El gobierno de la provincia e Buenos Aires lanzará un plan de construcción de viviendas, que incluirá la entrega de lotes con servicios, antes del desalojo de la toma en Guernica, que ocurrirá el jueves, una medida a la que las autoridades esperan llegar con la menor cantidad de familias en los lotes ocupados.
El desalojo de la toma había sido dispuesto para este semana por el juez de Garantías N° 8 de Cañuelas, Martín Rizzo, pero se postergó a raíz de un pedido del gobierno provincial. La nueva fecha es el 1 de octubre y no será vuelta a apelar.
Para ese día, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque, espera tener avanzado el dispositivo de negociación para asegurar que las 1904 personas que participan de la toma, según un censo que él mismo realizó, se hayan retirado voluntariamente del lugar, sin necesidad de que intervenga la policía bonaerense.
Larroque, que viene trabajando en el terreno, directamente mudará la semana entrante una oficina móvil al lugar, para estar allí todo el tiempo. Busca profundizar el diálogo porque la opción, el operativo policial, es considerado de alto riesgo.
Tampoco hay margen para posponer una vez más: el propio juez ya comunicó al gobierno que teme que la precariedad de las condiciones de vida allí produzca algún accidente. El fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta (UFI 16 de La Plata) ordenó que todo el operativo sea filmado y que el jueves a las cero deben cortarse las conexiones eléctricas en el predio.
En ese marco, el Ejecutivo avanzará en el lanzamiento de un plan “integral” de viviendas para toda la provincia, que incluye unidades que se realizarán vía ProCreAr, pero que tendrá también un componente de viviendas sociales y lotes con servicios para garantizar el acceso a la tierra. La intención es que Larroque pueda utilizarlo para negociar la salida antes del desalojo.
A la vez, la Provincia mantiene conversaciones con intendentes para intentar que los ocupantes sean “contenidos” por referente de los distritos desde los que llegaron al predio. Según el censo que se realzó, unas 600 familias son de Presidente Perón, el partido al que pertenece Guernica, gobernado por Blanca Cantero, una massista casada con Carlos Acuña, uno de los líderes de la CGT.
Pero el resto viene de otros distritos: Almirante Brown, Lomas de Zamora y Lanús, en ese orden, son los lugares desde donde se trasladó la mayor cantidad de personas. Por eso, hay abiertas conversaciones con Mariano Cascallares y Martín Insaurralde (FdT) intendentes de los dos primeros y con Néstor Grindetti (JpC), del tercero.
El relevamiento de la situación en el terreno arrojó dos datos llamativos: hay 2304 “hechos físicos” –allí llama el lenguaje burocrático a las casillas y carpas que instalaron los vecinos- pero solo 1904 habitantes. Es decir: muchos ya se fueron. El otro, casi el 50% de las personas que permanece allí no quiso revelar su lugar de procedencia. Mientras se avanza en la determinación vía DNI, una sospecha comenzó a difundirse entre los agentes del gobierno que trabajan en el lugar; algunos de ellos podría provenir de la Ciudad de Buenos Aires.