Trabajadores de la carne denuncian: “Hay que trabajar dos horas para comprar dos kilos de carne”

En plena recesión y ajuste, los trabajadores de la carne denuncian despidos, salarios de miseria y el derrumbe del consumo interno. “Con 5.000 pesos la hora no alcanza ni para dos kilos de carne”, advierten.

La crisis golpea con fuerza al corazón productivo de la Argentina. En medio de despidos en frigoríficos, caída del consumo interno y un derrumbe de las exportaciones, los trabajadores de la carne advirtieron sobre el deterioro dramático de sus condiciones de vida. “Estamos cobrando 5.000 o 6.000 pesos la hora y un kilo de pulpa de cuadril cuesta entre 13.000 y 14.000 pesos. Tenemos que trabajar dos horas para poder comprar dos kilos de carne”, denunció Gabriel Vallejos, secretario general de la Federación de Sindicato de Trabajadores de la Carne.

Mientras el gobierno de Javier Milei festeja cifras de ajuste fiscal, en las góndolas los precios son imposibles y el consumo de carne cayó a niveles históricos. “Estamos en pisos de consumo por cápita como nunca antes”, remarcó Vallejos. “No hay trabajador, ni de la carne ni de ningún sector, que pueda consumir carne tres o cuatro veces por semana como antes. Es imposible pagar 14.000 o 15.000 pesos por un kilo de carne”.

La situación también se agrava por los despidos que empiezan a registrarse en el sector. Vallejos mencionó cesantías “por goteo” y conflictos abiertos en frigoríficos como Las Ceras, mientras crece la preocupación en provincias como Azul y La Pampa. “El sector está pasando por problemas serios”, alertó.

Gabriel Vallejos, Secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Carne

La combinación del ajuste brutal sobre organismos como el SENASA, que deterioró los controles y habilitaciones para exportar, junto al atraso cambiario y la caída del mercado interno, empujó a los trabajadores a una situación límite. “Con este modelo económico se repite la foto de los ’90, cuando cerraron decenas de frigoríficos”, advirtió el dirigente sindical.

En paralelo, la paritaria sigue estancada. Tras rechazar ofertas de apenas 1,5% de aumento, el sindicato reclama actualizaciones salariales que, al menos, sigan el Índice de Precios al Consumidor (IPC). “Tenemos en teoría un gobierno libertario, pero lo que menos hay es libertad para discutir salarios”, cuestionó Vallejos.

Mientras Milei se jacta de haber logrado “superávit”, los trabajadores apenas pueden acceder al alimento que históricamente fue símbolo de la mesa argentina. “Va a estar muy difícil hacer un asado el primero de mayo”, ironizó Vallejos. Y no exagera: en la Argentina actual, comer carne se volvió un privilegio para pocos.

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