La reconversión productiva macrista terminó en despidos e importaciones
Después de los despidos masivos de trabajadores, Banghó comenzó a importar notebooks. A principio de año la empresa cerró una de sus fábricas y ahora vende, con un puñado de operarios, computadoras importadas de China.
La prometida reconversión productiva del macrismo terminó en nada. Finalmente las empresas que cierran y dejan de producir sólo se dedican a importar y reemplazan miles de puestos de trabajos por un puñado de operarios de stock.
El ejemplo más claro es la empresa Banghó. La firma que había apostado a la producción nacional de computadoras de escritorio, a partir de la de la quita del 35% de arancel a la importación de PC, notebooks y tablets, abandonó la producción y comenzó a importar notebooks con su propia marca.
Lejos de made in Argentina, ahora Banghó distribuye equipos propios (con su marca pero importados de China) y de terceros.
A principio de año la compañía despidió a cientos de trabajadores debido a que cerró la fábrica de notebooks en Vicente López.
Por su parte PC Arts (Banghó) no fue la única que cerro sus puertas y dejo a trabajadores en la calle. Air Computers (CX) cerró su planta de Rosario, con 100 empleados; e Informática Fueguina (BGH Positivo) cerró en Tierra del Fuego, dejando sin empleo a 165 trabajadores.
La quita de aranceles afectó a la industria naciona y tampoco generó el impacto que había pronosticado el Gobierno en los precios, que se mantuvieron inalterables.