El precandidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Francisco De Narváez, estuvo en Merlo, distrito que gestiona políticamente Raúl Othacehé, uno de los barones del conurbano bonaerense, y uno de los más hábiles jugadores del tablero político provincial.

La lectura, que desde el entorno del Intendente del oeste, se hace de la coyuntura política carece de azar y parte de indicios que suele percibir a modo de termómetro, quien oficia la cotidianidad de la política distrital y provincial.

PRIMEREANDO dialogó con fuentes cercanas a Othacehé, desde donde brindaron un particular perfil del precandidato del Frente Renovador, con un análisis que desnuda algunas lógicas políticas de esa monstruosa Meca electoral que es la Provincia de Buenos Aires.

"De Narváez bajó el ego, se está apoyando en los Intendentes del conurbano, los está convocando a trabajar con él, en su gobierno", aseguran.

Es que, según entienden, el diputado nacional llegó al Frente Renovador con la fuerza de su billetera pero sin un número de jefes comunales de peso con los cuáles haya forjado, en su trayectoria hacia la gobernación, una relación de confianza basada en acuerdos. Y, si realmente pretende disputar poder real a los fuertes candidatos del Frente para la Victoria, necesita que algunos pesos pesados del conurbano le "cuiden la boleta".

Desde el entorno de Othacehé creen que para competir con precandidatos como Julián Domínguez, Martín Insaurralde o hasta el propio Florencio Randazzo será imprescindible que De Narváez se alíe a los barones del territorio. Y esas alianzas se traducen en acuerdos que le permita a los intendentes, que saben como respaldar con votos una lista provincial, acceder sin dificultades al potencial gabinete de gobierno.

Claro está, que quienes poseen la llave para acceder a la base social del territorio tienen nombre y apellido, y con ellos se acuerda por anticipado.

"De Narváez entendió que no se gobierna la Provincia sin los intendentes del conurbano y por eso, desde que llegó al Frente Renovador se encaminó en recorrer despachos de intendentes, y organizar caminatas por centros urbanos y barrios marginales, acompañado por los jefes comunales locales" confían desde Merlo.

Hace dos días, en Merlo, invitó a trabajar a Othacehé: “Desde el primer momento voy a convocar, no para pedirles consejos, sino para que me acompañen en el gobierno de la provincia de Buenos Aires a intendentes de la talla del Vasco Othacehé”, dijo De Narváez.

“Si logro, con el acompañamiento del pueblo gobernar la provincia de Buenos Aires, mi mayor desafío en mi vida pública, pienso en una provincia segura, unida, que sea la locomotora de la Argentina, pero por sobre todas las cosas pienso en una provincia peronista”, definió el precandidato.

Esa definición de "Provincia peronista" es la que cae bien a los caciques locales, no, claro, por cuestiones ideológicas, sino porque son señales que el aspirante a la gobernación gestionará contemplando e interpelando a los jefes distritales, quienes guardan, celosamente, la llave para llegar a esa Provincia peronista.

Allegados al "Vasco" aseguran que De Narváez será el único candidato de Massa a la gobernación, pero, además, mide bien y se hace cargo de la campaña. Pero, consideran que, por sobre todas las cosas, "dejó su ego de lado y ahora entendió que al aparato peronista de la Provincia de Buenos Aires y a la Gobernación, se llega administrando la relación con los intendentes del conurbano, nunca sin ellos".

Sucede que en las intendencias importa menos el triunfo, como resultado, de alguien que va por la gobernación, que saber cómo el candidato llegó al sillón platense. Diría un dirigente gremial: "Conmigo o sinmigo".

Claro, De Narváez saltó a la política provincial, en 2009, con un triunfazo en las legislativas a Néstor Kirchner y el oficialismo perdió control en el nuevo Congreso. Allí, con escaso apoyo de los intendentes, pero con una fuerte campaña en los medios que le dió ascendente en la clase media urbana, obtuvo un 34,5 por ciento de los votos, contra el 32,1% del ex Presidente, que iba aliado a los jefes comunales.

Cuatro años después, en 2013, De Narváez perdía más de 20 puntos con respecto a su elección de 2009, y quedaba relegado en la disputa, ante la aparición de Sergio Massa. En esa elección De Narváez confiaba tanto en si mismo que se arriesgó a descapitalizar su elección anterior, yendo con un espacio político sin base en el aparato peronista provincial, y sin relación con los jefes comunales.

Desde el entorno del Intendente Othacehé entienden que "eso cambió cuando De Narváez entró al Frente Renovador y hoy organiza caminatas por los barrios con los intendentes, sin tener que preocuparse por la política chica, porque a nivel local tiene quien lo respalde. Antes le tocaba jugar de opositor, recorría los distritos con los intendentes dándole la espalda".

El titular de la Anses, y precandidato a gobernador, Diego Bossio, difundió una encuesta de la consultora CEOP que lo muestra liderando la imagen positiva en las PASO bonaerenses con un 49,6 por ciento sobre sus rivales Francisco De Narváez y María Eugenia Vidal.

Según este nuevo sondeo de la consultora de Roberto "Tito" Bacman sobre 880 casos Bossio tiene un 49,6 por ciento de imagen positiva y un 39.7 por ciento de imagen negativa.

Por su parte, el precandidato bonaerense del Frente Renovador, Francisco De Narváez presenta una imagen positiva del 43.9 por ciento y una negativa del 38.4 por ciento.

Los números le son menos favorables a la precandidata del PRO María Eugenia Vidal, que alcanza una imagen positiva del 29.5 por ciento y una negativa del 38.4 por ciento.

El sondeo de CEOP revela, además, que el 40.6 por ciento de los encuestados se inclina a participar dentro de la primaria del FpV, un 19.8 por ciento en la del PRO y un 17.5% en la del Frente Renovador.

Pero es dentro de la interna del Frente para la Victoria donde el tandilense tiene el escenario más difícil. Todavía con muchos contendientes en carrera y con fórmulas que aún no lograron consolidarse, ahí es donde la situación se torna compleja.

Aunque en las últimas horas trascendió que el funcionario nacional podría conformar un binomio "naranja" por excelencia con Sergio Berni, hasta el momento no hubo declaraciones oficiales al respecto.

Rubén Darío Giustozzi –o Darío a secas, como suele usar– parece tener motivos para festejar. Las encuestas que circularon en los últimos días los posicionan mejor que su competidor en la interna del massismo, el empresario millonario Francisco De Narváez, y varias señales y algunas fotos lo apuntalan como el favorito del líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

Días pasados, se lo vio muy cómodo junto a la esposa y el cuñado de Sergio Massa, secretaria de Política sanitaria y desarrollo humano del municipio de Tigre y senador provincial, respectivamente. Fue en una Mesa de Educación de la Provincia de Buenos Aires, organizada por el Frente Renovador (FR) en san Isidro.

En el FR destacan cómo rebotó en la prensa el encuentro y la foto con “Malena”, y cada vez trasciende más que Giustozzi sería el elegido de Massa, o como lo denominó La Nación, “el Horacio de Massa”, en alusión al apoyo de Mauricio Macri a Rodríguez Larreta en la interna PRO contra Gabriela Michetti.

Los rumores en las oficinas de Tigre señalan que estarían analizando que “el Colorado” De Narváez podría entonces encabezar la nómina de diputados o la del Mercosur y después, ser ministro nacional. E incluso el rumor llegó a plantear a Malena Galmarini como vice del ex intendente de Almirante Brown.

Pero además de rumores, resulta evidente el respaldo de Massa a Giustozzi en los actos de campaña que los precandidatos realizan juntos en los últimos días. Así, entre miércoles y viernes de la semana pasada se mostraron con una comitiva de inversores extranjeros, en la recorrida por las calles de Escobar con el candidato massista local y compartieron escenario con el múltiple campeón de boxeo Oscar de La Hoya.

Es cierto que Giustozzi ha sido una pieza clave en el armado del FR desde el primer momento y así lo reconocen en las filas del tigrense, pero la lealtad en política no siempre alcanza, y lo concreto es que viene creciendo notablemente en la intención de voto según lo muestran algunas encuestas, arriba de De Narváez.

Si bien lo muestran por debajo del precandidato del Frente para la Vicotira, Diego Bossio, un sondeo de Hugo Haime y Asociados indica que superaría a De Narváez por 5 puntos, y también lo muestra por arriba de María Eugenia Vidal, del PRO, y Ricardo Alfonsín de la UCR.

Si hay una interna que está que arde en provincia de Buenos Aires, es justamente la de los precandidatos a gobernador del Frente Renovador. Apenas un par de días después de que el jefe de la bancada massista en Diputados, Darío Giustozzi, mantuviera una reunión a puertas cerradas con su colega legislador y rival en las PASO bonaerense del massismo, Francisco De Narváez, donde le planteara sus quejas por intentar cooptar dirigentes afines y no aportar propios, Julio “Negro” Ledesma comenzó a caminar los barrios de La Matanza más populoso junto a Francisco De Narváez.

Si bien ya es vox populi el malestar entre Giustozzi  y Sergio Massa por su apoyo al Colorado, también es cada vez más frecuente escuchar en el círculo massista que el ex intendente de Almirante Brown se bajará de las PASO para competir por la intendencia de su distrito.

Indicio de esa depuración en la interna por la gobernación bonaerense del Frente Renovador, es que Ledesma ya decidió que llevará a De Narváez a recorrer las localidades del distrito tantas veces como el diputado quiera.

Y eso es lo que ya está haciendo. Por ello, el último fin de semana anduvieron de recorrida por el barrio Don Juan de Laferrere, entre otras localidades. Durante el paseo, el candidato matancero aseguró en diálogo con los vecinos que “me llevo muchas cartas con las que podré enmendar aisladamente algunos problemas, porque la solución debe ser de fondo, y la tiene que dar el estado municipal, provincial y nacional”.

Entretanto, De Narváez afirmó que “la década ganada acá no llegó” y pidió que “la señora presidenta y el ministro Kicillof que dicen no saber que hay pobreza en la Argentina, vengan al barrio Don Juan, pongan los pies y que trabajen para que reconozcan la realidad”.

Vale recordar que los precandidatos a gobernador por el Frente Renovador cruzaron duras acusaciones en un áspero encuentro privado la semana pasada. En ese contexto el ex intendente browniano le recriminó a De Narváez cooptarle sus dirigentes.

A un mes de su última visita, Francisco de Narváez volvió a reunirse con Nicolás Russo en la Ciudad de Lanús, con el propósito de conocer una importante curtiembre de las inmediaciones del Riachuelo, instalada en la localidad de Lanús Oeste. La actividad sirvió para mostrar el cierre de respaldos mutuos en momentos en los que se debaten las candidaturas.

“Esta recorrida fue la primera de muchas más actividades que tenemos programadas junto a Francisco (de Narváez). Ya pensamos en caminatas y reuniones con vecinos de la ciudad”, anticipó el Presidente del Bloque de Concejales del Frente Renovador de Lanús.

Además Russo agregó: “No vamos a estar en un despacho dando audiencias. Hay diferentes estilos y nosotros elegimos el de estar cerca de la gente, resolviendo sus problemas”.

Para reforzar la estrategia discursiva electoral del FR, el concejal sostuvo: “La gente opta por el camino del medio: corregir lo que está mal y potenciar lo que se hace bien. Nos brindan su apoyo porque proponemos soluciones reales a sus inconvenientes”.

Por su parte, el Diputado Nacional criticó el deterioro que enfrentan las PyMEs de la Ciudad de Lanús. “Le han hecho tanto daño a la industria local que esta empresa podría contratar más trabajadores, pero no puede. Y cada día se tiene que achicar aún más. Se han implantado políticas contrarias al crecimiento”, manifestó.

“La verdad está en la calle, con la gente. Lanús no es una excepción a la inseguridad. Falta una decisión política para acabar con eso. Por eso, cuando Sergio (Massa) sea Presidente, esto va a dejar de ser una sensación. Los delincuentes van a tener miedo, a partir de un mayor rigor de la ley y condenas ejemplificadoras”, sentenció de Narváez.

La comitiva también estuvo integrada por el Diputado Nacional Marcelo D´Alessandro, los Concejales Sebastián Beroldo y Adriana Storni y la Concejera Escolar Mariana Ayesa.

Ni diez días pasaron del plenario del Frente Renovador en San Martín, en el que el Sergio Massa salió a arengar unidad interna, dispensar consignas entusiastas, sacarse fotos grupales y desmentir peleas.

Los cruces y acusaciones entre los precandidatos a gobernador volvieron a salir a la luz.

Esta vez fue el ex candidato a intendente de Berazategui por el Frente para la Victoria, y actual diputado provincial del Frente Renovador, Mario Giacobbe, quien encendió la mecha.

Desmintió una posible baja de la candidatura de Darío Giustozzi y criticó la estrategia de Francisco De Narváez de salir a cooptar dirigentes de sus adversarios del Frente Renovador en las PASO de agosto.

El dirigente berazateguense comenzó señalando que "Darío Giustozzi va a ser gobernador de la Provincia porque representa una opción de gestión y renovación política muy superior al resto, es el candidato preferido de Sergio Massa y la mayoría dentro del Frente Renovador".

De esta manera confirmó su candidatura y salió a responder a las versiones que anunciaban su virtual abandono de la carrera por la Gobernación: "Francisco De Narvaez debe ser más prudente y no intentar adueñarse de lo que construyeron otros, y dejar de poner plata para publicar falsas noticias de que Giustozzi rompe el Frente Renovador y se corre de su candidatura".

Y más adelante agregó: "muchos ya hemos sido víctimas de ese estilo nocivo de De Narvaéz que rompe todo lo que toca. Debe estar preocupado por las encuestas que demuestran que Giustozzi está primero en intención de voto dentro del Frente Renovador y por el contrario, De Narvaéz no solo está abajo sino que aumenta su imagen negativa en la medida que aumenta su exposición".

"Hoy ya tiene una imagen negativa superior al 60 por ciento, lo que le pone un techo bajísimo para conseguir votos mientras que Giustozzi está en su piso y tiene todo para crecer", completó el legislador.

Los cruces vienen de una reunión que mantuvieron los dos precandidatos a la Gobernación en la que el dirigente de Almirante Brown le echó en cara a De Narváez que "no aportó dirigentes propios y se sumó a la interna con una actitud que no fue la esperada", es decir que salió a cooptarle referentes a sus compañeros del Frente Renovador.

El diputado nacional y ex precandidato a gobernador del Frente Renovador, Felipe Solá, aseguró que no aceptaría ocupar un cargo en un eventual gabinete de Francisco De Narváez en la provincia de Buenos Aires, al sostener que "habiendo sido gobernador no sería ministro".

En declaraciones a FM Blue, Solá dijo que lo "ayudaría y asesoraría a él o a quién llegue" del espacio a la gobernación bonaerense aunque aclaró que "no sería ministro habiendo sido gobernador", al ser consultado si formaría parte de un eventual gabinete de De Narváez, en caso de que el empresario triunfe en las elecciones de octubre.

Sobre su decisión de bajar la precandidatura, el ex gobernador bonaerense sostuvo que, entre otras cuestiones, resolvió no participar de esa disputa por una cuestión económica, al advertir que "desde el llano se hace más cara la campaña y eso hace que para ser candidato uno de los temas centrales es qué potencia financiera se tiene".

Consultado sobre la incorporación de De Narváez al Frente Renovador, Solá dijo que "era algo que podía ocurrir" y consideró que el acuerdo entre el empresario y Sergio Massa "se va a mantener porque él quiere ser gobernador desde hace muchos años y ha llegado a un lugar que es más sólido que los anteriores".

Respecto a la precandidatura presidencial de Massa, Solá afirmó que el líder del Frente Renovador "tiene alta oportunidad" de ganar pero advirtió que eso "depende más de nosotros que de los demás".

A pesar de ser el precandidato a gobernador bonaerense que de a poco se impone en la interna del Frente Renovador gracias a los millones que destina a su fastuosa campaña electoral, Francisco de Narváez trata de mostrarse distinto.

En una recorrida por la costa, el millonario se comprometió a tener un perfil distinto al que lo hizo famoso y a “gobernar la provincia con austeridad” en caso de que resulte electo.

Además "El Colo" sostuvo que “el día que un corrupto vaya preso empieza a cambiar la Argentina”.

Durante una recorrida que hizo por distintas ciudades de Mar del Plata, Mar Chiquita, Villa Gessell, Pinamar y General Lavalle, De Narváez consideró que “la gente descree” de sus dirigentes porque no ve reflejados en ellos los valores de honestidad y austeridad.

“Comienza una Argentina distinta el día que un corrupto vaya preso, que termine en la cárcel el empresario que paga una coima y el funcionario que la recibe”, enfatizó el hoy diputado nacional.

“Y también van a cambiar las cosas el día que un presidente viaje al exterior en vuelo de línea y se aloje en un hotel que no sea lujoso”, agregó De Narváez.

Las declaraciones del precandidato contrastan con las críticas que recibe de parte de sus contendientes internos. Tanto Felipe Solá como Mónica Lopez suelen arremeter contra "El Colorado" por su campaña grandilocuente y por imponer su imagen en base a sus millones.

Al principio fueron seis, ahora son sólo cuatro y en el Frente Renovador aspiran a que sean sólo dos los precandidatos a gobernador bonaerense por el massismo. Esta "selección natural" se da luego de que Felipe Solá anunciara la decisión de bajar su postulación.

Este sábado, en la cumbre que Sergio Massa encabezó en San Martín, el ex gobernador bonaerense todavía se mostraba como candidato a comandar la provincia. Pero en los últimos días tomó la decisión de dejar la carrera y se lo comunicó al propio líder del Frente Renovador, según adelantaron medios nacionales.

Dos fueron las principales razones para tal decisión. Por un lado, el anuncio del propio Massa de que quería "dos o a lo sumo tres" precandidatos para el puesto. Por el otro, las dificultades para financiar una campaña de semejante magnitud. Sobre todo cuando enfrente está Francisco de Narváez, un empresario que no duda en poner dinero de su propio bolsillo para costear la batalla.

Aunque había sonado como posible alternativa para darle una pata peronista a las PASO de gobernador del frente entre la UCR, el PRO y la Coalición Cívica, Solá ratificó en los últimos días su pertenencia al espacio que conduce Massa.

La duda es ahora qué lugar ocupará dentro del Frente Renovador. Ser el coordinador de la campaña electoral en la provincia o un puesto como candidato a diputado por el Parlasur fueron algunas de las opciones que se nombraron. Pero todavía es pronto para decirlo. "Se va a ir definiendo en estos días", aseguró uno de sus colaboradores al portal Infobae.

Ahora, en carrera por ser el candidato a gobernador bonaerense de Massa quedan De Narváez, Darío Giustozzi, Mónica López y Jesús Cariglino. Para definir la disputa, el Frente Renovador oficializó este sábado la creación del "Comando Provincia de Buenos Aires. Massa Presidente", una mesa encargada de aprobar las postulaciones y depurar la interna del partido.

La idea, insisten una y otra vez, es que no haya más de tres postulantes. Todos dan por descontado que De Narváez y Giustozzi tienen un lugar asegurado en la disputa. La pelea se reduce ahora al hipotético puesto restante, que es disputado entre Mónica López y Cariglino. Aunque en la mesa chica de Massa apuestan a que no sea necesario bajar a ninguno. "Cada cual se tiene que dar cuenta hasta dónde le da", indicaron fuentes cercanas al ex intendente de Tigre.

De una forma u otra, los postulantes serán oficializados dentro de un mes aproximadamente. Se especulaba con que eso podía suceder el 1º de mayo, cuando Massa presente su candidatura con un acto en una cancha de fútbol, pero eso aún no fue confirmado.

El primero en abrirse de la competencia fue el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Pero no porque haya declinado su candidatura a la gobernación, sino porque abandonó el massismo: a principios de año anunció su pase a la alianza del PRO, la UCR y la Coalición Cívica.

Cuando parecía que el Sergio Massa había logrado un poco de paz en su convulsionado espacio, volvieron los cruces entre los dirigentes. El denominador común es el "Colo" De Narvaez como receptor de todas las críticas.

“Hay un tipo de dirigente que sólo han recorrido pasillos de tv” expresó el ex intendente de Almirante Brown, al referirse a su posible contrincante en las elecciones primarias de agosto del Frente Renovador, por la gobernación de la Provincia, Francisco De Narváez.

Tras el plenario massista que el sábado se celebró en la localidad de Villa Ballester, partido de San Martín, en el que emergieron consignas de unidad sin definiciones certeras, Darío Giustozzi fue el encargado de demostrar sus diferencias con De Narváez: “Le hemos ganado la elección pasada, le hemos ganado siempre, no puede mostrar gestión. Hay un tipo de dirigentes que sólo han recorrido pasillos de TV, que se han hecho famosos y son parte de la Argentina que empieza a terminar”, sentenció.

En torno a esto, el diputado nacional habló sobre la existencia de ciertos dirigentes que “no han mostrado compromiso con la gente, ningún compromiso en actividades sociales. Si no tuvieron oportunidad de gestionar el Estado, ¿dónde gestionaron? ¿En qué institución social? Esas son las cosas que te distinguen, estoy convencido de que ahí hacemos una diferencia”.

Pero el ex intendente de la tercera sección no se quedó allí. Diferenció a Solá de De Narváez al afirmar: “Vos tenés al ex gobernador Solá, ¿alguien puede dudar de su militancia y compromiso? Nadie. Cuando estuvo en algún cargo ejecutivo se podrán discutir sus medidas, pero no de que lo ha hecho con pasión y capacidad”, subrayó.