A pesar de ser obligatorio por ley y por resolución del Honorable Tribunal de Cuentas bonaerense, el municipio de Junín hace 4 meses que no publica la información sobre la gestión. En días en los que la gestión de Pablo Petrecca está siendo cuestionada por diversos actos de delito y corrupción, al menos durante el año 2018, el gobierno local no dio a conocer ningún decreto ni publicó ninguna edición del boletín oficial.
La publicación del boletín oficial es una obligación del jefe comunal que ejerce el ejecutivo, de acuerdo a lo que está estipulado en la ley Orgánica de las Municipalidades de la provincia de Buenos Aires.
Esta ley, que rige y define la actuación de los municipios y de los funcionarios a cargo, en su artículo 108 en el que se “constituyen atribuciones y deberes en general del departamento ejecutivo (intendente y gabinete de secretarios)”, en el inciso 18, exige: “Confeccionar el boletín oficial municipal en el que deberán publicarse las ordenanzas del Concejo, decretos y resoluciones de ambos departamentos, que dicten las autoridades del gobierno municipal. El boletín oficial municipal se confeccionará como mínimo una vez por mes, y se pondrá en conocimiento de la población en la sede de la municipalidad y en los lugares de acceso público, que al efecto se determine; también deberá incorporarse en la página web oficial del municipio, sin restricciones algunas”.
Por todo lo antedicho, a esta altura del año, ya debería estar publicado el boletín oficial de los meses enero, febrero y marzo. Sin embargo, en el sitio pagina web del municipio, la última información cargada corresponde al mes de diciembre del 2017, lo que deja entrever la escasa transparencia en el gobierno de Petrecca.
La importancia de la publicación del boletín oficial no es menor. Su difusión es fundamental al momento de dar a conocer todos los decretos y resoluciones que adopte el intendente. El mismo incluye todos los actos administrativos que ejecuta el municipio, desde la adjudicación de una licitación y la designación de un empleado hasta el otorgamiento de un subsidio, la resolución de un sumario administrativo, el aumento de una categoría a un empleado, las declaraciones de incompetencia de los funcionarios, los reemplazos de firmas entre funcionarios por ausencia, las bajas de los empleados, las prórrogas de los contratos, las declaraciones de interés municipal, las ampliaciones y modificaciones presupuestarias, entre muchas otras acciones importantes del municipio; en suma, todo acto de gobierno que conlleva su administración central.
Una alta fuente calificada de la comuna, explicó al sitio Realpolitik que “la publicación del boletín oficial es responsabilidad de la secretaría de Modernización a cargo de Maximiliano Steffan, pero para que este avance en su publicación debe actuar la secretaria de Gobierno, Agustina de Miguel, que es nieta del político ultraconservador de la Década Infame, Benito de Miguel (el mismo que decía que "los obreros tenían que vestir siempre de oberol y alpargatas"), y que a su vez su cuñada le envíe todos los decretos. Esto no ocurre con frecuencia, ya que habría algún manejo poco claro en la confección de esos decretos y no estarían al día".
“Es decir, los decretos son consecutivos y cada uno lleva un número correlativo, pero se habría instalado una costumbre de que a medida que avanzan los días, se van guardando números de decretos y que si bien después cuando son firmados llevan escrito determinado día, en realidad se habrían firmado mucho tiempo después”, explicó esta fuente municipal, cercana a la secretaría de Gobierno.
Por otro lado, también indicaron que “la oficina de Compras funciona realmente mal y es allí donde se genera los principales problemas, porque llevan muchos expedientes atrasados y todo el tiempo están pidiendo que se les guarden decretos. Es una situación compleja, porque los decretos de adjudicación de licitaciones muchas veces se estarían realizando varios días después de lo que en realidad se publica”.
“Esto explica su no publicación. Caso contrario, cualquier persona se daría cuenta que faltan decretos por publicar, ya que los números son correlativos. Es decir, si el decreto 20 y el 22 se firmaron el 5 de enero, el decreto 21 también debería haberse firmado ese día”, informó esta fuente municipal.
Fuente: Realpolitik