El gobierno de Vidal puso foco en el estado de funcionamiento las Unidades de Pronta Atención (UPA), los centros de salud que implementó la gestión anterior de Daniel Scioli en la Provincia, y que se convirtieron además en una marca de campaña del excandidato presidencial.
Al respecto, el director director provincial de Hospitales, Alberto Lazo, calificó la situación como "terrorífica" y dijo que sólo un tercio de las 18 salas distribuidos en toda la Provincia "funcionan bien" debido a la falta de personal e insumos. Aunque al mismo tiempo consideró que las UPA son una iniciativa "bárbara" y destacó la "gran calidad tecnológica" con la que cuentan.
"Con las nuevas autoridades hicimos un relevamiento de todas las UPA; la situación con la que nos encontramos fue terrorífica. De la totalidad, sólo un tercio funcionaba medianamente bien, otro tercio estaba entre el 40 y el 60% de su capacidad y el resto directamente no funcionaba o se encontraba al límite", indicó Lazo en una nota de La Nación de este lunes.
En 2015 el exgobernador aceleró el programa UPA al inaugurar nueve salas nuevas. Las guardias de mediana complejidad están equipados con tecnología de rayos X, salas de terapia intensiva e intermedia, laboratorio y helipuerto.
Según Lazo el problema es que "se abrieron demasiadas unidades con gran calidad tecnológica, pero sin médicos que pudieran cubrir las guardias o sin disponer de los fondos suficientes para pagarles", indicó al mismo medio.
Además, las personas que habían sido incorporadas en el último tiempo lo hacían de manera "irregular", con un contrato que venció el 31 de diciembre último. En las situaciones más extremas, incluso, el personal nunca había sido designado formalmente .
Entre las UPA que tienen inconvenientes, se encuentra la de Quilmes, inaugurada el 4 de octubre de 2015, que durante el fin de semana pasado sólo atendió emergencias (código rojo) por "falta de personal médico". La situación es similar en las ubicadas en los municipios de Tres de Febrero y Lomas de Zamora.
"Quedamos ocho personas sin designar y que no cobramos desde octubre, incluido yo", dijo el médico emergentólogo y director de la UPA de Quilmes, Leonardo Cemborain. "Lamentablemente, mucha gente renunció, cansada de esperar un sueldo."
Sobre la falta de insumos, Lazo aseguró que la situación se está regularizando lentamente, luego de negociar con los proveedores, a los que la provincia les debía alrededor de mil millones de pesos.
"Las UPA son bárbaras, porque cuando funcionan resuelven entre el 80 y el 90% de los casos que reciben, descomprimiendo la guardia de los hospitales cercanos", reconoció Lazo.
Es por ello que el nuevo gobierno no daría marcha atrás con el programa, sino que lo que se proponen es integrarlas de manera definitiva al sistema de salud.