Una histórica fábrica del interior, cerrada por Macri, corona su resurgir con sus primeras exportaciones
La planta de explosivos estatal Fanazul, que reabrió en 2023 tras el cierre ordenado por Macri, despachó su primer lote a Perú.
Fanazul, la histórica fábrica de pólvora y explosivos del centro de la provincia de Buenos Aires que había sido cerrada y desguazada por la gestión de Mauricio Macri a fines del 2017, consiguió su primer hito de producción desde su reapertura a mediados del 2023.
En las últimas horas, la planta que funciona en Azul despachó el primer lote de 21,6 toneladas de Mastermix, un explosivo utilizado en minería será destinado a la fabricación de gelamones.
El destino del material vendido es la empresa Exsa-Orica, de la República de Perú, a partir de un convenio sellado en 2021 entre Fabricaciones Militares, dependiente del Ministerio de Defensa, y la firma del grupo Órica, por un plazo de cinco años, con la posibilidad de una extensión de 3 años.
Para la reactivación de la fabricación de este producto, el Estado nacional invirtió en la adquisición de equipos primordiales como planta de ácidos, sistemas de calentamiento de materias primas, repuestos críticos, grupo electrógeno de seguridad, bancos de baterías de seguridad, compresores de aire, sistema de refrigeración de amoníaco, bombas para servicios y proceso, autoelevador, tractor para producción y equipos para forestación, insumos varios para equipos de producción, entre otros.
La planta de Azul había sido cerrada el 28 de diciembre de 2017, con más de 200 trabajadores despedidos.
En Azul, el impacto político y social fue inmediato. Hubo marchas multitudinarias, cortes de ruta, bloqueos, acampes y numerosas reuniones que no llegaron a nada: la decisión estaba tomada.
En 2020, Agustín Rossi, por entonces ministro de Defensa, firmó la Resolución 712 con la que le devolvió el uso de la fábrica de pólvora y explosivos de Azul a Fabricaciones Militares. Este fue el primer paso formal hacia la puesta en marcha que demoró unos 3 años y que culminó en mayo de 2023.
Uno de los argumentos que sostuvo el gobierno de Mauricio Macri para cerrar la planta tenía que ver con que “no fabricaba nada y generaba déficit”. Sin embargo, ahora tiene retomó la producción de explosivos y trabaja en proyectos sobre destrucción de chalecos balísticos y cannabis medicinal.
Actualmente, la planta cuenta con 118 trabajadoras y trabajadores de los cuales: 15 pertenecen a la nómina original, 95 fueron reincorporados y 8 son nuevos.