“Vidal intentó justificar lo injustificable con una mentira”
Apenas se conoció el caso de Lucas Cabello, un chico de 20 años que trabajaba de trapito en un restaurante de La Boca y que fue baleado por la policía Metropolitana, la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, aseguró que fue un caso de violencia de género.
En una improvisada rueda de prensa en la localidad de Avellaneda, tras una recorrida de campaña junto a Mauricio Macri, Vidal aseguró que el agente de seguridad intervino en un episodio que "en origen es un caso de violencia de género".
"Se le había dado un botón antipánico a la pareja de esta persona y se agregó una consigna policial, para otorgarle protección a la mujer", contó la vicejefa de gobierno porteño.
"Ella salió de su casa gritando, con el dato de que había denunciado que su pareja la había amenazado de muerte, y el agente le dio a él la voz de alto, pero (el muchacho) no atendió el pedido y ahí se generó la reacción de la policía", relató la funcionaria.
Sin embargo, el subjefe de la fuerza policial, Ricardo Pedace, la desmintió. "No era una consigna por violencia de género. Todo comenzó con una pelea en un edificio entre las perosnas de la habitación 16 y de la 15. Las de la habitación 16 tenían un botón antipánico y el fiscal ordenó que se ponga un policía en el edificio para controlar la situación", explicó en radio Vorterix.
Y ahora se sumó otra desmentida: la mamá del nene dio detalles sobre el episodio, denunciando la mentira de Vidal. "Nosotros vivimos en uno de los Hogares de Tránsito del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, en Martin Rodríguez al 500. Allí se encontraba, desde hace meses, un oficial de consigna, por un problema que existe entre vecinas. Ni Lucas ni su novia, Camila, están vinculados a este caso. Él no tenía ninguna restricción, ni denuncia, ni intentó fugarse, como dijo la versión policial y como repitieron muchos medios. Este policía lo interceptó cuando estaba por entrar a nuestra casa, sin motivos, y le disparó tres veces", afirmó.
La mamá de Lucas, Carolina, además detalló: "Quiero dejar en claro que no se trató de un caso de violencia de género. Me parecieron indignantes las declaraciones de María Eugenia Vidal, que intentó justificar lo injustificable con una mentira. Como madre y como mujer, no puedo aceptar sus palabras; por eso, es que exijo que se rectifique, que pida perdón, y que diga la verdad sobre lo que pasó con mi hijo. Esto fue un accionar ilegítimo de la fuerza de seguridad que responde al gobierno porteño".
Los dichos de Vidal generaron el repudio de la oposición al macrismo y hasta de la organización de la campaña contra la violencia machista de Ni Una Menos. El hecho además aviva la polémica respecto al futuro manejo de la Policía Bonaerense, fuerza que acumula un historial de denuncias por violencia y gatillo fácil.
A cargo de los 100 mil agentes de la Bonaerense estará Cristian Ritondo, un legislador de origen peronista y perfil de mano dura.