Chubut: el gobernador de JxC busca que fuerzas de EEUU puedan patrullar aguas argentinas
En otra medida que atenta contra la soberanía y que contraviene a la Constitución Nacional, el gobernador de dicha provincia busca delegar la custodia del mar argentino a la armada de Estados Unidos.
Por Ignacio Corradi
La iniciativa impulsada por el flamante gobernador Ignacio Agustín Torres de Juntos por el Cambio (JxC) busca establecer un marco de cooperación con Estados Unidos. La iniciativa según informa el medio El Chubut, contempla que buques de guerra de bandera norteamericana tengan acceso para patrullar la costa o eventualmente amarrar en puertos nacionales. La propuesta según palabras del gobernador chubutense, apunta a “garantizar la protección de los recursos marítimos de Chubut y fortalecer la infraestructura portuaria local”. Esto ultimo podría abrir la puerta a la instalación de algún tipo de base militar de Estados Unidos con el pretexto de cooperar en la lucha contra la pesca ilegal, actividad que no solo involucra a China, si no que en buena parte proviene de las Islas Malvinas, ocupadas por el Reino Unido de Gran Bretaña aliado incondicional de EEUU. En este sentido cabe destacar un reciente informe de la Fundación Latinoamericana de Sustentabilidad Pesquera (FULASP) quien destaca lo siguiente: “En las aguas que rodean las Islas Malvinas, casi la mitad de la pesca total de Argentina se realiza ilegalmente por embarcaciones con licencias otorgadas por el gobierno británico. La pesca representa alrededor del 60% de los ingresos de las Islas Malvinas, lo que las sitúa entre las diez regiones con mayor PIB per cápita en todo el mundo”. No queda claro como EEUU podría ayudar a combatir una actividad ilegal que es el sustento principal del gobierno de ocupación británico de Malvinas con quien los Estados Unidos coopera activamente en el plano estratégico y militar, a modo de ejemplo durante febrero del 2021 un submarino nuclear, el USS Greenville (SSN 772) de los EEUU realizó ejercicios combinados con fuerzas británicas con base en Malvinas, lo que generó el repudio de cancillería. En este sentido, se torna evidente que la iniciativa promovida en el ámbito pesquero encubre intereses más profundos por parte de EEUU, ya que de la misma forma que utiliza el narcotráfico o el “terrorismo” como chivos expiatorios para incrementar la injerencia política y la presencia militar en la región, ahora también se esgrime como argumento la “preocupación por la protección de los recursos naturales latinoamericanos”, que los Estados Unidos busca tutelar como parte de una pugna mucho más amplia por el control de recursos naturales considerados estratégicos que la potencia del norte mantiene especialmente con China (definida como el máximo rival de EEUU en la región), siendo el principal objetivo de estas políticas el reaseguro de dichos recursos, no como se postula discursivamente en boca de los funcionarios de Washington para los países de la región, si no para usufructo prioritario de la potencia del norte a través de sus empresas y aliados.
A la luz de esta realidad, la pretendida cooperación en el ámbito pesquero resulta ser una quimera y una tapadera de otros objetivos, y que en definitiva se trataría de un control engañoso y selectivo, donde los EEUU buscarán ciertamente disuadir la presencia de China mientras que por otro lado harán la vista gorda a la actividad ilegal que sirve de sustento a su histórico aliado británico en el Atlántico Sur, a quien le proporcionan respaldo político y militar, en especial en un contexto donde el Atlántico Sur vuelve a cobrar un renovado valor estratégico.
A este relajamiento en materia de ejercicio de soberanía, se le suma la pretendida desregulación del sector marítimo propuesta por el gobierno de Javier Milei, que en su proyecto de Ley denominado “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, en la Sección III introduce drásticas modificaciones al Régimen Federal de Pesca normado por la Ley 24.922, lo que ya despertó la preocupación del sector tanto por las consecuencias ambientales como sociales y económicas, pero también en materia de soberanía. En ese sentido el ex secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería, Guillermo Carmona destaco “Nada impediría, por ejemplo, que una empresa que hoy pesca ilegalmente cerca de Malvinas licite y gane un permiso para pescar en aguas que hoy les están vedadas por ser infractoras al régimen nacional vigente. Esto debilitaría seriamente nuestros reclamos soberanos sobre Malvinas”.
Recordando el Madrynazo
En 1984 se produjo una inédita movilización popular de repudio a la flota norteamericana “Atlantic South Force” y a las políticas estatales de desmalvinización, que desconocían los sentimientos del pueblo madrynense.
Vale recordar que, finalizada la Guerra de Malvinas en 1982, se produjo el regreso de los soldados al continente en calidad de prisioneros de guerra, y un gran porcentaje de ellos fueron desembarcados en el muelle local.
En septiembre de 1984, la escuadra norteamericana recibió, por parte del Gobierno nacional, en el marco de los ejercicios combinados UNITAS la autorización para amarrar sus buques en el mismo lugar y posibilitar su aprovisionamiento y el desembarco de los marines norteamericanos.
Tal decisión desconocía el sentir de quienes habitaban la ciudad portuaria frente a la por entonces aun reciente experiencia de la Guerra de Malvinas y la posguerra, por lo que el arribo fue considerado como un agravio teniendo en cuenta la participación de Estados Unidos en el conflicto quien proveyó de toda clase de información, facilidades logísticas y equipos militares a las fuerzas británicas.
Entonces, la comunidad se organizó a través de una Comisión Multisectorial. Así, el 9 de septiembre, el Concejo Deliberante de Puerto Madryn, en una sesión extraordinaria llevada a cabo un domingo, declaró “presencia no grata” a la flota norteamericana, reflejando de esta manera el sentir de la comunidad.
Pese a ello, se produjo el arribo, acto que generó una movilización popular de repudio con pancartas y carteles hacia el muelle Almirante Storni. Ante tales manifestaciones, la flota finalmente se alejó de la costa reaprovisionándose mar adentro.
La Ordenanza Nº 6965/08 instituyo al 10 de Septiembre de cada año como el “Día del Madrynazo: por la Identidad y la Memoria Colectiva”, y que lo incluye en el calendario municipal para que este día sea celebrado y recordado por la comunidad en general.
En honor a este hecho histórico, hoy se hace necesario un nuevo madrynazo en defensa de la soberanía nacional que mueva las conciencias de los gobernantes, ya que como sostenía Arturo Jauretche “si malo es el gringo que nos compra peor es el criollo que nos vende”.
Fuente: con información de la Municipalidad de Puerto Madryn y El Chubut.