Prioriadad a la importación: la compra de petróleo crudo en el exterior crece 40%, aunque la producción de YPF baja un 6%

Tras la reciente renuncia del gerente general de YPF, volvió a encenderse una luz de alarma sobre el desempeño de la petrolera insignia de nuestro país. El último cambio de gestión en el poder ejecutivo, implicó también un golpe de timón en la dirección estratégica de la firma.

A partir de un nuevo esquema de gestión empresarial, se priorizó el pilar comercial y la asociación con grandes multinacionales del sector. A diferencia de períodos anteriores, la actual baja de precios internacionales vino acompañada de un corrimiento en la inversión productiva, con lo cual la petrolera estatal se acopló al comportamiento general de los demás jugadores del mercado. En ese marco, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), desarrolló un informe donde se analiza la evolución del sector energético, con foco en la trayectoria económica y productiva de YPF en los últimos años. En el documento, al cual tuvo acceso este medio, se detalla la información de los balances trimestrales que la firma presenta ante la CNV, además de los microdatos sectoriales dispuestos por el Ministerio de Energía y Minería, y demás información de Aduana. A continuación, comentamos los principales análisis del estudio de la UNDAV.

El desempeño contable de YPF S.A, según los balances trimestrales de la empresa, registra momentos de grandes pérdidas y subproducción entre diciembre de 2015 y junio de 2017. Se observa que para el último periodo trimestral cerrado (junio 2017) en comparación para igual periodo de 2015, los activos aumentaron en un 80% (pasa de 241 mil millones de pesos en junio de 2015 a 434 mil millones de pesos en 2017). Analiza el informe de la UNDAV que “la composición del activo da cuenta que su crecimiento del mismo no se debe a una mejora extraordinaria en la capacidad instalada ni en los bienes de uso (propiedades, planta y equipo), ya que dicha cuenta tan solo se incrementó un 78%, sino que se explica en un gran aumento de dos factores claves: los créditos por ventas (tanto a corto y largo plazo) en más de 2.250% por un lado, y por el otro en inversiones financieras, ausentes en los balances hasta 2015, donde dichas inversiones suman tanto a corto y largo plazo $15.702 millones de pesos”. Otro factor que tiene relación con el crecimiento de los recursos reflejados en el activo son los inventarios. Los productos destilados marcan un crecimiento en los bienes de cambio del 103% mientras que el petróleo crudo y gas natural un 53%. El aumento del stock de inventario responde principalmente a una caída en las ventas tanto internas como externas. Por el lado de los pasivos, los mismos aumentaron entre junio 2015 y junio 2017 un 93%, explicado por un aumento de las deudas financieras no corrientes del 249% (en dos años aumenta $83.241 millones de pesos) y de los préstamos a superiores a un año en 152% (el incremento es de $1.137 millones de pesos).

DESEMPEÑO FINANCIERO

(crecimiento acumulado período junio 2015-junio2017)

Fuente: elaboración propia con datos de los Balances Trimestrales de YPF S.A

El informe de la UNDAV da cuenta de que la producción de crudo (incluye GNL) se mantuvo estable cercano a los 300 mil barriles diarios durante el 2015 para decrecer abruptamente a 279 mil barriles por día en junio 2017, representando una caída porcentual del 6% y 19 mil barriles diarios menos. Por el contrario, la producción de gas natural, que rondaba los 1.560 miles de pies cúbicos por día durante 2015, tuvo una leve mejora del 1,54% a junio de 2017 respecto al mismo mes de 2015, pasando de 1.564 Mpcd a 1.587 Mpcd. En lo que representa a la refinación de crudo procesado, el mismo se encontró durante todo 2016 y en lo que va 2017 un 3% debajo del promedio del año 2015, pasando de 302.210 barriles diarios en junio de 2015 a 292.995 bd. Señalan los integrantes del Observatorio que “de continuar con esta tendencia a la baja, el año 2017 podría cerrar más de 3 millones de barriles menos procesados”.

PRODUCCIÓN Y REFINACIÓN

(crecimiento acumulado período junio 2015-junio2017)

Fuente: elaboración propia con datos de Balances Trimestrales de YPF.

En palabras de los economistas de la UNDAV, “la merma en la producción local, se reemplazó, en parte, a partir de compras de crudo y aceites refinados en el exterior”. Por caso, las importaciones de gas de petróleo crecieron un 6% en 2016, mientras que aumentaron 3% en lo que va de 2017. Por su parte, el petróleo crudo mostró alzas del 37% y del 41% en respectivos períodos, mientras que el fuel oil registró subas del 27% y del 1% en iguales lapsos. El único producto refinado que presentó una merma en las compras fronteras afuera fue el gas oil, ya que en este año disminuyeron un 23%, aunque en 2016 habían aumentado 13%.

IMPORTACIONES DE HIDROCARBUROS

(variaciones % a los primeros siete meses de cada año)

Fuente: elaboración propia con datos de aduana.

Otro aspecto preocupante, según consigna el informe del Observatorio UNDAV es “la disminución en términos de la vida media de los pozos activos de YPF”. Esto se debe a la baja inversión de la compañía en procesos de recuperación secundaria sobre los pozos que entran en declinación. Así, en 2016 se produjo una merma de 0,7% en el horizonte promedio de los pozos explotados por YPF, mientras que, en los primeros siete meses del año 2017, la caída trepó a niveles cercanos al 6%. A continuación, se expone la evolución de la vida promedio, para los últimos tres años.

VIDA PROMEDIO DE POZOS ACTIVOS DE YPF

(en cantidad de años)

Fuente: elaboración propia con datos del Ministerio de Energía.

Con todo lo anterior, del estudio analítico llevado adelante por los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV sobre la evolución patrimonial, económica y productiva de la petrolera estatal YPF, se desprenden los siguientes resultados sintéticos:

•En un entorno de precios internacionales a la baja, YPF no se despegó de la tendencia general del mercado de disminuir su inversión en la exploración y recuperación secundaria. así, el tiempo medio de vida de cada pozo productivo se redujo 5,8% respecto a su duración en 2015.

•Desde el plano patrimonial, el pasivo total de la firma se incrementó en un 93% entre junio de 2015 y junio de 2017, esto es, casi 30 puntos por sobre la inflación. parte de este crecimiento se explica por el aumento de préstamos de largo plazo (+152%) y cuentas por pagar (249%).

•La composición del activo de la firma, también muestra una mutación que denota el nuevo perfil corporativo. las inversiones financieras crecen al 100%, mientras que la compra de maquinaria y equipo verificó una suba 22 puntos porcentuales menor, en el último bienio.

•En cuanto a la producción de YPF, la comparativa en relación a junio de 2015 muestra una merma en la producción de crudo (-6%), como en su refinado (-3%). las mismas, contrastas con una tenue suba del orden del 2%.

•Cuanto se la mide en términos de productividad media de los pozos activos, la caída respecto a 2015 trepa al 9,2%.

•Esto resintió la participación de mercado de YPF en materia de producción. así, la producción de oil se redujo en más de 460 mil metros cúbicos en los primeros siete meses del año, en comparación a igual período de 2016.

•La menor producción local se compensa, parcialmente, por medio de compras en el exterior. en ese sentido, las importaciones de gas de petróleo crecen al 3% entre enero y julio de 2017. por su parte, la adquisición de petróleo crudo sube un 41% acumulado a julio.

•Agregando las compras totales de hidrocarburos, se tiene entre enero y julio de 2017 un aumento de las importaciones cercano al 9%, respecto al año 2015.

•La comercialización de los principales productos asociados, también presenta una baja sustantiva. por caso, el nivel medio de barriles de crudo comercializados se redujo en 6.000 unidades, respecto a dos años atrás. el fuel oil y el gas oil, disminuyeron en más de 13.100 y 11.000 unidades, respectivament

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La producción industrial bonaerense cayó 3% en mayo

Acumula doce meses consecutivos de retroceso, según empresarios. Aseguran que "la caída del mercado interno, el aumento de costos por incremento de tarifas de gas y energía eléctrica, sumado a la presión importadora, plantean un escenario sumamente desfavorable".

La producción industrial bonaerense registró en mayo de este año una baja interanual del 3%, a raíz de la caída del mercado interno y las subas de tarifas, según estimó la Federación Económica de Buenos Aires (FEBA).

A través de su Indicador Industrial, la entidad puntualizó que entre enero y mayo de este año, la industria radicada en la Provincia cayó 3,5% con relación a igual período de 2016.

"En contraste con las cifras oficiales del sector a nivel nacional, el Indicador dio cuenta de una demora en la recuperación de la industria bonaerense, al acumular doce meses consecutivos de retrocesos", aclaró FEBA, en un comunicado.

En ese sentido, consideró que "la caída del mercado interno, el aumento de costos por incremento de tarifas de gas y energía eléctrica, sumado a la presión importadora, plantean un escenario sumamente desfavorable para las PyMEs industriales, que no muestra perspectivas de reversión en el corto plazo".

FEBA indicó, además, que las exportaciones bonaerenses totales arrojaron un alza del 4,4% interanual en mayo: las manufacturas de origen agropecuario crecieron un 2,7% y las de origen industrial 7,6.

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Fuertes criticas al Gobierno por la importación de cerdos

Tras conocerse la noticia de que el Gobierno abrirá la importación de cerdos de EEUU al país, la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) salieron a cruzar al gobierno.

Arrendatarios y pequeños productores rurales nucleados en la Federación Agraria Argentina (FAA), tildaron como un “error” la decisión del Gobierno de autorizar la importación de cerdos a la Argentina. A través de un comunicado titulado “ES UN ERROR QUERER QUE ARGENTINA SEA SUPERMERCADO DEL MUNDO IMPORTANDO CERDO DE EEUU”, la Federación lo entiende como “totalmente contradictorio con la decisión de importar carne desde Estados Unidos”, al tiempo que explica, “Nos preocupa que se afecte de esta manera a la actividad que agrega valor por excelencia, con una medida que perjudicará a miles de pequeños y medianos chancheros (que representan al 90% del total de productores de cerdos), beneficiando sólo a tres o cuatro importadores y a cuatro o cinco supermercados que importan carne porcina a precio discrecional”.

Al mismo tiempo, el texto publicado por FAA informa sobre el “síndrome de pie azul” existente en Estados Unidos y advierten que “Abrir la importación también podría implicar un riesgo sanitario para nuestro país”. Finalmente, el texto le exige al gobierno que “reconsidere esta situación, que evalúe a quiénes quiere beneficiar y por qué, tanto como que cuál es el rumbo a seguir. Nosotros queremos producir alimentos en nuestra tierra. No queremos ser depósito de las sobras de ningún otro país”.

Por otra parte, el presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, Juan Uccelli, advirtió que el acuerdo para importar carne de cerdo desde los Estados Unidos pondrá en riesgo la producción local así como unos 35 mil puestos de trabajo, y aseguró que es algo que "nunca pasó" porque antes los "cambiaban por otro tipo de carne".

Ademas, Uccelli explica que "En la primera negociación que hubo, en Estados Unidos solicitaron la apertura para la importación de carne de cerdo, y del lado argentino, el ministro (Francisco) Cabrera les dijo que sí. En ese momento vinieron con todo el triunfalismo de que la exportación de limones estaba abierta, pero hasta agosto no ha viajado ni un solo limón para allá. Esto nunca sucedió, antes nos cambiaban por otro tipo de carne, ahora nos regalaron".

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Advierten sobre el fuerte crecimiento de las importaciones

Según datos de una consultora privada, aumentaron 12% en los primeros cinco meses del año respecto del mismo período del año pasado.

Las importaciones aumentaron 12% en los primeros cinco meses del año respecto del mismo período de 2016 y mostraron alzas en casi todas las clasificaciones según su uso económico, según un informe difundido hoy por la consultora PwC.

El estudio señala que "a excepción de automóviles y bienes de consumo, que habían crecido también en el primer cuatrimestre de 2016, el resto de las importaciones mostraron aumentos en los primeros cinco meses", a contramano de lo ocurrido el año pasado.

En su análisis, la consultora señala que "este resultado se da en un contexto donde el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) difundido por el INDEC, mostró un avance en el primer trimestre del año respecto de igual período de 2016 luego de tres caídas correlativas".

"Esta leve mejora en la actividad se dio, a su vez, con una coyuntura de un tipo de cambio real multilateral, que si se lo compara con la fecha de liberalización del mercado cambiario, ha venido apreciándose, siendo que ambos factores tienden a favorecer la demanda de importaciones", advierte.

Al analizar el origen de los bienes importados, se observa que los tres principales países continúan siendo Brasil, China y Estados Unidos, acumulando una participación de más del 50%.

Sin embargo, entre enero y mayo de 2017 las compras a Brasil crecieron 28% y ganaron 4 puntos porcentuales en participación, mientras que las importaciones provenientes de China cayeron 7% y las de Estados Unidos aumentaron un 3%, considera la firma.

"En este sentido, es evidente el efecto que la caída en la actividad de Brasil, al debilitarse su demanda interna, tiene en la balanza comercial de Argentina", señala.

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La reconversión productiva macrista terminó en despidos e importaciones

Después de los despidos masivos de trabajadores, Banghó comenzó a importar notebooks. A principio de año la empresa cerró una de sus fábricas y ahora vende, con un puñado de operarios, computadoras importadas de China.

La prometida reconversión productiva del macrismo terminó en nada. Finalmente las empresas que cierran y dejan de producir sólo se dedican a importar y reemplazan miles de puestos de trabajos por un puñado de operarios de stock.

El ejemplo más claro es la empresa Banghó. La firma que había apostado a la producción nacional de computadoras de escritorio, a partir de la de la quita del 35% de arancel a la importación de PC, notebooks y tablets, abandonó la producción y comenzó a importar notebooks con su propia marca.

Lejos de made in Argentina, ahora Banghó distribuye equipos propios (con su marca pero importados de China) y de terceros.

A principio de año la compañía despidió a cientos de trabajadores debido a que cerró la fábrica de notebooks en Vicente López.

Por su parte PC Arts (Banghó) no fue la única que cerro sus puertas y dejo a trabajadores en la calle. Air Computers (CX) cerró su planta de Rosario, con 100 empleados; e Informática Fueguina (BGH Positivo) cerró en Tierra del Fuego, dejando sin empleo a 165 trabajadores.

La quita de aranceles afectó a la industria naciona y tampoco generó el impacto que había pronosticado el Gobierno en los precios, que se mantuvieron inalterables.

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Crisis en el sector electrónico

Por la caída del consumo y la apertura de importaciones, la mitad de los trabajadores del sector fueron despedidos o suspendidos.

Un informe de la Undav así lo demuestra ya que por la caída del consumo y la apertura de importaciones, la mitad de los trabajadores del sector fueron despedidos o suspendidos. El complejo productivo industrial “electrónico” comprende diferentes cadenas de valores, entre las que se pueden encontrar la “línea blanca” (heladeras y freezers, lavarropas, cocinas, termotanques, aire acondicionados, etc.), la “línea marrón” (televisores, reproductores de DVD y equipos de audio, incluso para automóviles) y la “línea informática” (celulares, tablets, notebooks, netbooks, etc.). La producción de éstas cadenas productivas son las que mayor agregado aportan, no solo en montos de ventas, sino en el uso de mano de obra intensiva, la producción y desarrollo de conocimiento y tecnologías. En la última década se vio un cambio de paradigma entre la industria electro – mecánica a la electrónica, luego de la revolución informática, lo que trajo consigo un proceso de sustitución de importaciones, fundamentalmente en lo referido a los electrodomésticos de línea blanca, para luego continuar por el rubro informática. En este marco, desde el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), realizaron un informe de caracterización de la cadena de valor y evaluación de la trayectoria del sector en la coyuntura actual. El documento, al que tuvo acceso este medio, abarca una disparidad de temáticas, como el empleo, la producción y el desempeño del comercio del sector.

Como primera caracterización, los miembros del Observatorio UNDAV marcan que “históricamente el sector de electrónicos operaba en tres puntos neurálgicos estratégicos: Capital Federal, Gran Buenos Aires y Tierra del Fuego. Aproximadamente 152 empresas proporcionaban 15 mil empleos técnicos y profesionales. Durante la década de los 90’ debido a la apertura indiscriminada de las importaciones y el proceso de desindustrialización, en el año 2000 quedaban tan solo 129 empresas al mismo tiempo que su planta laboral se reducía un tercio” Por tanto, las empresas multinacionales radicadas en el país, que lideraban la producción a comienzos de esa década, redujeron su actividad de desarrollo y fabricación. La apertura económica, el deterioro del tipo de cambio y la ausencia de normas antidumping provocaron un profundo cambio en el sector y la consolidación del montaje de partes importadas. Entre 2001 y fines de 2002 cayeron fuertemente las importaciones de productos electrónicos debido a la profunda crisis económica. La venta a manos privadas de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel) tuvo como consecuencia la reducción en la producción local, debido a la caída de la demanda, ya que las privadas comenzaron a comprar productos importados, ignorando la ley de Compre Nacional.

En contraste, según los economistas, “el proceso de crecimiento del sector se comenzó a verificar entre 2003 a 2009, en una primera etapa a partir de dos políticas claves; por un lado, la restricción importadora de bienes finales y por el otro por incentivos (impositivos, laborales, tecnológicos, etc.) brindados por el gobierno nacional para la creación de un polo productivo tecnológico en la isla de Tierra del Fuego”. La segunda etapa se desarrolló entre 2010 y 2015, ya no solo invirtiendo en la producción, sino que, alentando el consumo mediante políticas como Precios Cuidados, Ahora 12 o el Plan Canje de Electrodomésticos. No obstante, a partir de las modificaciones introducidas al régimen de Tierra del Fuego, hacia fines del año 2009, que amplían las ventajas impositivas respecto de los productos importados, se han concretado nuevas inversiones que determinaron un importante incremento de producción de algunos productos, especialmente teléfonos celulares. Un mercado que se creó en el año 2009 con la aparición del sistema argentino de televisión digital terrestre es el de los equipos conversores para TV digital por aire. La oferta local de esos dispositivos fue capaz de proveer más de 1.200.000 unidades.

Indica el informe de la UNDAV que este proceso de crecimiento del sector fue tal que, en 2010, la línea blanca Argentina marcó nuevos récords de producción, con aproximadamente 1.100.000 lavarropas, 700.000 heladeras y 620.000 cocinas fabricadas en el año. El 80% de las heladeras que se vendían en Argentina eran fabricadas en el país (en 2003 era apenas el 30%). Las cocinas, en tanto, pasaron de un 78% a casi el 95% y los lavarropas de un 75% a casi el 90%. Según consignan, por tanto, “el incremento de la producción se dio en paralelo a una caída de las importaciones, que en conjunto fue del 45% entre 2008 y 2010, tomando los 10 primeros meses. Las importaciones de cocinas cayeron 70%, las de lavarropas 50% y las de heladeras un 30% entre ambos años. Es decir, se dio un claro proceso de sustitución de importaciones y el ahorro de divisas por las menores importaciones en estos dos años superan los 50 millones de dólares. Entre 2003 y 2011, la producción de heladeras creció 451%, la de lavarropas 239% y la de cocinas 248%. Además, en los primeros 6 meses de 2012 las ventas de línea blanca marcaron un nuevo récord, con un crecimiento de 2% respecto al mismo período del año anterior. Para 2012, el 90% de las heladeras que se vendían eran de producción nacional, 90% de lavarropas de producción nacional y 100% de cocinas”.

Desde fines de 2015 se observa un cambio de paradigma que afecta a toda la cadena de valor en su conjunto donde, debido a la falta de controles en el tipo de cambio y el consiguiente aumento del valor de la divisa, encareciendo la importación de insumos destinados a la industria electrónica. La consiguiente pérdida del poder adquisitivo debido a la devaluación y el incremento de las tarifas de servicios públicos, según el informe del Observatorio de la UNDAV “ha redundado en un ajuste en los niveles de consumo y por lo tanto de ventas hacia abajo, afectando las ganancias de las empresas en su conjunto”. Por otro lado, la quita de los aranceles destinados a proteger a la industria local de la importación de productos finales fue la última medida que terminó de afianzar la crisis en un sector que, sin contar con políticas económicas favorables a la producción nacional, se ve aún más comprometido. Producto de esta liberalización indiscriminada en el comercio exterior, cuando se estudian las compras al exterior en cantidades se observan aumentos pronunciados en la entrada de productos que compiten con la producción nacional. Por ejemplo, en los rubros de componentes. Por ejemplo, para en el acumulado de los primeros cinco meses del año las importaciones de lavarropas automáticos aumentaron 73% interanualmente, pasándose de importar 24.333 unidades en el 2016 a 42.104 unidades en el corriente año. Las importaciones de heladeras por su parte, crecieron 21% en cantidades en el acumulado de enero a mayo, interanual. Mientras que en los primeros cinco meses del 2016 entraron al país 40.356 heladeras, en los primeros cinco meses del 2017 ingresaron 48.960 heladeras importadas. El incremento de las importaciones resulta más evidente aun si el análisis se efectúa en relación al año 2015. Comparando los primeros cinco meses de cada año, en el 2017 se triplicaron las importaciones de heladeras (+2013%) y se duplicaron las importaciones de lavarropas (+101%) con respecto al 2015. Algunos electrodomésticos de cocina experimentaron una dinámica similar. En efecto, siempre comparando el periodo de enero a mayo, crecieron 269% las compras de licuadoras importadas, aumentaron 185% las de batidoras y 36% las de procesadoras de alimentos (multifunción). El siguiente gráfico ilustra los principales incrementos en la importación de productos electrónicos terminados.

En cuando los productos intermedios de la cadena de valor electrónica, se destaca la importación de cables aislantes, circuitos integrados, metales y piezas aislantes, semiconductores, entre otros. En todo proceso de reemplazo de importaciones por producción local es esperable que, gradualmente, se genere un proceso de incorporación de valor agregado, mejora en los estándares de productividad y de integración vertical, hasta alcanzar los niveles más altos en la frontera tecnológica, alcanzando competitividad en los segmentos más competitivos del mercado. No obstante, según consignan desde la UNDAV, “típicamente, los países en vía de desarrollo generan instancias intermedias hasta consolidar su eslabonamiento productivo, y a partir del ensamblaje de piezas y partes procuran subirse al tren del desarrollo a partir de trepar a un vagón intermedio”. Ahora bien, en materia comercial, esto se materializa en la compra de insumos y componentes intermedios, muchos caracterizados por el desarrollo de procesos tecnológicos de punta. No obstante, cuando se analiza la dinámica del último año se encuentra una reducción sistemática en el volumen de compras al exterior de componentes intermedios. Este resultado no deja de ser indicativo del retroceso en las expectativas de inversión de las empresas locales, y de la incubación de un proceso de reversión en la producción local de productos, que gradualmente se vuelven a comprar (ya terminados) desde el exterior.

Con todo lo anterior, del análisis llevado adelante por los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV sobre el sector de electrónicos y electrodomésticos, surgen las siguientes conclusiones sobre la coyuntura en materia de empleo, producción, consumo y resultados comerciales:

• La producción de reproductores de video en unidades tuvo una caída del 46%, los equipos retrocedieron 23%, las cámaras fotográficas 59%, los aires acondicionados para automóviles tuvieron una baja del 16% y las notebooks, netbooks y tabletas cayeron 23%. Las comparaciones se realizan entre 2015 y 2016.

• La producción industrial proveniente de las PyMEs en unidades presentó caídas interanuales en 13 meses de los últimos 15, revelando que no existe una recuperación del sector.

• Los incrementos de las ventas en pesos de electrónicos o electrodomésticos fueron insuficientes para combatir la inflación durante 2016. Tomando la inflación anual del 41% para dicho año, las ventas de equipos de aire acondicionado estuvieron 36% por debajo de la inflación, las computadoras y accesorios informáticos un 43%, los televisores, DVD y filmadoras un 20% y los equipos de audio, radios y similares 30%.

• Producto de la recesión, disminuyó la importación de componentes electrónicos utilizados para producir localmente artículos terminados. Comparando el promedio de los 5 primeros meses del año 2011 a 2015, contra los primeros 5 meses de 2016, la caída es del 11%, mientras que con 2017 se pronuncia al 23%.

• Las importaciones de productos terminados se incrementan durante los primeros cinco meses de 2017 respecto a 2016, en productos como licuadoras (269%), batidoras (185%) y lavarropas (73%), entre otros. Las compras desde el régimen promocional fueguino entre los primeros cinco meses de 2016 y 2017, cayeron 17%.

• Tomando el promedio de los primeros cinco meses desde el año 2011 a 2015, las exportaciones de productos electrónicos caen por segundo año consecutivo.

• La caída de las ventas y consiguiente producción derivó en despidos, suspensiones y reducciones horarias. Según el MTySS, los sectores relacionados a la fabricación de computadoras y artículos de radio y televisión perdieron más de 2.000 empleos entre el tercer trimestre de 2015 y mismo periodo 2016.

• Según estimaciones propias en base a datos de la UOM, los despidos ascienden 11.400, mientras que las suspensiones a 8.000 trabajadores.

• La disminución de los precios de las notebooks, netbooks y tabletas no fue del 50% como fijaba la estimación del Gobierno, ni tampoco 35% que fue el monto de los aranceles eliminados. Según estimaciones propias, los precios bajaron tan solo 14,28% en casos muy puntuales.

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Automotrices acumulan deuda mayor a U$S 600 millones con el Estado Argentino por incumplir límites de importaciones desde Brasil.

Un estudio de la UNDAV sostiene que “en 2017 el panorama de la industria automotriz de 2017 pareciera repetir la historia de 2016”. En 2016, mientras la venta de autos subió un 11,1% (autos y utilitarios livianos), la producción nacional de vehículos cayó un 10,2% interanual.

Como la inmensa mayoría de los sectores de economía, el complejo de automóviles y autopartes se vio resentido en 2016, producto de la retracción generalizada del nivel de actividad. Impactaron sobre la producción del sector, en mayor medida la flexibilización en los controles sobre el cumplimiento de los acuerdos bilaterales con Brasil y una gradual tendencia a la apreciación cambiaria, que se potenció desde mediados de 2016. No obstante, a diferencia de crisis anteriores, el deterioro en la actividad local se conjugó con un notable incremento en las ventas internas, traccionadas por las unidades de lujo, mayormente producidas fronteras afuera. Este fenómeno se explica por un cierto volumen de “compras reprimidas”, en especial, en los albores de la modificación del régimen cambiario y por la mejora en las expectativas al inicio del cambio de modelo. Posteriormente también se vio influido positivamente por los efectos del blanqueo de capitales, que “liberó” una importante demanda después de exteriorizados los fondos. Pero también como producto de una transferencia de recursos regresiva a nivel local, la cual redunda, paradójicamente, en un incremento en la demanda de las unidades de gama media/alta. A partir de este escenario general, los equipos de investigación de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), en su Observatorio de Políticas Públicas, llevaron adelante un estudio sectorial para estudiar las particularidades de la industria automotriz e indagar en las perspectivas a futuro. El análisis se compone de una caracterización general del sector, un relevamiento de los principales números de producción y ventas, y un desarrollo en detalle de un factor poco mencionado, como ser el incumplimiento de los acuerdos comerciales con Brasil, desde el último año y medio de liberalización y avalancha de productos importados.

En primer lugar, los investigadores de la UNDAV señalaron que “en 2017 el panorama de la industria automotriz de 2017 pareciera repetir la historia de 2016”. En 2016, mientras la venta de autos subió un 11,1% (autos y utilitarios livianos), la producción nacional de vehículos cayó un 10,2% interanual. Así, en este primer cuatrimestre de este año los patentamientos subieron un 32% y la producción nacional cayó un 9,8% (datos de ACARA y la Asociación de Fabricantes de Automotores -ADEFA- respectivamente). Así, según los economistas, “en el primer cuatrimestre de 2017 se profundizó la tendencia”. Ocurre que el total de patentamientos se ubicó en 283.567, un incremento del 32% respecto del mismo período de 2016. No obstante, los vehículos importados se ubicaron en el 66,7% del mercado, contra el 33,7% de los nacionales, una baja de 9,4 puntos porcentuales. Si se consideran los 20 primeros modelos más vendidos (unas 163.504 unidades), los nacionales ocuparon el 39% contra 61% de los importados. Una pérdida de 14,2 puntos porcentuales a favor de los importados. Por otra parte, en este período, de los 20 vehículos que mayor incremento porcentual en los patentamientos tuvieron respecto del mismo período de 2016, solo 3 modelos son de fabricación nacional (el Chevrolet Cruze, la Honda HR-V y la Toyota Hilux SW4), los 17 modelos restantes son importados. Además, en este primer cuatrimestre, 56 modelos de vehículos tuvieron mayor patentamiento que en el mismo período de 2016 (lo que representa unas 92.767 unidades más). De esa cantidad, el 77,9% son vehículos importados, mientras que solo el 22,1% son nacionales. Esto muestra a las claras el avance de los modelos importados por sobre los nacionales en el mercado local.

Origen de los vehículos más vendidos – 2015, 2016 y 1° Cuat. 2017.

(En % del total)

Fuente: elaboración propia según datos de ACARA e información de mercado.

En el plano comercial, desde la UNDAV, describen la existencia de un “el comercio, desbalanceado”. Esta evaluación surge de la observancia de un nivel de exportaciones que, en el primer cuatrimestre del 2017, superó los U$S 1.559 millones, mientras que las importaciones sumaron U$S 3.389 millones. Ambos números trasuntan un déficit comercial para Argentina que llegó a los 1.830 millones de dólares. En la comparación del saldo comercial histórico para este capítulo, el déficit del primer cuatrimestre del 2017 es el mayor de los últimos años. El saldo comercial deficitario se explica por un marcado incremento en las importaciones en valores de 37,3% interanual y de un leve crecimiento de las exportaciones (+4,4%). Sin embargo, si la comparación se realiza con respecto al primer cuatrimestre del 2015, el deterioro comercial del corriente año resulta aún más notorio (las importaciones crecieron 74,6% y las exportaciones disminuyeron 23,2% en dicho lapso).

Saldo comercial en automóviles terminados – 1° Cuatrimestre 1999 a 2017.

(En millones de U$S)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Aduana

Explican los integrantes del Observatorio de la UNDAV que “con el objetivo de mejorar la integración de la industria automotriz y fomentar la continuidad de las inversiones, en el año 2000 Argentina y Brasil firmaron un Acuerdo sobre la Política Automotriz Común”. El acuerdo establecía un arancel externo común del 35% para la importación de automóviles de terceros países e impuestos del 14%, 16% y 18% para las compras extra zona de autopartes. En el mismo acuerdo se estableció una preferencia arancelaria (impuesto cero) para el comercio intra zona, a partir del cual se dispuso una cláusula de compensación comercial, mediante un coeficiente de desvío llamado flex, igual al cociente entre las importaciones y las exportaciones entre ambos países. Desde su implementación, este coeficiente ha sido alterado, a partir de distintos acuerdos, con el propósito de responder a las necesidades de los países, pasando de 2,6 en el año 2005 a 1,5 desde 2014 hasta la actualidad. La lectura de este coeficiente, marca que por cada dólar que exportan las automotrices argentinas, las terminales brasileras están habilitadas a importar hasta 1,5 dólares.

Un factor aún más delicado lo constituye el hecho de que, en función a lo pactado en el acuerdo, las terminales deberían pagar un impuesto sobre el excedente del coeficiente flex. El mismo se estableció de aplicación ante eventuales casos de incumplimiento, como el que se produce actualmente. Esta penalidad, se aplica reduciendo el margen de preferencia a sólo un 25% para el caso de autos y a sólo un 30% para las autopartes. Esto es, se pasa a aplicar el 75% y el 80% del arancel externo común (fijado en el 35%) en caso de que no se respete la relación prefijada.

Cuantificando el impacto de esta cláusula del acuerdo, se puede estimar el peso de la deuda de las terminales brasileras para con el Estado Argentino producto del incumplimiento. Así, en el acumulado que va desde diciembre de 2015 hasta marzo de 2017, sólo por el exceso de importación de vehículos por sobre lo pautado, las terminales deberían pagar un impuesto equivalente a U$S 531,3 millones de dólares. A pesar de que las empresas podrían compensar estos desajustes hasta el año 2019, la tendencia del último año y medio no hace pensar que la relación se revierta. Más aún, si se considera que las importaciones son procíclicas al nivel de actividad, y en los próximos años se espera que nuestro país retome la senda del crecimiento, se cae en cuenta que lo más probable es que las compras de vehículos al exterior mantengan su ritmo creciente. Por tanto, no deja de llamar la atención que desde la administración argentina no se ponga de relieve la necesidad de reglamentar los términos de pago de estas penalidades. Independientemente de los efectos recaudatorios, la necesidad de dar cumplimiento a la cláusula de compensación es relevante a los fines de que sirva de herramienta de protección de la industria local, al limitar las cantidades y evitar que se produzca una brecha de especialización entre nuestra economía y la brasilera. A continuación, se analiza gráficamente la trayectoria de este coeficiente.

Flex para automóviles terminados – Enero 2015 a Marzo 2017.

(valor de las importaciones sobre valor de las exportaciones)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Aduana

Con todo lo anterior, del informe de los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV sobre la coyuntura de la industria automotriz y los riesgos del actual régimen de comercio exterior, se desprenden los siguientes números, a modo de síntesis.

.El aumento de ventas al público de vehículos terminados de 2016, del orden del 10,22%, se vio acompasado de una caída en la producción interna en la misma magnitud, 10,23%. El bache de unidades fabricadas localmente se cubrió por medio de una avalancha de importaciones, con un alza del 45,45%.

.La tendencia no parece revertirse este año, ya que al primer cuatrimestre de 2017 se registra una disminución de la producción local en torno al 10%, aunque las ventas a concesionarios continúan con solidez aumentando un 14,6%.

.Esto provoca que, entre los veinte vehículos que mejoraron sus ventas en el primer cuatrimestre del corriente año, casi un 80% se produzcan fronteras afuera del país.

.Además, el coeficiente de intercambio –flex- entre Argentina y Brasil se disparó en el último año, llegando a más que triplicar los máximos contemplados en el acuerdo bilateral.

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Las importaciones chinas aumentaron un 100% respecto a 2015

Un informe de la (UNDAV) revela que en sectores sensibles para la industria, las importaciones desde China crecieron hasta un 100%, respecto a 2015.

La relación entre nuestro país y China estuvo históricamente signada por un intercambio desigual. Nuestro país, como exportador de productos primarios y el gigante asiático como proveedor de manufacturas, de creciente grado de desarrollo tecnológico. Desde 2011, en un contexto de rigidez de los mercados estructurados de capitales, por el impacto de la crisis financiera y la profundización del conflicto con los bonistas remanentes del default argentino, la lógica de asociación comenzó a mutar. En un escenario geopolítico internacional complejo, nuestro país junto a otras economías emergentes, comenzó a desarrollar una vinculación estratégica con China, a los fines de obtener financiamiento directo para mega obras de infraestructura, a tasas de interés de preferencia. Ese contexto cambió rotundamente desde fines de 2015, cuando la nueva administración nacional cuestionó la rúbrica de convenios anteriores, a partir de objetar las condiciones acordadas, el impacto ambiental de los proyectos y la conveniencia de canalizarlo por la vía bilateral. Esta decisión política, sin dudas tuvo impacto sobre la relación comercial, producto de la lógica de retaliación comúnmente implementada por China.

En este marco, desde el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) se desarrolló un informe acerca de los bemoles de la relación de nuestro país con la principal potencia asiática, en el marco de la visita del presidente Macri al país oriental. Según tuvo acceso este medio, en el informe los investigadores marcaron que “las ventas al país asiáticos se concentran mayormente en productos del complejo oleaginoso (pellets, porotos, y otros subproductos de la soja). Solo el 3% de las exportaciones de 2016 fueron manufacturas de origen industrial (en 2015 fue 3,4%), mientras que el 70% está representado por productos primarios, el 19% por manufacturas de origen agropecuario y el 8% por combustibles”. En relación a las importaciones, consignaron que “las compras se reparten en bienes de capital, bienes intermedios, piezas y accesorios para bienes de capital y bienes de consumo finales. Esto es, rubros de tipo industrial”. En la relación, Argentina tiene un fuerte déficit comercial con el país asiático, que en 2016 se ubicó en 5.823 millones de dólares, el mayor de todos los rojos comerciales entre países o bloques regionales, con ventas por 4.660 y compras por 10.483 millones de dólares. La tendencia a la primarización se verifica por las ventas de combustibles, que crecieron un 123,4% y la compra de bienes de consumo finales, que subieron un 12,9%. Estos números agregados muestran que prevalece un perfil agroexportador en la relación comercial. Si bien, lógicamente este escenario no es nuevo, no es menos cierto que en el último año y medio se revirtió la leve tendencia que se venía sosteniente en pos de estabilizar la composición del comercio bilateral y el resultado global.

Para caracterizar la evolución más próxima del comercio, explicaron que “el saldo comercial con China en 2016 fue un déficit comercial de 4.625 millones de dólares (equivalente al 89% del total de las exportaciones ese año)”. Si bien se espera que las importaciones disminuyan por un lado por el menor ingreso de insumos destinados a la construcción y la industria que representan un gran valor monetario, y por el otro por una caída de la actividad económica que afecta la importación de bienes de consumo, esta disminución del -12% es superada ampliamente por la caída de las exportaciones, motorizadas por la caída en la venta de granos de soja, y de productos industrializados con más valor agregado (-38%). Si se produjera este escenario, el déficit comercial con el país asiático se incrementaría un 18%, alcanzando el 168% del valor de las exportaciones de ese año.

                   Balanza Comercial con China – Año 2016 y 2017

(En millones de U$S)

Fuente: elaboración propia en base a datos de aduana

Como marcan los integrantes del Observatorio UNDAV, “la entrada de productos chinos se dio con mayor intensidad en algunos sectores que se encuentran atravesando por un complejo panorama en el mercado local. Mientras industrias sensibles experimentan una marcada contracción en sus niveles de producción domésticos las importaciones en estos sectores crecen impulsadas por la nueva política comercial encarada por el Ejecutivo”. Lo observado en el campo de las importaciones se convierte en una paradoja: suben las importaciones, aun cuando el nivel de la actividad económica se muestra en retroceso. Las compras de bienes de fabricación transnacional sustituyen la producción interna y, junto con ésta, reemplazan valor agregado y trabajo local por valor agregado y mano de obra extranjera. En particular, los sectores con bajas de producción más significativas de los últimos meses fueron los más perjudicados por la política comercial encarada desde diciembre del 2015 a la fecha. Las importaciones vienen a sustituir producción local por producción externa, en un escenario de retracción del consumo y la producción en el mercado interno.

Por su parte, el informe de la UNDAV consigna que las importaciones chinas en el sector automotriz crecieron 27,3% en el primer cuatrimestre del año interanual. Si se la comparación se realiza con respecto a lo importado durante el mismo cuatrimestre del 2015 la suba es de 32,9%.

             Importaciones de automóviles – primer cuatrimestre 2013 a 2017

(En millones de U$S)

Fuente: elaboración propia en base a datos de aduana

El resultado de la evolución de las compras de automotores de origen chino, y de otros orígenes, está impactando significativamente sobre el mercado local de automotores desplazando a la producción doméstica, cuya participación en las ventas totales pierde relevancia. Mientras en el 2015 el 55% de los autos patentados era importado y el 45% se producía localmente, en los primeros meses del 2017 esas proporciones mutaron a favor de la producción externa – el 66% de los autos patentados son importados y el 34% restante se fabrica en Argentina-. En cuanto a la producción local, en abril se produjeron 37.730 de vehículos, esto es, 5,9% menos que en marzo y 15,1% menos que lo fabricado en igual mes del año pasado. Aunque las ventas a los concesionarios aumentaron (+12,6%), las ventas a concesionarios de vehículos producidos localmente bajaron (-16,8%). Por su parte, en marzo, la industria automotriz utilizó menos de la mitad de su capacidad instalada (48,2%).

Otro sector con complejidades, según el análisis de los economistas de la UNDAV, es el textil “ya que fue ampliamente afectado por la entrada de productos finales elaborados en economías con salarios bajos y magras condiciones laborales, como China”. Las importaciones de indumentaria terminada subieron 49,4% en el primer cuatrimestre del año, interanual. Por otro lado, si se compara con el año 2015, en el primer cuatrimestre del corriente las importaciones de ropa prácticamente se duplicaron (desde 54 millones de dólares importados en el primer cuatrimestre del 2015 hasta 110,7 millones importados en el mismo lapso del 2017).

                    Importaciones de textiles – primer cuatrimestre 2013 a 2017

(En millones de U$S)

Fuente: elaboración propia en base a datos de aduana

Asimismo, la industria textil es una de las más perjudicadas por los despidos y suspensiones. A la apertura importadora indiscriminada (principalmente de bienes chinos) se suma la retracción del consumo doméstico y el brusco aumento en las tarifas de los servicios públicos. La utilización de la capacidad instalada del sector se ubica por debajo del 60% (57,3%). Por su parte, el textil fue el rubro que experimentó la mayor caída en la producción en los últimos meses (en febrero, según la CAME, la producción del rubro Indumentaria y Textil cayó 15,7% interanual). Las ventas bajaron en febrero 3,7% en cantidades, según CAME (interanual).

Con todo lo anterior, del informe especial de los economistas del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV sobre la relación bilateral entre nuestro país y la potencia asiática, se desprenden las siguientes conclusiones sobre la coyuntura del comercio.

.La balanza comercial se encuentra sufriendo un deterioro. Las exportaciones del primer cuatrimestre de este año cayeron un 8,6% en comparación a igual período de 2015, mientras que las importaciones totales sólo bajaron un 2,8%.

.Por caso, la venta de granos del complejo oleaginoso de la soja tuvo una afectación sustantiva en 2016, bajando un 21% en el año. En el primer cuatrimestre de 2017 se recuperaron 6 puntos porcentuales de aumento, pero en la comparación con 2015 se sigue 41,4% por debajo.

.Por su parte, la importación de productos textiles terminados subió un 50% en el primer cuatrimestre de 2017, mientras que la compra de vehículos chinos se incrementó en un 33%.

.Las perspectivas para lo que resta del año no son las mejores ya que, de mantenerse el actual desempeño, la balanza comercial consolidaría una reversión cercana al 4%, con respecto a la del año 2015.

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Aumento récord en las importaciones de vino

Un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) revela que la importación de vino en el primer trimestre de 2017 fue superior a la suma de los últimos seis años. Caídas en el poder adquisitivo como las registradas en 2016, afectan notoriamente a la industria, lo cual se traduce en un cierre de establecimientos bodegueros y el consecuente despido de los trabajadores.

Se esperaba que uno de los principales efectos virtuosos del cambio de modelo económico, fuera una mejora en la competitividad de las diferentes economías regionales de nuestro país. Esto se traducía en un incremento de los márgenes internos, a partir de las distorsiones –impositivas y de precios relativos- y un crecimiento en los saldos exportables, mediante la captación de nuevos mercados en un entorno cambiario más favorable. Transcurrido un año y medio, el sector vitivinícola no parece haberse favorecido por tales vectores de crecimiento sino, muy en contrario, está siendo afectado por la recesión económica generalizada y la avalancha de importaciones. Para ilustrar el desempeño de este sector, desde el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), realizaron un informe para caracterizar el desempeño de esta importante economía regional de Cuyo y la región noroeste.

Así, según indica el informe de la Undav, “el consumo en el sector vitivinícola en el último año no escapó a la generalidad del resto de las economías regionales de nuestro país”. Ocurre que tanto el consumo interno de la fruta fresca como sus diferentes transformaciones –jugos concentrados, diferentes tipos de vino y demás productos procesados- suelen tener un alto grado de dependencia respecto del ciclo económico local. Caídas en el poder adquisitivo como las registradas en 2016, afectan notoriamente a la industria, lo cual se traduce en un cierre de establecimientos bodegueros y el consecuente despido de los trabajadores. A continuación, se presenta la evolución mensual del sector, en relación a las ventas internas

                                                       Ventas Internas mes a mes – Año 2015 y 2016

(en millones de hectolitros)

                            Fuente: elaboración propia en función a Instituto Nacional de Vitivinicultura

Como se observa, en casi la totalidad de los meses el último año mostró menor cantidad de despachos internos que en 2015. En el consolidado anual, la diferencia fue de 850.000 hectolitros, dado que en 2015 se vendieron 10,27 millones de hectolitros (mdh), mientras que en el año pasado se comercializaron tan sólo 9,42 mdh. A continuación, se amplía el análisis para los últimos doce años. Donde se destaca una caída general en el último año del orden del 8,3%. La misma es la caída más pronunciada de toda la serie, que venía de crecer un 1,1% en el promedio del último quinquenio. En la división por tipo, se destaca especialmente la caída en los vinos varietales, del orden del 7,4% y de los genéricos (sin mención), que vendieron 8,8% menos en 2016.

                 Ventas por tipo de vino – Año 2005 a 2016

(en millones de hectolitros y porcentaje de variación anual)

Fuente: elaboración propia en función a Instituto Nacional de Vitivinicultura

Desde el plano del comercio, los economistas del Observatorio Undav alertaron que “se empieza a observar un proceso de reversión del superávit comercial que mantuvo históricamente la industria del vino”. En la industria vitivinícola argentina, aproximadamente el 80% de la producción se destina al mercado doméstico, mientras que el 20% restante se exporta. Con respecto al mosto, esto es, el jugo concentrado de la uva, más del 20% de su producción se vende al exterior. Por su parte, la balanza comercial del sector se muestra favorable para la Argentina. En los últimos años se obtuvo un saldo neto comercial positivo que en promedio le dejó algo país más de 800 millones de dólares. Las importaciones son poco significativas en relación a las exportaciones. En los últimos meses, como consecuencia del cambio de la política económica (que se ha mostrado más permisiva para la importación de productos de origen foráneo), de las inclemencias climáticas que afectaron a las zonas productoras y de la magra cosecha de uva que se mantuvo baja en términos históricos, las importaciones de vinos se aceleraron marcadamente con respecto a los meses previos. Se ha pasado de una cifra poco significativa de importaciones mensuales a importarse vinos por valores que alcanzaron los 30 millones de dólares tomando el acumulado de los meses que van de diciembre de 2016 a marzo de 2017, lo que implica que en esos 4 meses las importaciones de vinos han sido mayores a las de los últimos 4 años (periodo 2012-2015). En el primer trimestre de 2017 se importó por más valor que en los últimos 3 años (2014-2016) y en el mes de marzo de 2017 más que en todo 2016. El primer trimestre del 2017 superó incluso el pico histórico de importaciones del año 2010 (22 millones de dólares se importaron en el año 2010 contra 24 millones del primer trimestre de 2017), lo que da cuenta de la aceleración del aumento de las compras de vinos extranjeros.

                                 Importaciones de vino – 2010 a 2016 y primer trimestre 2017

                                                                  (En toneladas)

Fuente: elaboración propia en base a datos de Aduana.

En particular, escalada en la importación de vino comenzó en diciembre del año pasado, mes en el cual ingresaron al país vinos por un valor de 6,3 millones de dólares. En el primer mes del año corriente se importaron vinos por 8 millones de dólares, en febrero ingresaron productos por 6,8 millones de dólares y en marzo otros 9,4 millones de dólares. En promedio, durante los primeros tres meses del 2017 se compraron vinos por 7,6 millones de dólares (por mes). Por otro lado, durante todo el 2014 se importaron 6 millones de dólares y en 2015 6,2 millones de dólares. En este sentido, lo importado durante cualquier mes del último cuatrimestre supera a lo importado usualmente en todo un año. Tan solo en enero se importaron vinos por 8 millones de dólares, un 14% más que lo importado en todo el 2015 y un 58% más que lo importado en todo el 2014. Por su parte, las exportaciones de vinos cayeron en el primer trimestre del año en curso. Mientras que en el primer trimestre del 2015 se exportaron vinos por un valor superior a los 200 millones de dólares, en el 2016 la exportación se redujo a 186 millones y en el 2017 lo exportado alcanzó los 161 millones de dólares.

                    Exportaciones de vino – Primer Trimestre 2010 a 2017

(En millones de dólares)

                             Fuente: elaboración propia en base a datos de Aduana

Además, los investigadores de la Undav consignaron que “respecto de las exportaciones por tipo de posición arancelaria prácticamente la totalidad de lo vendido al exterior se concentra en las exportaciones de vinos, ya sea vino a granel o en recipiente con capacidad menor o igual a dos litros”. Así, las exportaciones de mostos y espumantes son bajas en términos relativos (representan aproximadamente el 2% del total de vino exportado). En el primer trimestre del 2017 todas las posiciones cayeron interanualmente. En particular, durante los años 2016 y 2017 las caídas fueron notorias teniendo en cuenta que la exportación durante 2013, 2014 y 2015 se había estabilizado en torno a los 200 millones de dólares. Si se comparan los primeros trimestres de cada año, lo exportado durante los primeros tres meses del 2017 es lo más bajo que se puede observar de los últimos 7 años. Es necesario volver hacia el año 2010 para encontrar exportaciones de magnitud similar (en aquel año las exportaciones del primer trimestre del año alcanzaron los 160,2 millones de dólares).

Con todo lo anterior, del estudio de los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la Undav sobre la industria vitivinícola, se desprenden las siguientes conclusiones sobre las complejidades en esta economía regional.

.La venta de vino al mercado interno se redujo 8,3% en el último año, pasando de un total de 10,27 millones de hectolitros (mdh) en 2015 a 9,42 mdh en 2016. Esto redundó en la mayor caída en consumo de la última década.

.Este fenómeno parece potenciarse en 2017, ya que registró en el primer bimestre una merma del 13,7% en los despachos totales de vino. Se destaca el descenso en el consumo interno de la misma proporción, mientras que se observa un desplome del 34% en la venta al exterior de vinos a granel.

.Desde el plano comercial, la balanza del sector –históricamente superavitaria- empieza a deteriorarse por el crecimiento en las importaciones y la caída en ventas externas. Así, en el primer trimestre de 2017 las importaciones en cantidad superaron a las que se registraron en el acumulado de los últimos seis años. Por el lado de las exportaciones, cayeron un 20% en la comparativa entre el primer trimestre del corriente año con igual período de hace dos años atrás.

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Fuerte deterioro en la balanza comercial con Estados Unidos

El estudio de la UNDAV sostiene que la tendencia de la relación de la relación de compras y ventas con EEUU fue hacia la reprimarización: creció la proporción de productos primarios vendidos y aumentó la de manufacturas industriales compradas. Además,  pone el foco en el desempeño de las importaciones, que en el último año han crecido ampliamente producto de las liberalidades al comercio.

En el último informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) se presenta una investigación relativa a la relación bilateral entre nuestro país y los Estados Unidos. En particular, los miembros del observatorio buscan “dar cuenta de los bemoles de la relación entre los dos países, tanto desde el plano histórico, como político y económico”. En el documento, los investigadores exponen un análisis histórico, a partir de los hechos más significativos entre los dos países, con foco en la influencia relativa de EEUU para marcar agenda a nivel local, en cada uno de los contextos. Posteriormente desarrollan el estudio de la relación comercial contemporánea. En particular, estudian los cambios que se dieron el último año y medio a partir de la modificación del régimen del comercio, pasando de un esquema administrado a otro puramente gobernado por la lógica del mercado. En tanto, el informe desarrolla en detalle la evolución de las exportaciones, donde se observa una tendencia a la reprimarización y a la concentración de los grandes jugadores en el mercado. Muy en especial, el estudio pone el foco en el desempeño de las importaciones, que en el último año han crecido ampliamente producto de las liberalidades al comercio, previamente mencionadas. A continuación, se exponen los resultados más concluyentes.

En primer lugar, los economistas de la UNDAV señalan que la relación bilateral con EEUU estuvo históricamente condicionada por los vaivenes políticos. En especial, el péndulo se desplazó entre las administraciones locales que se sometieron a “las reglas del juego” de la gran potencia en contraste con aquellos gobiernos que opusieron resistencia. Negar la influencia de Estados Unidos como actor global que –directa o indirectamente- gravitante sobre las decisiones soberanas, sería desconocer el impacto sobre nuestro país de políticas como el Plan Brady, el consenso de Washington, el manejo del sistema general de preferencias sobre países en desarrollo, la discrecionalidad del manejo comercial, entre otras. En los últimos años, la relación bilateral transitó por los extremos históricos. De una determinación política al rechazo de toda concesión y una actitud reactiva a oficiar los medios necesarios para fortalecer vínculos económicos se pasó, sin escalas, a una relación de subordinación y acatamiento de diseño de políticas públicas a la medida de “la gran potencia”. Todas estas decisiones de posicionamiento en el mapa geopolítico influyen sobre la dinámica económica. Desde los desembolsos de inversiones extranjeras directas de las empresas, hasta los flujos comerciales. En todo contexto existe una fuerte afectación del volumen y el resultado económico respecto del grado de simpatía de las dos administraciones.

Para estudiar el plano comercial, los investigadores del observatorio de la UNDAV implementaron un análisis diferenciado en materia de importaciones respecto de las exportaciones. En relación a las primeras, según los investigadores de la Universidad de Avellaneda, “la avalancha de compras al exterior que se viene convalidando desde fines de 2005 no presenta mayores variantes en lo concerniente a la relación con la principal potencia mundial”. Así, las importas al exterior para el primer trimestre este año alcanzaron la suma de USD 5.468 millones de dólares, esto es, casi mil millones de dólares por encima de las ventas al exterior, que en igual período redundaron en U$S 4.527 millones. En lo que atañe a las compras al “gigante del norte”, uno de los sectores que más se ha visto perjudicado por la entrada de productos de origen estadounidense es la industria del juguete. En los primeros trimestres de los años 2016/2017 se importaron en promedio 19,2 millones de dólares, esto es, un 150% que los 7,7 millones de dólares importados durante el primer trimestre del 2015. Situación análoga se presenta en la industria del cuero y del calzado que ha experimentado una variación en la entrada de productos norteamericanos cercana al 70% en el mismo periodo. Los sectores del juguete y del calzado se encuentran entre los rubros que más se vieron afectados por la caída del consumo doméstico en los últimos meses. Según la CAME, las ventas minoristas de juguetes cayeron 6% en cantidades y las de calzados 6,6% (en febrero, interanualmente), siendo los dos rubros con mayores bajas, luego del rubro Joyerías y Relojerías (-7,1%). En este contexto, el aumento de las importaciones se presenta como doblemente nocivo al recaer sobre sectores complicados por la caída en el consumo interno.

Otro sector ampliamente golpeado fue el automotriz, ya que en lo que va del año 2017 se importaron desde EEUU más de U$S 15 millones, esto es, más del triple que bajo el esquema administrado del año 2015.

En cuanto a las ventas al exterior, los economistas de la UNDAV consignan que en el año 2015 cerraron en USD 3.217.057.908,59 tomando como medida el valor de FOB. En el año 2016 se percibe un cambio en la composición de las exportaciones al mismo tiempo que las mismas crecen a USD 4.327.822.494,94. Los productos de las industrias químicas o las industrias conexas que se agrupan en la Sección VI (Productos químicos inorgánicos; compuestos inorgánicos u orgánicos de los metales preciosos, de los elementos radiactivos, de metales de las tierras raras o de isótopos; Productos farmacéuticos; Productos diversos de las industrias químicas como el Biodiesel, etc.) pasan a tener una mayor participación en el total exportado (pasan del 4,89% en 2015 al 27,68% en 2016). En segundo lugar, los productos minerales de la sección V incrementan su participación de 10,74% en 2015 a 15,01% en 2016. Los productos derivados de las industrias alimentarias, bebidas, líquidos alcohólicos y vinagres, tabaco y sucedáneos del mismo, que se encuentran compilados en la Sección IV, pasan del 2,47% de intervención en 2015 al 13,34% en 2016. Por su parte los metales comunes y manufacturas de esos metales de la Sección XV que ocupaban el primer puesto el año anterior, pasan de 17,72% a 11,91%. El conjunto de las cuatro Secciones analizadas para 2016 explican el 67,93% de las exportaciones de dicho año, es decir que se concentró aún más el comercio en determinadas ramas.

Por la suma de los dos efectos (compras y ventas respecto de EEUU), el intercambio bilateral con Estados Unidos empeoró en más de un 85% respecto del déficit del año 2015. Esto, a pesar de la promesa del actual presidente de transformar al país en el supermercado del mundo, colocando en medida creciente los excedentes locales de mayor agregación de valor.

Con todo lo anterior, del estudio de los investigadores del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV, se desprenden las siguientes conclusiones sobre la relación bilateral comercial con Estados Unidos en los últimos años.

.La tendencia de la relación de la relación de compras y ventas con EEUU fue hacia la reprimarización: creció la proporción de productos primarios vendidos y aumentó la de manufacturas industriales compradas. Esto se verifica, a nivel agregado, en exportaciones que totalizaron en este último mes de marzo U$S 294 millones, ante importaciones en el orden de los U$S 518, lo que implica un déficit de U$S 224 en un solo mes. Esto implica un deterioro acumulado del saldo comercial superior al 85% entre los últimos dos años.

.Por ejemplo, en el último año aumentaron las importaciones de los sectores donde se levantaron aranceles, como por ejemplo en computadoras, en un 12%.

.Por su parte, en automóviles, se verificó un incremento no sólo en cantidades, sino también en el precio medio de las unidades compradas. Con todo, las importaciones en valores aumentaron un 345%. Además, en rubros sensibles, se vieron alzas significativas en U$S, como las que se presentaron en las manufacturas del cuero (+68%) y de juguetes (+150%).

.Por el lado de las exportaciones, el desempeño de los dos últimos años tendió a la concentración y a la reprimarización. Por ejemplo, aumentaron las exportaciones de productos primarios en un 20% mientras que cayeron las manufacturas procesadas de origen agrario en un 5%.

.Con todo, las proyecciones para 2017 no son las mejores, debido a las complejidades en la colocación de limones y al reciente reclamo de dumping contra nuestro país en relación a las ventas de diésel.

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