Luego de un año de fuerte caída en sus ventas, la firma Falabella ya había comenzado el cierre de sus locales a comienzos del 2019. De hecho, en febrero de ese año la empresa dispuso la clausura definitiva de un local emblemático que tenía en pleno centro porteño sobre la calle Florida.
La situación de Falabella durante el macrismo no fue aislada. Lo mismo sucedió con multinacionales como Musimundo, Walmart y Pepsico que se sumaron al cierre de más de 30 mil Pymes argentinas que no pudieron hacer frente a las medidas económicas del gobierno anterior.
Cabe recordar que en 2019 se dio una de las peores caídas del consumo en un década con un desplome cercano al diez por ciento con respecto al mes anterior en bienes durables como indumentaria y electrodomésticos, productos que comercializaba Falabella.
En una conferencia para inversionistas, el gerente general corporativo, Gaston Bottazzini reconoció a inicios de 2019 que Falabella achicaría su cantidad de comercios en Argentina, donde además pondría mayores resguardos en las aperturas. De acuerdo a Diario Financiero, Bottazzini sostuvo que evaluó "hacer un listado de los requisitos mínimos para la apertura y cierre de algunas de las tiendas que manejan en todos los mercados de la región".
De esta manera, el declive de la firma, que se profundizó por la crisis mundial desatada por la pandemia y por el cambio de los consumidores que se volcaron a las compras online durante el aislamiento, comenzó durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri, un dato que los principales medios de comunicación, como Clarín y La Nación, ocultan de manera intencional.