Alumnos y docentes de una escuela de Almagro realizarán un “semaforazo” por crisis de infraestructura
Se trata de la escuela primaria N°16 José María Ramos Mejía, la que enfrenta una crisis de infraestructura y condiciones inadecuadas. Docentes, estudiantes y familias denuncian la precariedad en la que deben desarrollar sus actividades diarias.
Este jueves por la tarde en las adyacencias de la escuela primaria José María Ramos Mejía, ubicada en la esquina de 33 Orientales y Don Bosco, se realizará un “semaforazo” para exigirle al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires soluciones concretas ante la grave situación edilicia que presenta esa institución educativa porteña.
A través de un comunicado divulgado por diferentes redes sociales, se denunció que el Ramos Mejía atraviesa una “crisis” debido a los graves problemas de infraestructura y condiciones inadecuadas en esa escuela.
Los convocantes a la original protesta denunciaron que la falta de agua dificulta la higiene básica de los estudiantes, maestros y del personal administrativo, además de afectar el funcionamiento del servicio del comedor escolar.

Cabe destacar que las clases iniciaron con arreglos en el patio central de la escuela, lo que impidió el uso del mismo para actividades recreativas y pedagógicas, generando un constante riesgo para los alumnos, docentes y no-docentes.
En ese sentido, en la primera semana de clases se debieron suspender las mismas debido a la falta de agua y al exceso de polvo en las aulas y espacios comunes.
La situación de los baños no es diferente, los cuales “están en pésimas condiciones, con falta de higiene e instalaciones rotas”, denunciaron.

La deficiencia en ventilación y calefacción expone a los alumnos y docentes a temperaturas extremas, con frío intenso en invierno y calor sofocante en verano. Las ventanas que no funcionan correctamente impiden una ventilación adecuada y pueden representar un peligro en caso de una evacuación de emergencia. Además, la falta de insumos básicos es evidente, con mobiliario en mal estado y una escasez de materiales didácticos que afecta directamente la calidad educativa.
Ante esta alarmante situación, la comunidad educativa exige respuestas concretas y urgentes para garantizar condiciones dignas de aprendizaje y trabajo.
