Por la faltante del componente 2 de la Sputnik V, Cecilia Nicolini, asesora ¡del Gobierno en materia de vacunas conta el Covid-19, envió una dura carta a Anatoly Braverman, la mano derecha de Kirill Dmitriev, el CEO del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), institución que financia el desarrollo del fármaco.
“Sí, por supuesto, esa carta existe. Y es parte de las comunicaciones con la Federación Rusa en el marco de las negociaciones por la compra y envío de la vacuna Sptunik V”, reconoció este jueves Nicolini, luego que trascendiera el contenido de la misiva que había sido enviada el 7 de julio pero difundida ahora.
La misiva, que publicó el diario La Nación, plantea la “urgente” necesidad que tiene la Argentina por recibir el componente 2 de la vacuna rusa, indispensable para completar los esquemas de inoculación en aquellas personas que recibieron la primera dosis hace más de 90 días. En tono de reclamo, exige el cumplimiento del contrato firmado para la adquisición del inmunizante producido por el Instituto Gamaleya, al que acusa de no haber entregado ni siquiera el mínimo de las unidades pautadas.
La asesora presidencial afirmó que “el contenido es cierto”, aunque en declaraciones radiales le ajó un poco el tono a su crítica. Dijo que, luego de la carta, la comunicación entre ambas naciones se mantiene “constante” y definió la relación como “muy buena”.
“El contenido de la carta es cierto, sí, por supuesto”, confirmó Nicolini a Radio con Vos, y señaló: “Por ese trabajo que estamos haciendo es que casi tenemos 40 millones de dosis en el país. Aquí no hay lugar para cansarse, los reclamos siguen porque queremos que lleguen las vacunas. Entendemos que hay muchas personas esperando la segunda dosis y nuestra responsabilidad es hacer todo lo posible para que las vacunas lleguen”, agregó.
La Sputnik V, una de las primeras en llegar al país, fue aplicada sobre todo a personas mayores en las primeras etapas de la campaña de inmunización. La firma de más acuerdos (Sinopharm, Astrazeneca y la reciente donación de Moderna) permitió acelerar la vacunación, pero las demoras en el suministro ruso no ayudaron a completar el esquema para muchas personas, algunos de ellos entre los más vulnerables al virus.
“Hay muchísimas comunicaciones y no hay lugar para cansarse, no nos podemos cansar. Queremos que lleguen las vacunas para inocular a la gente, entendemos que hay gente esperando el segundo componente de Sputnik V y como funcionaria tengo que hacer todo lo posible para que esas vacunas lleguen lo antes posible a la Argentina”, agregó.
Consultada por un pasaje de la carta donde advierte que “a estas alturas todo el contrato está en riesgo de ser públicamente cancelado”, Nicolini dijo que desde el gobierno se barajan “todas las alternativas”. Aunque luego bajó el tono: “No fue una amenaza y casi todos los países han reclamado por los incumplimientos a los laboratorios. La carta fue enviada a la persona técnica del fondo de inversión que lleva a cabo el cronograma de entregas y uno tiene que defender el interés nacional”.
Ante la preocupación de muchas personas por haber superado los tres meses de la primera aplicación de Sputnik V, Nicolini buscó transmitir cierta tranquilidad: “Las vacunas no se vencen, la Sputnik V en su primera aplicación ha demostrado ser muy eficaz”.