Solo para la provincia de Buenos Aires, esta quita representaría $ 1,2 billones.

El proyecto de Ley de Presupuesto 2025, aprobado por el Congreso tal como fue presentado por el Poder Ejecutivo, incluye un fuerte ajuste que recorta US$ 5.000 millones en ingresos para las provincias, con un impacto particularmente severo en Buenos Aires.

Según un informe de la Fundación Encuentro basado en datos oficiales, la reducción de ingresos responde a la eliminación de tres asignaciones específicas: el 11% del IVA, los fondos y fideicomisos del impuesto a los combustibles, y el componente impositivo del Monotributo que se destina a la Seguridad Social. Estas medidas implican una resignación de $ 6 billones para las provincias.

Buenos Aires, la provincia más afectada, enfrentaría una pérdida de $ 1,2 billones. Este ajuste presupuestario parece estar dirigido con especial dureza hacia la provincia a la cual busca someter por la vía de la asfixia económica, alimentando las críticas de un ensañamiento particular del gobierno de Javier Milei con el distrito más grande del país.

El tipo de cambio proyectado en el Presupuesto a diciembre de 2025 convierte esta quita en un equivalente a unos US$ 5.000 millones, que impactará fuertemente en los recursos provinciales.

La empresa es la única que fabricaba TDI en Latinoamérica, un producto usado en la industria automotriz y colchonora.

La falta de protección a la industria nacional y las consecuencias de la competencia desleal de productos importados vuelven a impactar en el mercado interno. Petroquímica Río Tercero, la única empresa en Latinoamérica que fabricaba Diisocianato de Tolueno (TDI), dejará de producir este insumo clave a partir de la próxima semana, lo que ha provocado el despido de 125 de sus 375 empleados.

El TDI es utilizado principalmente en las industrias automotriz y de colchones, sectores que ya enfrentan una caída global en ventas. Sin embargo, el mayor golpe proviene de la creciente oferta de TDI por parte de industrias asiáticas, particularmente en China, donde los costos de producción son considerablemente más bajos debido a las condiciones desiguales de competencia. La empresa señaló en un comunicado que su capacidad limitada le impide competir con gigantes internacionales y que esta decisión es el resultado de un proceso de deterioro que ha enfrentado en los últimos años.

La sustitución de la producción local por productos importados más baratos no solo afecta a la empresa, sino que también tiene un impacto en otros sectores. La Fábrica Militar Río Tercero, que provee el 90% del ácido nítrico que utiliza Petroquímica para fabricar TDI, se verá directamente perjudicada.

El intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, expresó su preocupación por el “efecto dominó” que esta decisión puede tener en la economía local. Ferrer destacó que las importaciones chinas del producto, con precios más bajos, han dejado a la empresa fuera de competencia, hasta el punto de que ahora consideran más rentable convertirse en importadores que continuar produciendo localmente. También pidió la intervención del Gobierno para limitar las importaciones y proteger a la única industria latinoamericana que fabricaba este producto.

Esta situación expone las consecuencias de no contar con medidas que protejan a la industria nacional frente a las importaciones masivas, poniendo en riesgo empleos locales y la viabilidad de sectores estratégicos para la economía del país.

Según un estudio del sector la actividad cayó 5,4% en el mes y 22% interanual.

La recesión económica y el colapso del mercado interno están impactando de manera significativa a la industria de la construcción, según revela el Índice Construya difundido este lunes. En septiembre, la venta de insumos para la construcción cayó un 5,43% en comparación con agosto, y un alarmante 22% interanual.

“En agosto experimentamos por segundo mes consecutivo una reducción en las ventas de materiales para obras residenciales. Creemos que la recuperación depende en gran medida de la reactivación de las obras privadas, impulsada principalmente por la expansión del crédito hipotecario, aunque en menor medida también por la regularización de fondos no declarados”, señala el informe.

Entre enero y septiembre de 2024, los despachos del grupo Construya fueron un 28,6% menores que los realizados durante los primeros nueve meses de 2023, lo que pone en evidencia el deterioro sostenido en el sector.

El índice refleja la evolución de la demanda de productos esenciales para la construcción, tales como ladrillos cerámicos, cemento portland, aceros largos, carpintería de aluminio, adhesivos, pastinas, y materiales eléctricos, entre otros. La fuerte contracción en estos volúmenes resalta el impacto negativo que la crisis económica está teniendo sobre uno de los sectores clave para la recuperación del empleo y la actividad económica del país.