Julio De Vido: “Hay intereses que atentan contra el Plan Nuclear Argentino”

El ex ministro de planificación apunto contra una acción coordinada del macrismo y la embajada de Estados Unidos

El miércoles 1 de marzo, Argentina sufrió un gran apagón que dejó sin electricidad al menos a 20 millones de personas, el 40% de la población, en medio de la peor ola de calor que ha sufrido el país en 20 años, así como de una sequía devastadora. Las temperaturas han llegado a alcanzar los 35°C en algunos lugares (la temperatura corporal es de 37°). Grandes franjas de la zona metropolitana de Buenos Aires y al menos otras siete provincias se vieron afectadas y, aunque se restableció parte de la electricidad al cabo de unas horas ese mismo día, la electricidad no se restableció por completo en el país hasta dos días después. 

Gracias a años de desinversión bajo el gobierno neoliberal de Mauricio Macri (2015-2019), la red eléctrica argentina no está en buen estado, y se producen pequeños apagones con cierta regularidad. Pero el ministro de Economía, Sergio Massa, ya ha presentado una denuncia penal ante el juez Adrián González Charvay pidiendo que se investiguen tres incendios provocados deliberadamente bajo una línea de transmisión de alta tensión de 500 KW fuera del área metropolitana de Buenos Aires, lo que provocó que se incendiara. Esto a su vez provocó el cierre de secciones de la red interconectada, lo que obligó a desconectar la central nuclear Atucha I como medida de precaución. Eso eliminó 10.000 MW de la red interconectada de los 25.000 MW que era la demanda en ese momento. Seis millones de hogares se quedaron a oscuras. 

Casi de inmediato los círculos vinculados a Macri comenzaron a gritar que Atucha representaba una grave “amenaza nuclear” para el país. ¿Quién necesita energía nuclear? 

La cuestión pertinente aquí es si el apagón representa un ataque a la infraestructura civil del país, de la que el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió que podría producirse a escala internacional si no se investigaban a fondo las revelaciones de Seymour Hersh sobre el papel de Estados Unidos en la voladura del Nord Stream. Fíjense en las amenazas que los círculos geopolíticos estadounidenses y occidentales lanzan contra el puerto peruano de Chancay que China está construyendo. Fíjense en las amenazas que profirió contra Argentina la representante María Elvia Salazar (republicana por Florida), en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes el 1º de marzo, por atreverse este país a colaborar con China en asuntos espaciales y militares; dijo que Argentina ha “hecho un pacto con el diablo” y amenazó con que “deben estar prevenidos” antes de que sea demasiado tarde. 

Julio De Vido, ex ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios en las presidencias de Nestor Kirchner, y de Cristina Fernández de Kirchner (2003-2015) (que ha participado en dos conferencias internacionales del Instituto Schiller) declaró a Radio Gráfica el 3 de marzo: “Creo que ahí hay intereses de que Argentina abandone su plan nuclear, por eso se le dio tanto protagonismo a Atucha por la caída del sistema. Hay toda una operación tendiente a voltear los acuerdos que habíamos firmado nosotros con China y con Rusia para la construcción de tres centrales nucleares más. Quieren vincular la obra con la corrupción y energía sucia”. 

Luego, con agudeza, señaló, “Hay que mirar cómo le va a Alemania, que está volviendo al carbón y encima los yankis le volaron el gasoducto que habían construido con Rusia para asegurar el suministro”, en referencia a las revelaciones que hizo el periodista estadounidense Seymour Hersh. La realidad, explicó, “es que hay intereses por parte de Estados Unidos para que el país no se desarrolle de manera soberana. Lo dijo Laura Richardson [jefa del Comando Sur] muy clarito, nada de litio, nada de energía nuclear y recursos energéticos”. 

En cuanto a endilgarle la culpa por el apagón a Atucha, De Vido le dijo a La Política Online que la “Operación Atucha” tiene “ribetes geopolíticos”. El país está a punto de completar su planta de enriquecimiento de uranio que es 100% argentina; y la Central Argentina de Elementos Modulares (CAREM) está por terminar su prototipo de reactor modular pequeño, “y esto no les gusta nada a las potencias nucleares. Esto le preocupa al Comando Sur. Poner a Atucha como responsable no fue un error casual”.

(Con información de EIR, RadioGrafica y LPO)

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