Justicia versus desarrollo: el gobierno apelará fallo que suspende exploración offshore de gas y petróleo
La medida fue impulsada por la multinacional Greenpeace, que suele operar contra el desarrollo en Sudamérica.
El Gobierno nacional decidió este viernes apelar a través del Ministerio de Ambiente, la Secretaría de Energía y la Procuración General de la Nación el fallo de la Justicia Federal del Mar del Plata que ordenó suspender el proyecto de exploración offshore a 300 kilómetros de las costas marplatenses. La justicia busca obstaculizar una explotación clave para el desarrollo del país.
Tras darse a conocer la medida judicial, el secretario de Energía Darío Martínez expresó que el Gobierno es “respetuoso de la Justicia, pero esto no es cosa juzgada”, y se manifestó “convencido que la exploración y la producción offshore es segura, no contamina, no perjudica la fauna Marina”.
El estudio desarrollado por la Consultora Serman & Asoc. S.A. para la Compañía Equinor Argentina implica un Registro Sísmico 3D en el Mar Argentino, más específicamente en las Áreas CAN_100, CAN_108 y CAN_114, ubicadas en la Cuenca Argentina Norte de la Plataforma Continental Argentina.
El fallo titular del Juzgado Federal 2 de Mar del Plata, Santiago Martín, es insólito. Frena por tiempo ilimitado, y con argumentos vagos, la exploración offshore en la costa bonarense. Tanto el gas como el petróleo son insumos claves para el desarrollo nacional. ¿Será casual este fallo cuando Argentina empieza a recuperarse?
La movida fue impulsada por la multinacional Greenpeace, que suele protagonizar accciones similares contra el desarrollo en Sudamérica. ¿Los intereses de quiénes defienden? En Brasil, Greenpeace también se opuso a la explotación petrolera frente a las costas de San Pablo y Río de Janeiro. No pudieron. Gracias a ese descubrimiento, Brasil podría tener una de las reservas de gas y petróleo más importantes del mundo.
En Argentina, el acceso a más gas y petróleo, además de garantizar energía a nivel local, le permitiría al país poder ahorrar divisas, que hoy se destinan a la importación de combustible. El ambientalismo radical, que se opone a la actividad, es funcional al endeudamiento masivo.