De origen radical, el ministro de la Corte de Santa Fe, Daniel Erbetta, cuestionó en duros términos las irregularidades cometidas por el fiscal Luciani y el tribunal en el juicio oral de “Vialidad”. La vicepresidenta compartió el video de la nota en sus redes.
En declaraciones al programa “Acceso a los Derechos”, que se emite en “Somos Rosario”, el prestigioso abogado y ministro de la Corte Suprema de Santa Fe, Daniel Erbetta, descalificó contundentemente el juicio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Nos permite enseñarles a nuestros alumnos cómo no debe ser un debido proceso penal”, sostuvo.
El video de la entrevista fue compartido por la vicepresidenta en sus redes sociales, junto a un Curriculum Vitae del Dr. Daniel Erbetta, de origen radical, actual ministro de la Corte Suprema de la provincia de Santa Fe y profesor titular de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, de la cual también ha sido Decano.
El magistrado consideró que el cuestionado proceso complica demasiado al poder judicial y sostuvo que “quienes integramos el poder judicial, y además tenemos vocación docente, no podemos callar, porque el silencio puede ser cómplice y aquí, independientemente de las constancias que puede haber en una investigación y en un proceso judicial, que yo no las conozco completamente y, por lo tanto, no podría opinar sobre ellas, sí me parece que hay presupuestos sobre los cuales se debe dar una opinión”.
Erbetta criticó duramente que se haya comparado este juicio con el juicio a las juntas militares. “Cuanto menos constituye una falta de respeto, no sólo a la sociedad toda que integramos, sino que constituye una afrenta al propio sistema democrático y al propio expresidente Alfonsín” y agregó que comparar un juicio donde supuestamente se está investigando sobre el precio en obra pública con el tribunal totalmente legitimado que sometió a juicio a los responsables del terrorismo de estado “es vergonzante y no puede ser admitido ni aceptado por ningún integrante de ningún poder del Estado y mucho menos por ningún integrante de ningún partido político democrático, porque es una forma de minar la democracia”.
Luego de señalar una actitud misógina de sectores de la justicia, recordando los casos de María Julia Alsogaray y Milagros Salas, el Dr. Erbetta sostuvo que “vivimos en una sociedad donde la mujer siempre paga, y creo que este es otro matiz que no podemos dejar de señalar”.
Por otro lado, poniéndose en su posición como profesor de Derecho Penal, el magistrado sostuvo que “esto debe discutirse en las universidades. Porque este es un problema de debido proceso. Dejemos de lado la evaluación de los elementos completos que puede haber, porque yo no intervengo en el juicio. Pero lo que ha dejado traslucir la prensa, lo que ha dejado visualizar la revisión de las distintas audiencias comprometen principios básicos de un Estado de Derecho”.
Por esto consideró que el juicio cuestionado “nos permite enseñarles a nuestros alumnos cómo no debe ser un debido proceso penal”. Y dejando en claro que su crítica “no implica comprometer opinión con el fondo del asunto”, el Dr. Erbetta señaló una serie de puntos que estimó descalifican la actuación del fiscal y la permisividad del tribunal al dejar que sucedan, a saber: “El principio de inocencia. Estamos escuchando que el imputado debe probar su inocencia. Si alguien dijera esto en una facultad de derecho obviamente no pasa la materia.”
En relación de la imparcialidad del juzgador, sostuvo: “acá hay jurisprudencia internacional, hay jurisprudencia de la Corte Suprema Nacional, hay principios constitucionales. Todo ciudadano tiene derecho a ser juzgado por un juez independiente e imparcial. Y la doctrina ha desarrollado la teoría de la sospecha del temor de parcialidad. No sólo debo hacerlo, sino que debo aparentarlo”.
Sobre la falta de imparcialidad manifiesta, Erbetta señala la existencia de “Jueces que integran un mismo equipo de fútbol, que juegan en una determinada cancha … /… personas vinculadas a la política claramente enfrentadas con los imputados y que, luego de ser cuestionados, aparecen por televisión con un mate, identificando con un escudo del equipo Liverpool, en una clara provocación que merecería la intervención de la justicia federal, o por lo menos la actuación del Tribunal de Ética. Porque cuanto menos constituye una absoluta falta de ética y una falta de respeto la provocación en la que incurrió ese integrante del Tribunal”.