Claudio Parente no sale de su asombro e indignación. Ayer se sumó a la lista de argentinos que padecieron los absurdos de no poder ingresar a una ciudad a pesar de cumplir con los trámites y papeles requeridos para poder hacerlo.
"Mi papá está agonizando. Ayer me llamó su médico y me dijo que venga a despedirme porque no le quedan muchos días de vida", contó al diario El Día de La Plata.
Según su relato, pasadas las 16:30 horas llegó hasta el ingreso a dicha ciudad. Lo paró la Policía y le contó su historia. Además mostró los papeles para circular por las rutas argentinas. Pero la respuesta fue negativa: "No puede ingresar nadie que no sea de la ciudad".
Pasaron las horas y la charla pasó a discusión. Ni siquiera al comunicarse con el médico de su papá Rual (así se escribe), de 87 años, dejaron que superase el retén. De acuerdo a su denuncia, a Chivilcoy puede ingresar cualquier persona pero él tuvo mala suerte.
"No se los voy a perdonar nunca más si no puedo volver a ver mi viejo. El comisario, de apellido Báez, fue quien no me dejó pasar. Pero todo es culpa del intendente. Es una barbaridad", continuó descargando su bronca.
Parente dijo su padre no tiene coronavirus sino que padece Alzheimer. Y que está aislado porque su cuadro es grave. "En otras oportunidades pude verlo, con medidas de seguridad, pero ahora ni me dejaron entrar a Chivilcoy".
También reveló que tampoco pudo ver a su mamá, que está sola en su casa, ni siquiera al mostarles a los efectivos policiales que llevaba comida para dejarle.
"Tengo una tristeza enorme, nunca pensé que así iba a tener que despedirme de mi papá", finalizó.