Cámara de la construcción advierte: “la obra pública seguirá parada por un largo plazo”
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción Gustavo Weiss, manifestó su preocupación por la suspensión de obras que generan una deuda acumulada de más de $30 millones.
Según el dirigente sectorial, “la obra pública está prácticamente sino totalmente paralizada en todo el país. Independientemente del origen de los fondos, de si son nacionales, provinciales o municipales, las obras están frenadas”.
“Hay desde grande obras de infraestructura hasta lo que se dice cordón cuneta. Entre aquellas que ya han sido facturadas y la que está en trámite, la deuda debería ser del orden de los $300.000 millones“, agregó.
Sobre aquellas obras que permanecen paralizadas en el medio del proceso de construcción, Weiss remarcó: “El Gobierno quiere que se concesione todo lo que sea y las obras las hagan los privados, pero (el ministro de Infraestructura) Guillermo Ferraro sabe que hay obras que no se pueden hacer por el sector privado porque no tienen rentabilidad y las tiene que encarar el Estado”.
El presidente de Camarco presentó sus dudas respecto de la suerte del RIGI, el régimen de promoción de inversiones con el que el Gobierno busca tentar fondos externos. “Me parece bien que venga todo el capital privado que pueda porque el déficit de infraestructura es gigantesco, pero no van a venir con esta macro.
La ley ómnibus, ingresada al Congreso y debatida por estos días en comisión, plantea el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), un sistema con beneficios tributarios, aduaneros y cambiarios para promover inversiones productivas y de infraestructura que serán aplicables a vehículos titulares de un único proyecto de inversión y que aplicaría, eventualmente, a las obras públicas en suspenso.
“Si hoy viene Ferraro y me dice ´acá tenés la plata, empezá a hacer las obras´, no lo hago, porque pierdo plata por la inflación“, aseguró.
“Una crisis como ésta es inédita. Hemos pasado períodos de paralización, pero esta crisis nos impacta con muchas obras en ejecución, con empresas con mucha carga, mucha deuda. En 2001 las empresas tenían pocos contratos, entonces se pudo capear”, explicó el referente sectorial.
Fuente: Ámbito.