encuentro reservado en las Lomas de San Isidro, en el que expresaron su preocupación por el "desorden en la organización del partido" y la situación de Darío Giustozzi, y en el que Jesús Cariglino anticipó que renunciará a competir en las PASO si eso ayuda al espacio.

Según confirmaron a Télam dos de los presentes, la reunión tuvo lugar el miércoles por la noche en la casa del diputado y miembro de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, quien fue el convocante, en un encuentro autónomo de la conducción de Sergio Massa.

Estuvieron presentes, además del anfitrión, los precandidatos a gobernador Francisco De Narváez y Jesús Cariglino, los intendentes Rául Othacehé (Merlo) y Marcela Passo (General Lavalle), el rector de la UNLZ, Diego Molea y la diputada María Azucena Echosor (esposa del intendente Luis Acuña), entre otros.

"De Narváez dijo estar preocupado por el nivel de desorganización en el partido y el rumbo actual, eso fue un consenso mayoritario entre todos los que fueron a la cena", relató una de las fuentes.

Además, dijo que Cariglino manifestó "estar dispuesto a bajar su candidatura si era bueno para el espacio, y que no era caprichoso como para perjudicar al resto" de los dirigentes.

El intendente de Malvinas Argentinas viene dejando trascender su malestar por la indiferencia de Massa para con él, "porque se muestra en varias fotos con Giustozzi pero no hace lo mismo con Jesús".

"Se conversó sobre las dudas que presenta Darío, sobre finalmente qué hará. Queremos saber si juega las PASO y que no haya más trascendidos sobre su salida del Frente", explicaron.

Otra fuente consultada, más optimista, señaló que el encuentro "fue amigable y sin gran representatividad porque había pocos intendentes", y que fue para "organizar cosas que faltan ordenar", en especial alusión a las Mesas Seccionales en la Provincia anunciadas por Massa en marzo pasado pero nunca dispuestas.

"No estábamos preocupados. Queremos ver cómo potenciamos los distritos. Creo que hace falta organizarse en las secciones y empezar a programar la fiscalización", añadió, y dijo que las mesas coordinadoras establecidas por el presidenciable del FR "no han tenido operatividad y hay que potenciarlas".

El trasfondo del mencionado "desorden" en el partido tiene el fracaso de la primera mesa provincial dispuesta por Massa el año pasado, encabezada por los intendentes José Eseverri, Joaquín de la Torre y Gabriel Katopodis, y el motivo sería una disputa entre esos dos últimos, que llevó a que la coordinación nunca progrese.

En la reunión no se habló de cómo se terminará de dirimir la candidatura a gobernador y ni se mencionó la posibilidad de que Massa deponga su proyecto presidencial, pero sí admitieron verlo "anímicamente bien" al tigrense y motivado para lo que falta.

Buena parte del cónclave se lo llevó la charla sobre el acto del próximo 1 de Mayo en el estadio de Vélez (la orden bajada desde la cúpula es que todos ayuden a llenar la cancha), con el que Massa espera relanzar su postulación presidencial y, tal vez, anunciar su compañero de fórmula.