Por quinta vez consecutiva, miles de brasileños se manifestaron contra el presidente Jair Bolsonaro, a quien responsabilizan por la inacción del Estado en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Los cacerolazos se dieron en barrios acomodados de las principales ciudades, donde está la propia base electoral del líder de extrema derecha. ¿Brasil se cansó de Bolsonaro?
Entre las consignas, sobresale una que dice: "Suelten la historia clínica de ese genocida". Ocurre que muchos sectores le piden a la Corte Suprema que le exija una pericia psicológica al presidente a ver si están en condiciones de seguir gobernando.
El principal escándalo ahora tiene que ver con el coronavirus: el presidente dio miles idas y vueltas sobre la pandemia. Primero la negó, luego se burló de ella, ahora propuso tibias medidas, mientras se opone a los gobernadores que decidieron decretar la cuarentena obligatoria en sus estados. El resultado de esa desidia estatal: más de 1000 afectados y casi 20 muertos.
Entre las contradicciones, ocurrió este fin de semana que Bolsonaro decretó que las empresas podían suspender el pago de salarios durante lo que dure la crisis sanitaria. "Es mejor eso que el despido", chicaneó. Ante el escándalo desatado, Bolsonaro decidió dar marcha atrás, aunque eso no detuvo nuevos cacerolazos de protestas. Algo cambió en Brasil.