Así lo hizo el juez Sergio Moro luego de que la Corte Suprema brasileña rechazara un habeas corpus de la defensa de Lula Da Silva para esperar en libertad mientras concluye el proceso judicial en su contra. El mandatario tiene condena en primera y en segunda instancia, pero todavía falta la de los tribunales superiores. Moro le dio 24 horas para entregarse.

Brasil vive una crisis institucional que ahora suma un nuevo capítulo: la Justicia decidió la detención sin pruebas del principal candidato en las próximas elecciones presidenciales. El propio Moro aceptó en el fallo condenatorio que no había pruebas concretas (solo indicios) que vincularan a Lula con la propiedad que le adjudican como parte de una coima.

Mientras tanto, la defensa del ex mandatario volvió a pedir a la Corte Suprema del país vecino que se expida sobre la cuestión de fondo, es decir, sobre el proceso que puede llevar a Lula tras las rejas. Todos los especialistas destacan que no existen pruebas contundentes para condenar al líder de la oposición.

El jefe del Ejército de reserva brasileño advirtió que será “el deber de la Fuerza Armada restaurar el orden” si la Justicia decide dejar en libertad al ex presidente Lula Da Silva y de ese modo, se presenta a las próximas elecciones presidenciales. "Si ocurre semejante apartamiento de la ley, ahí no tengo duda de que sólo queda el recurso a la reacción armada", advirtió el general Luiz Gonzaga Schroeder Lessa.

La amenaza llegó un día antes de que la Corte Suprema brasileña analice un recurso excepcional solicitado por Lula para evitar la prisión y poder presentarse a las próximas elecciones presidenciales. Todas las encuestas lo dan como el principal candidato, muy por encima del segundo.

Lula se encuentra condenado de manera insólita por haber recibido un departamento como soborno de la constructora OAS. En el expediente no hay una sola prueba que demuestren que Lula es dueño de esa propiedad. Sin embargo, el Tribunal Regional Federal de Porto Alegre confirmó una condena de primera instancia y elevó la pena a 12 años y un mes de prisión.

Para el Partido de los Trabajadores, la intención de un sector de la justicia es clara: evitar que Lula se presente a las próximas elecciones presidenciales a disputarse este año. Las declaraciones del militar buscan presionar a la Corte Suprema para que arreste al ex mandatario brasileño.

Por su parte, el Ejécito brasileño emitió un comunicado donde aseguró que las opiniones del general Lessa son "personales" y la institución "actúa dentro de los parámetros legales establecidos por la Constitución". Sin embargo, no suspendió ni sanción al militar.

La ex presidenta de la Nación se solidarizó con el ex mandatario brasileño luego de los tiros recibidos en uno de los micros de la caravana que lo traslada en su gira por el Sur de Brasil.

Cristina Fernández de Kirchner a través de su cuenta oficial de twitter se refirió al atentado que sufrió anoche el ex jefe de Estado de Brasil, Luis Inacio “Lula” Da Silva.

“Como no les alcanza con la persecución política y judicial ni con la campaña de desprestigio permanente de los medios, ahora van por la violencia. ¡Fuerza, Lula!”, escribió CFK.

 

La caravana que trasladaba al ex presidente brasileño fue baleada en medio de la ruta, pero no resultó herida ninguna persona. Los disparos impactaron contra un colectivo. Hace unos días, en Río de Janeiro, fue asesinada la concejala Marielle Franco con armas de la Policía Federal.

Los dos micros donde viajaba la comitiva de Lula recibieron al menos tres tiros mientras recorría el sur del país. El dirigente del Partido de los Trabajadores es el principal candidato a las próximas elecciones presidenciales según todas las encuestas, más allá de que aún resta definirse su situación judicial y electoral.

"Lo que estoy viendo ahora es casi el surgimiento del nazismo, si ellos creen que haciendo eso nos van a asustar, están equivocados", dijo Lula en las redes sociales al enterarse de los disparos.

Se eles acham que fazendo isso vão nos assustar, estão enganados. Vai nos motivar. Não podemos permitir que depois do nazismo esses grupos fascistas possam fazer o quiser.

— Lula pelo Brasil (@LulapeloBrasil) 27 de marzo de 2018

Se pensam que com pedras e tiros vão abalar minha disposição de lutar estão errados. No dia em que minha garganta não puder mais gritar, eu gritarei pela garganta de vocês #LulaPeloParaná #LulaPeloSul

— Lula pelo Brasil (@LulapeloBrasil) 27 de marzo de 2018

El expresidente Lula Da Silva sigue siendo el principal favorito para las elecciones presidenciales de octubre próximo, a pesar de que todavía no se confirmó si puede presentarse. El Tribunal Electoral deberá decidir luego de que la Justicia mantuviera una insólita condena en su contra.

Mientras, se conoció un nuevo sondeo que pone a Lula con el  37% de los votos, según reveló un estudio del instituto Datafolha publicado por el diario Folha de S.Paulo.

En segundo lugar, aparece el diputado de ultraderecha Jair Bolsonaro, con el 18% de intención de voto. Según el estudio, Lula ganaría la segunda vuelta por 49% a 32%.

Mientras tanto, falta que el Tribunal Electoral decida la suerte de Lula, que fue condenado en dos instancias por la supuesta compra de un departamento (que provendría del pago de sobornos). Hasta el momento, la Justicia no pudo comprobar que esa propiedad fuera de Lula o de un familiar de él. Igualmente fue condenado a 12 años. Todavía la condena no está firme, por eso Lula no fue a prisión y quedan dudas sobre si podrá postularse.

En Brasil se ingresó en una cuenta a contrarreloj para determinar si Lula Da Silva será candidato en las próximas elecciones presidenciales de este año. Confirmada su insólita condena en segunda instancia (todos los especialistas coinciden en que no existen pruebas), ahora deberá definir el Tribunal Electoral de ese país.

"Sacamos más de 40 millones de la pobreza sin perjudicar a ningún sector social, sin perseguir a nadie. Esto nunca había ocurrido en la historia de nuestro país. Fue posible utilizar la política en beneficio de las mayorías", reconoció Lula en una entrevista que difundió Página 12.

"Hoy me condenan a mí, pero lo que están queriendo condenar es ese proyecto y nuestro futuro como nación libre, soberana y justa. Quieren hacerlo, pero no lo lograrán", siguió el dos veces mandatario de Brasil. "No pienso rendirme", aseguró.

Por el momento, el Partido de los Trabajadores confirmó la candidatura de Lula. "Tenemos que garantizar elecciones realmente libres y democráticas en octubre de este año. Una ofensiva conservadora trata de anestesiar el país".

"El pueblo brasileño está despertando y descubriendo que, en vez de curar la enfermedad como prometieron, están robándose los órganos vitales del país: nuestros recursos naturales, los derechos del pueblo, el patrimonio público", siguió el dirigente político de 72. Según todas las encuestas, se encuentra en primer lugar para quedarse con los próximos comicios.

Por último, Lula se refirió a la situación en toda la región, donde la derecha se avanzó en muchos países. "Lamentablemente, Brasil volvió a vivir a espaldas de sus vecinos. Hemos vuelto a disputar con otros países periféricos quién atrae más la atención de los Estados Unidos y quien gana la cortesía de cenar con Donald Trump, como si de esto dependiera la solución de nuestros problemas, en vez de tener una política internacional propia", cerró.

El Tribunal Regional Federal de Porto Alegre ratificó y amplió la condena contra el ex presidente Lula Da Silva por "haber participado" del esquema de sobornos en Petrobras, la petrolera brasileña. La condena no quedó firme por lo que Lula no irá a la cárcel. Sobre su candidatura presidencial, deberá expedirse el Tribunal Electoral.

La justicia brasileña dio un paso más para sacar del juego electoral en 2018 al dirigente del Partido de los Trabajadores. Lula es el candidato con mayor porcentaje de votos en todas las encuestas para la próxima presidencial, que será este año.

El tribunal Regional decidió por unanimidad ampliar la condena a 12 años a Lula. La defensa del ex mandatario aseguró que va a apelar en todas las instancias necesarias. Además, pedirán un recurso ante el Tribunal Electoral para que lo deje competir en la disputa electoral. Sería muy grave que el principal líder político de Brasil no pueda participar sin tener una condena firme.

Hoy, un editorial del New York Times, el prestigioso diario norteamericano, advirtió que la democracia en el país vecino está "en riesgo" por la decisión de la justicia. “La evidencia en contra de Lula está muy por debajo de los estándares que se tomarían en serio en EE. UU.”, advirtieron. En la causa, no hay ninguna prueba de que el departamento que se le adjudica al dirigente del PT sea del ex presidente.

Mientras la Justicia ratificó la condena a Lula, multitudinarias marchas coparon las calles de diferentes ciudades para apoyar al ex mandatario de 72 años, que además recibió la solidaridad de dirigentes políticos, intelectuales y figuras de toda la región.

El prestigioso diario norteamericano arremetió contra el proceso judicial que se lleva adelante contra el expresidente Lula Da Silva. "El soborno que, según los alegatos, recibió Lula da Silva es un apartamento propiedad de OAS. Sin embargo, no hay documentos que comprueben que el expresidente o su esposa hayan recibido un título de propiedad, que hayan rentado o incluso hayan estado en el apartamento ni de que hayan intentado aceptar ese regalo", recordó el medio.

La columna lleva la firma de Mark Weisbrot y lleva un título muy sugerente: "La democracia brasileña al borde del abismo". "La democracia podría erosionarse aún más cuando los tres jueces de la corte de apelaciones decidan si se le prohíbe al expresidente, la figura política más popular del país, competir en las elecciones presidenciales de 2018 o incluso si lo mandan a prisión", describió.

"La evidencia en contra de Lula da Silva está muy por debajo de los estándares que se tomarían en serio, por ejemplo, en el sistema judicial estadounidense", siguió el New York Times.

Y agregó: "La evidencia en contra de Lula da Silva se basa en el testimonio del expresidente de OAS ahora convicto, José Aldemário Pinheiro Filho, a quien se le redujo la sentencia en prisión a cambio de entregar evidencia". "Sin embargo, esta escasa evidencia fue suficiente para el juez Moro. En lo que los estadounidenses podrían considerar un juicio amañado, sentenció a Lula da Silva a nueve años y medio de cárcel", afirmó.

Por último, se refirió a los motivos detrás de la condena a Lula: la prohibición a participar en las próximas elecciones presidenciales de este año. "Una encuesta del año pasado encontró que el 42,7 por ciento de los brasileños creen que los medios noticiosos y el sistema judicial persiguen a Lula da Silva. Unas elecciones poco creíbles podrían ser políticamente desestabilizadoras", reconoció el diario.

El ex presidente brindó una conferencia de prensa en la que aseguró que se presentará en las elecciones del año próximo. "Aquellos que prepararon las mentiras del Golpe contra Dilma no iban a quedarse de brazos cruzados esperando a que nosotros volvamos a gobernar en 2018”, dijo Lula.

Antes de la conferencia, desde el Partido de los Trabajadores anunciaron una movilización en las principales ciudades del país para el próximo 20 de agosto. "Es un golpe a la democracia", resumió el partido. Lula fue condenado sin pruebas en primera instancia a 9 años de prisión. Ahora, un Tribunal Superior deberá confirmar esa condena para que quede firme. Advierten que buscan proscribirlo para las elecciones presidenciales del 2018, cuando todas las encuestas lo ubican en primer lugar.

“Sergio Moro (juez que lo condenó) no tiene que rendirme cuentas a mí, Moro va a tener que rendirle cuentas a la historia. La única prueba que surge de este proceso es la prueba de mi inocencia”, aseguró el ex mandatario.

Y siguió: “Si alguien piensan que con esa sentencia me sacaron del juego pueden saber: estoy en el juego. Quiero decirle a mi partido, quiero solicitarle al PT, que me coloquen como candidato a la Presidencia de la República”. Y concluyó: "Destruyeron todas las conquistas de los trabajadores, la industria nacional, la Petrobras. Señores de la casa grande, cuando este país no tenga más solución, permitan que alguien vuelva a poner a los pobres en el presupuesto público".

El mandatario de Brasil, Michel Temer, parece decidido a no renunciar a la presidencia de ese país, a pesar del escándalo de corrupción que lo tiene por protagonista. Habló sobre su reunión con un empresario de la carne: "Recibo a todo el mundo", dijo.

"Yo no voy a renunciar. Si quieren, que me derriben, porque si yo renuncio sería una declaración de culpa", aseguró nuevamente Temer en una entrevista con un diario brasileño. "Se creó un clima que permea esta entrevista de que va a ser un desastre, de que Temer está perdido; yo no estoy perdido", agregó.

Más allá de esas declaraciones, esta semana el Supremo Tribunal Federal decidirá si continúa con la investigación por "obstrucción de la Justicia, corrupción pasiva y asociación ilícita". De hacerlo, Temer quedaría muy debilitado. Se esperan nuevas protestas multitudinarias.

El escándalo político se desató luego de que un empresario mostrara a la Justicia un audio que supuestamente involucra al presidente en un caso de sobornos. Se investiga, entre otros temas, si Temer pagaba coimas a Eduardo Cunha, el diputado que fue clave para la remoción de Dilma Rousseff a través de un juicio político. Cunha fue echado de la Cámara por corrupción. La historia es conocida: gracias al impeachment contra Rousseff Temer pudo llegar a la presidencia.