Mientras frena la ley de Educación Sexual, el gobierno recortó la entrega de anticonceptivos
Durante los dos últimos años, el gobierno de Mauricio Macri disminuyó la entrega de diferentes anticonceptivos, como por ejemplo pastillas y preservativos. En 2016 la caída de la cobertura fue estrepitosa y a pesar una de leve recuperación en 2017, la cantidad distribuida no superó los niveles de 2015.
En el marco de un fuerte ajuste sobre la salud pública, un informe publicado por La Nación detalló que el Ministerio de Saludo, ahora reducido en Secretaría, repartió en 2016 solamente el 27% de los tratamientos de anticonceptivos hormonales y se estima que cubrió al 37% de la población que lo necesita.
Mientras que durante el año 2015, bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la cobertura en métodos anticonceptivos llegaba al 82%. Si bien en 2017 los tratamientos fueron superiores en relación a 2016, se mantuvo por debajo de los niveles alcanzados en 2015.
La misma lógica se repite en la distribución de preservativos en hospitales y centros de salud públicos. En 2016, solamente se entregó el 20% de lo previsto, 18 de 93 millones, cuando el año anterior se habían repartido 52 millones de profilácticos.
Estos datos, que ponen de manifiesto la ausencia de políticas públicas en materia de salud, se dan en un contexto político donde el gobierno, tanto a nivel nacional como provincial, cedió ante el lobby de los sectores conservadores, expresados en la Iglesia Católica y Evangélica, para frenar una reforma a la ley de Educación Sexual Integral.
Tras haber tenido una fuerte participación en las movilizaciones en rechazo a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la cúpula de la Iglesia Evangélica, de fuertes vínculos con Cambiemos, logró frenar en la Legislatura bonaerense una reforma para que en los contenidos curriculares sobre educación sexual tengan participación los sindicatos y las organizaciones de mujeres.
La presión religiosa se conoció por la filtración de un audio de Jorge Sennewald, pastor evangélico, tras una reunión que mantuvieron el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal junto a representantes de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA).
Allí, Sennewald relata la presión ejercida sobre la gobernadora bonaerense y la respuesta positiva para que la reforma en la ley de educación sexual sea cajoneada en el Senado, donde el bloque de Cambiemos tiene mayoría.
“El martes estuve con Macri, Vidal y Stanley. Aproveché para decirles que estábamos preocupados y que la Iglesia no iba a negociar todos los ataques a la familia y a Dios. Lo que se viene es peor que el aborto porque quieren modificar la ley de Educación Sexual. María Eugenia se sorprendió y automáticamente dijo que en el Senado tienen mayoría y no iba a avanzar. Esto en mi Provincia no se aprueba” sostiene el dirigente evangélico en el audio.
A cambio del gesto de Vidal, la cúpula de la Iglesia Evangélica se comprometió a contener los reclamos sociales por la crisis económica que atraviesa el país. “Les dije que tienen todo nuestro apoyo. Y que la ayuda social va a llegar a los lugares más carenciados. Que tenemos iglesias en todos los barrios del conurbano” se escucha decir al pastor Sennewald.
Mientras que la gobernadora teje acuerdos a cambio del aporte territorial de la Iglesia Evangélica, miles de mujeres siguen arriesgando su vida por abortos clandestinos y los sectores más vulnerables no acceden a los métodos anticonceptivos.
El panorama para el año que viene no es alentador. En el presupuesto de 2019, redactado por el Fondo Monetario Internacional, los recortes en la salud pública seguirán profundizándose. La previsión de gastos totales en Salud se estima que serán el 0,8% del PBI, una proporción similar a 2018 pero en un contexto recesivo, por lo que habrá una reducción real del 2% frente a la inflación.