Martiniano recalcula y para la pelota con los despidos
El Intendente macrista de Quilmes, Martiniano Molina, luego de comunicar que dejaría en la calle a unos 400 empleados que cumplían tareas en las áreas de salud, alumbrado público y distintas delegaciones, se fue al mazo por el accionar de los sindicatos y de una amenaza de huelga.
“Hay 400 trabajadores confirmados a los que no se les renovó el contrato”, detallaron ayer desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Quilmes a diferentes medios de prensa locales y advirtieron que las bajas podrían duplicarse en las próximas semanas.
“Denunciamos que no sólo no sobra mano de obra, sino que falta. Tan sólo en el área de control de cámaras de seguridad hay una sola persona para vigilar 23 pantallas”, graficaron desde el gremio.
En ese sentido, desde la municipalidad pusieron paños fríos a la situación para no debilitar a la gestión macrista. Los casos en particular serán estudiados nuevamente y no se descarta que se reincorpore a una parte del personal que no fue renovado.
El 30 de junio pasado se vencieron unos 700 contratos, de los cuales solamente se renovaron poco más de 300 de ellos. En ese sentido, desde ATE amenazaron al Intendente con parar la municipalidad y llevar adelante una huelga general.