Empresarios turísticos alarmados por la brutal recesión: “algunos negocios no aguantaron y cerraron”

“Algunos negocios de gastronomía no aguantaron y ya cerraron”, contó el presidente de la Cámara de Turismo de Santiago del Estero.

La actividad turística en el norte argentino atraviesa uno de los momentos más difíciles de los últimos años, con el paréntesis de la pandemia de Covid 19, escenario al que un empresario describió como una “mini pandemia” por la baja ocupación hotelera y los graves problemas que afectan al sector de la gastronomía“Remamos en dulce de leche”, sostuvo el dueño de dos hoteles en Las Termas de Río Hondo. Hay pocas ocupación en este fin de semana largo.

De acuerdo al presidente de la Cámara de Turismo de Santiago del Estero, Miguel Figueroa, la actividad turística del pasado fin de semana largo no fue la esperada. “Disminuyó un 65%, en relación al año pasado, por lo que atravesamos por una situación muy compleja, algo así como una mini pandemia“, dijo. Y explicó que eso se debe a varias razones, que son la pérdida del poder adquisitivo de las familias por la crisis económica y los costos elevados de las tarifas de los servicios de agua, luz y gas. “Algunos negocios de gastronomía no aguantaron y ya cerraron”, contó.

Detalló el empresario santiagueño que lo que se desplomó es la demanda para hotelería de una a tres estrellas, que es el turismo de jubilados, el familiar, de grupos y social. No así la demanda de los sectores ABC 1 y 2 de la sociedad, es decir, para hoteles de cuatro y cinco estrellas, que se sostienen en el orden del 80%. “Para julio hay algo de ilusión pero no serán los números de otros años“, pronosticó.

Más enfático fue su par Fernando Storino, vicepresidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Las Termas de Río Hondo y presidente del Bureau de Las Termas. Esta ciudad se caracteriza porque su temporada alta se desarrolla entre el otoño y el invierno. “Estamos remando arriba de dulce de leche, como se dice. Estamos en una situación complicada”, señaló.

Dueño de hoteles en Mar del Plata y en Las Termas, describió: “La realidad que estamos viviendo es mala. Ya venimos con una temporada de verano bastante mala. En la Costa Atlántica la actividad bajó más del 50% y ahora tenemos ese fiel reflejo en la temporada de invierno en Las Termas, con casi un 60% de baja en la actividad”. Consultado sobre sus expectativas para julio, indicó que esperan una temporada con una baja de 35% a un 40%. “Será muy difícil porque al no tener demandas, bajan las tarifas y suben los costos. Entonces, la rentabilidad es casi nula. Estamos en graves problemas de rentabilidad los hoteles y la parte gastronómica también”, manifestó.

Desplome de la actividad

Consultado por Ámbito, el secretario de Turismo de Santiago del Estero, Nelson Bravo, confirmó este escenario: “El fin de semana pasado no fue lo que se esperaba pero no se debe a la oferta porque tenemos precios competitivos, sino a la caída de la demanda, a la crisis económica. Cuando a una familia le ingresa menos dinero, el turismo pasa a ser una segunda o tercera prioridad”, sostuvo.

Señaló que frente a ello, desde el gobierno provincial procuran sostener la demanda con la organización de eventos como las carreras de automovilismo en el Autódromo Internacional de Las Termas, partidos de fútbol en el Estadio Madre de Ciudades y otro tipo de eventos. “Logramos, en parte, que se mueva el turismo interno, el de cercanía, que es importante. Pero son fotos de una película complicada”. Remarcó que el sector extraña el Programa PreViaje de la Nación, que el actual Gobierno cortó. “También el ’50 Destinos’, que implicaba obras públicas y que pese a que Santiago invertía más que eso, era relevante”, reflexionó.

Desde Catamarca, Evangelina Quarin, secretaria de Gestión Turística de la provincia, evaluó que la caída de la demanda fue similar a la que informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) para todo el país, es decir, del orden del 64%. El pasado fin de semana largo, solo Fiambalá, en donde se encuentran las termas, El Rodeo y Las Juntas hicieron la diferencia por el turismo interno. “Todo este cuadro tiene que ver con lo que está pasando a nivel país, sobre todo, porque las familias están ahorrando para poder vacacionar en julio y no en estos fines de semana”, sostuvo.

El salteño Juan Lucero, presidente de la Cámara de Turismo de su provincia, también consideró que hubo una caída y detalló que fue de un 50% el promedio de ocupación hotelera el fin de semana pasado. Esperan, de todos modos, que aumente hasta un 60% durante el actual. El empresario puso el acento en que para Salta la temporada alta es el invierno, sobre todo en julio, pero reconoció que para este año esperan una retracción en comparación al año pasado, cuando todavía estaba vigente el PreViaje, que dejó cifras históricas de recaudación en Salta. “Ya sabíamos que junio sería un mes difícil, de contexto complejo, por eso impulsamos la Semana Gastronómica, el Calendario Güemesiano y el Outlet Salta, porque todo ayuda para que venga el turismo nacional”, expresó.

Fuente: Ámbito

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Almacenes de barrio a punto de bajar las persianas por la recesión “El día 15 ya es fin de mes”

Desde la Federación que nuclea a los dueños de almacenes bonaerense describieron la cruda situación de los comercios de cercanía.

El alza que tuvieron los alimentos y productos de la canasta básica, sumado a la caída de los salarios y el incremento del desempleo, además de la suba de las tarifas de servicios como luz y gas generó un combo explosivo para los almacenes, que son los comercios de cercanía en donde la gran mayoría de la población realiza sus compras.

En diálogo con FM CIELO, el vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, señaló que hay varios negocios de ese estilo que no tendrán más alternativa que bajar la persiana de manera permanente si no cambia el rumbo de la economía.

“En marzo y abril, en función de tantas bajas de precio que hubo, porque la mercadería estaba exagerada y la gente no la podía pagar, reflexionaron con el bolsillo y no con el corazón y bajaron los precios. Las pymes cada vez traccionan más y se adueñan más de la demanda de nuestras góndolas”, señaló.

En ese orden, agregó que el panorama empeoró en mayo, cuando la constante de ventas se mantuvo hasta el 15. “El día 15 es fin de mes, se terminó la plata del consumidor. Se usa la tarjeta de crédito, vienen a pedir anotar por unos días, dejan cosas en la caja al momento de pagar”, describió el almacenero.

El problema, detalló, es que después del 15 los comerciantes deben soportar 15 días con ventas caídas, sumado a que los consumidores cobran recién a partir del día 5 en líneas generales, lo que provoca que la brecha de trabajo sea de 10 días.

“La energía eléctrica aumentó entre 300 y 400 por ciento. Pasé de pagar 97 mil pesos mensuales de luz y la última boleta pagué 238 mil. Si hablamos de que nos quedan diez días para juntar la plata, hablamos de comercios que no van a poder seguir trabajando”, lanzó.

Fuente: Infocielo

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