De cara a la presentación del Presupuesto 2025, los mandatarios provinciales exigieron una “distribución más equitativa de los recursos coparticipables entre la Nación y las provincias”.
En una reunión clave celebrada este martes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), los gobernadores de 23 provincias aprovecharon la oportunidad para realizar un reclamo unificado al Gobierno nacional por la “financiación y ejecución” de la obra pública, un tema que genera tensiones entre las provincias y la administración central. Además de ratificar la continuidad de Ignacio Lamothe como secretario general del organismo, los mandatarios provinciales hicieron hincapié en la necesidad de que la Nación cumpla con sus compromisos.
El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, celebró la reelección de Lamothe a través de redes sociales, destacando su “trabajo impecable” y la respuesta que ha dado a los requerimientos de su provincia. “Felicitaciones por seguir trabajando en pos del desarrollo al que apuntamos”, escribió Quintela. En la misma línea, los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof, y de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, también expresaron su apoyo a Lamothe, resaltando su “mirada profundamente federal”.
Sin embargo, más allá de los elogios hacia la gestión del secretario general del CFI, la reunión estuvo marcada por los fuertes reclamos hacia el Gobierno nacional. Los gobernadores exigieron que se normalice la “transferencia de las deudas correspondientes a los recursos de las Cajas No Transferidas” y la distribución del Fondo Compensador del Transporte, que se financia con el Impuesto a los Combustibles pero cuya asignación ha sido interrumpida. Estas demandas reflejan la creciente frustración de las provincias ante la falta de recursos para llevar adelante proyectos de infraestructura clave.
De cara a la presentación del Presupuesto 2025, los mandatarios provinciales emitieron un comunicado exigiendo una “distribución más equitativa de los recursos coparticipables entre la Nación y las provincias”. En este sentido, el control del CFI, un organismo clave para el financiamiento de proyectos de desarrollo provincial, se vuelve cada vez más crucial en la búsqueda de mayor autonomía financiera para las provincias.
El respaldo a Lamothe, impuesto por los gobernadores del PJ ante la resistencia del bloque de mandatarios radicales y del PRO, también dejó en evidencia las tensiones internas dentro del arco opositor. El senador nacional Eduardo de Pedro, quien también festejó la continuidad de Lamothe, denunció operaciones mediáticas para desprestigiar tanto al CFI como a La Cámpora. “Una vez más quedó claro que el CFI es de las provincias argentinas, y las decisiones las toman sus gobernadores”, señaló de Pedro.
En un contexto de crisis económica y creciente demanda de infraestructura, los gobernadores no solo ratificaron a su candidato en el CFI, sino que aprovecharon la oportunidad para enviar un mensaje claro al Gobierno nacional: las provincias necesitan recursos para cumplir con sus responsabilidades y avanzar en proyectos de desarrollo que impacten directamente en la calidad de vida de sus habitantes.