La Tupac Amaru denunció que, tras la prisión domiciliaria de Milagro Sala, corre peligro “la integridad física y psíquica” de Gladys Díaz, Mirta Aizama, Mirta Rosa Guerrero y Graciela López, militantes de la organización que continúan alojadas en el Penal de Alto Comedero.
Mara Brawer y Estela Díaz, integrantes del Comité por la Libertad de Milagro Sala, se reunieron hoy con Miguel Ángel Singh, secretario de Seguridad de Jujuy, y Jorge Martin Llapur, subjefe del Servicio Penitenciario, para denunciar las graves condiciones de detención de las cuatro detenidas de la organización Tupac Amaru en el Penal de Mujeres de Alto Comedero.
“Las consideraciones que hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el hostigamiento que ponía en peligro la integridad física y psíquica de Milagro Sala se ejerce ahora sobre Gladys Díaz, Mirta Aizama, Mirta Rosa Guerrero y Graciela López, presas políticas de Gerardo Morales y Mauricio Macri en el Penal de Alto Comedero”, remarcó la Tupac en un comunicado.
Brawer y Díaz exigieron que se garantice “la vida y la seguridad de las detenidas”, la renuncia del Jefe de la Unidad Penal, Pedro Vilte, y el desplazamiento de tres penitenciaros a los que responsabilizaron de “dejar zonas liberadas para que se produzcan las agresiones”.
Por otra parte, los abogados de las detenidas, Ariel Ruarte y Paula Alvarez Carreras, presentaron ante la jueza Monica Cruz Martínez, del Juzgado de Violencia de Genero un habeas corpus.
Uno de los hechos denunciados ocurrió la semana pasada. En comunicación telefónica desde la cárcel, una de las presas políticas avisó que la tarde anterior, tras haberse retirado las visitas, habían sufrido “una requisa muy violenta”.
Según se informó, Guerrero estaba recién operada de una hernia y fue obligada a permanecer de pie, hasta que no pudo aguantar más el dolor y comenzó a llorar y se descompensó. Recién entonces le permitieron sentarse. Al día siguiente, tras reprochar al jefe de la Unidad el trato recibido, Guerrero pidió salir a la Fiscalía a realizar la denuncia pero se lo negaron.
A López tampoco le permitieron hacer una denuncia sobre una agresión que sufrió el domingo, cuando una interna de apellido Miranda -que ya había agredido a Milagro Sala en un día de visitas cuando se encontraba junto a su familia y que, según la dirigente social había recibido dinero de parte del Gobierno de Morales para hostigarla- la insultó y amenazó.
Desde la salida de Milagro del penal de Alto Comedero, esa mujer comenzó a hostigar a las compañeras de militancia de la dirigente social, incluso con amenazas de muerte.
Tras la reunión con Singh y Llapur, las coordinadoras del Comité por la Libertad de Milagro Sala señalaron que “los funcionarios, cuando hablan de Alto Comedero, parecerían estar hablando de la mejor cárcel del mundo”.
“Insisten con una visión respecto a la conflictividad de las presas de la Tupac porque organizan y defienden contra los abusos a las otras internas. Les reafirmamos que tenemos visiones confrontadas, ya que para nosotros son presas políticas y gran parte de los problemas existentes devienen de su negativa en reconocerlas como tales”, explicaron.
Brawer y Díaz agregaron que en “estos días no han querido salir de sus celdas siquiera para buscar comida porque temen ser atacadas por otras presas que cuentan con el aval de algunos oficiales de la Unidad”.
“En menos de un año se produjeron dos asesinatos en el penal de hombres de Gorriti. Es el Estado el responsable de garantizar la vida de quienes están a su disposición en el servicio penitenciario”, concluyeron.